La Fundación “la Caixa” se sitúa en el último cuarto de siglo en el centro de la cooperación internacional

Tomás Muñoz M.

En su primer cuarto de siglo de funcionamiento, el programa de Cooperación Internacional de la Fundación “la Caixa” ha servido para poner en marcha 663 proyectos, repartidos en 65 países de tres continentes distintos. En total, 16 millones de personas de África, América Latina y Asia han mejorado su calidad de vida, gracias al trabajo desempeñado por 800 socios y colaboradores. Para celebrar este impacto positivo, CosmoCaixa Barcelona acogió a principios de julio un evento al que asistieron SAR Doña Cristina de Borbón y Grecia, directora del Área Internacional de la entidad, y Antonio Vila Bertrán, director general de la organización, así como representantes de otras instituciones y conferenciantes de primer nivel, tales como Peter Simons, Graça Machel, Pedro Alonso, Chris Elias, Gillian Triggs, Seth Berkley y Ashok Khosla.

Con el objetivo de hacer balance de los últimos 25 años y, al mismo tiempo, analizar los desafíos futuros, el acto incluyó dos tertulias conducidas por personalidades en el sector de la cooperación como son Delphine Moralis, directora ejecutiva de la Philanthropy Europe Association (Philea), y Jaime Sepúlveda, profesor distinguido de Salud Global y director ejecutivo del Instituto de Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California. Además, el encuentro estuvo dirigido por la periodista Cristina Villanueva, presentadora de televisión distinguida en varias ocasiones por su labor informativa.

Todos los participantes coincidieron en señalar la importancia de unir fuerzas y construir redes en aquellas áreas geográficas en las que se despliegan los programas de cooperación, así como la necesidad de invertir en investigación e innovación. Los diferentes expertos insistieron en que, para garantizar la confianza y la generación de conocimiento, la transparencia es el principal aval. De esta forma, el principal mensaje de los cooperantes en las mesas redondas organizadas por la Fundación “la Caixa” se centró en obtener una implicación por parte de la sociedad, pero también de las empresas, los filántropos y los voluntarios para alcanzar el éxito de todas las acciones puestas en marcha.

La experiencia, clave para potenciar la cooperación

Con la intención de continuar mejorando el programa de Cooperación Internacional, desde Fundación “la Caixa” han agrupado los aprendizajes obtenidos durante estos 25 años en cinco grandes bloques: alianzas, innovación, sensibilización, transparencia y retos futuros. De esta forma, el know-how de la entidad toma como punto de partida la colaboración, estableciendo conexiones con organismos de todo el mundo. 

Entre los principales socios se encuentran algunas organizaciones internacionales de reconocido prestigio como la Fundación Bill y Melinda Gates, la Fundación Aga Khan o la Fundación Calouste Gulbenkian, entre otras, así como diferentes agencias de Naciones Unidas.

Uno de los pilares del plan de acción es la educación. Bajo la premisa de que “es el instrumento más poderoso para reducir la desigualdad y construir las bases de un futuro sostenible”, la entidad desarrolla el programa ProFuturo. La actividad en este ámbito se centra en “reducir la brecha educativa en el mundo” y, para lograrlo, “proporcionamos educación digital de calidad a los niños y niñas que viven en entornos vulnerables de Latinoamérica, el Caribe, África y Asia”, precisan. El objetivo es que los estudiantes, al margen de su procedencia, tengan las mismas oportunidades estén donde estén y dispongan o no de conectividad.

Sin embargo, desde Fundación “la Caixa” reconocen que ninguna iniciativa solidaria sería posible sin la contribución de la sociedad, razón por la que desde el programa de Cooperación Internacional se anima a participar en las convocatorias a cualquier ONG interesada, así como a los propios trabajadores de la Fundación “la Caixa” mediante llamamientos frecuentes y a cualquier persona con vocación de ayudar a los más necesitados. 

Los medios que ha utilizado la organización para ser más eficaz en esta comunicación son numerosos y van desde la mencionada colaboración con otras entidades, hasta llamamientos internos o la puesta en marcha de un canal solidario para que cualquiera pueda aportar microdonativos: “Es la forma más sencilla y directa de colaborar con nuestras principales propuestas —aclaran—. Para participar solo hay que elegir la forma de donativo, ya sea puntual o periódico, y después toda la aportación se destinará íntegramente a la campaña elegida, de forma segura y sin ningún tipo de comisión o gasto adicional”, especifican desde la fundación.

Empleo y salud como prioridades

Los resultados se pueden medir en base al éxito real que tienen las acciones sobre el terreno. Por ejemplo, la puesta en marcha de Work4Progress ha servido para que más de 11.000 mujeres y jóvenes consiguieran un puesto de trabajo en países donde no existe un acceso fácil para estos colectivos, tales como India, Mozambique y Perú. 

Otros impactos medibles son el Programa de Vacunación Infantil, iniciativa con la que se ha contribuido a vacunar a más de ocho millones de niños, y el Proyecto MOM, con el que se ha atendido a más de 620.000 menores de cinco años que se encontraban en situación de malnutrición infantil. 

Más recientemente, se ha comenzado a trabajar en Ucrania para asistir a los afectados por la crisis humanitaria derivada del conflicto armado. Además, en los últimos tiempos, se han movilizado a 612 cooperantes que han prestado asistencia técnica en 23 países para canalizar las donaciones recibidas. 

Pero hay retos que todavía demandan atención y desafíos que están por llegar. En esta línea y con ánimo de priorizar las urgencias en los proyectos de desarrollo, desde Fundación “la Caixa” advierten de situaciones alarmantes: “La neumonía es todavía la mayor causa de muerte infecciosa del mundo, tanto en adultos, como en niños”, mientras que “cada minuto mueren tres niños por causas que serían evitables con vacunas”. 

Todo ello agravado, si cabe, por los efectos de la pandemia. Por esta razón, el Área Internacional asegura que continuará trabajando en los próximos años focalizando su actividad en “fomentar el empleo, mejorar la educación, asistir a los damnificados por emergencias y garantizar la salud global”, enfatizan.