Si algo nos ha enseñado la pandemia es la necesidad de abordar desde los diferentes estamentos y disciplinas los retos que tenemos por delante. Por eso, hoy más que nunca, es hora de adoptar un enfoque holístico para hacer frente a la COVID-19, cubriendo cuestiones biológicas, clínicas, ambientales y sociales. Este es el enfoque One Health, tema principal de las jornadas CaixaResearch, Pandemias: superando la Covid-19 y preparándonos para el futuro, celebradas el pasado 16 y 17 de noviembre.
La respuesta global a esta crisis ha llevado a un nivel sin precedentes de recursos movilizados para la investigación y el desarrollo de vacunas en un tiempo récord. Sin embargo, este éxito tiene limitaciones, ya que ninguna terapia y antivirales han demostrado ser efectivos contra el nuevo virus y las campañas de vacunas enfrentan desigualdades globales. Entonces, ¿qué podemos aprender de la pandemia actual y cómo podemos prevenir otras futuras?
Con el fin de dar respuesta a estas y otras cuestiones, las jornadas científicas a cargo de la Obra Social “la Caixa” y Biocat reunieron a investigadores de todo el planeta, como María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y del Ambiente de la OMS. Para hacer balance de las lecciones aprendidas en estos últimos casi dos años y con la vista puesta en el futuro, los profesionales presentaron posibles escenarios en torno a las herramientas y tecnologías actuales y la logística para prevenir infecciones emergentes y estar mejor preparados para afrontarlas.
Así, las sesiones de la conferencia se centraron en cuatro temas principales: desarrollo de diagnósticos y terapias, desarrollo de vacunas, zoonosis y una salud, y transformación de la salud pública.
Una única salud: salud humana, salud animal y medioambiental
Durante el primer día, las ponencias giraron alrededor del desarrollo en un tiempo récord de herramientas y recursos activados para combatir el virus, desde las vacunas a los tests de diagnóstico rápido o los tratamientos antivirales. Un caso de éxito de la ciencia que se asienta en años de investigación y desarrollo previos.
El segundo día, en cambio, se reflexionó acerca de qué estrategias se tienen que implementar para evitar que se repita una pandemia como la actual y el reto urgente de adoptar un enfoque One Health, en el que la salud humana, la salud animal y el medio ambiente son distintas facetas de una única salud. Para los expertos resulta evidente que los esfuerzos por preservar la salud humana solo pueden llegar a buen puerto con un enfoque integral y preventivo. También la necesidad de equidad global. Y es que, a pesar del desarrollo ultrarrápido de vacunas, su distribución y administración está siendo sumamente desigual.
Una variedad de cuestiones que demuestran que “si queremos prevenir y estar mejor preparados para enfrentar futuras pandemias, no podemos seguir pensando solo en clave de salud humana, como si estuviera aislada, sino que debemos adoptar un enfoque holístico y comenzar a considerarla en relación con la salud animal y ambiental”, explica Rachel Lowe, ponente y Royal Society Dorothy Hodgkin Fellow de la London School of Hygiene and Tropical Medicine.
En este sentido, el coloquio hace hincapié en que, tras la experiencia con epidemias anteriores recientes, como la causada por el virus del SARS, la gripe aviar o el ébola, se debe adoptar una perspectiva transdisciplinar de “una sola salud” para frenarlas.
Sin embargo, en los últimos veinte años, aunque se han dedicado muchos esfuerzos y recursos en iniciativas para tratar de identificar patógenos emergentes con potencial pandémico, que han sido infructuosos, no se han implementado las medidas necesarias para afrontar mejor preparados o evitar esas nuevas amenazas.
Reflexionar sobre lo aprendido
Sin duda, uno de los grandes problemas estructurales que la pandemia ha dejado al descubierto ha sido la salud pública: “Ha faltado inversión en este ámbito, en sistemas de vigilancia epidemiológica que deben estar alineados para que puedan disparar alertas; en infraestructuras, en educación, en comunicación para combatir la desinformación; en dotar a los países, tanto de rentas bajas como altas, de capacidad para contener nuevos brotes”, señala Carolyn Reynolds, al frente de la iniciativa Pandemic Action Network.
La necesidad de aprender de lo ocurrido y anticiparse a eventuales pandemias es el argumento para ir a cambios sustantivos. “Vendrán más pandemias como la de la Covid-19 y tenemos que estar preparados para afrontarlas”, destaca Julià Blanco, investigador de IrsiCaixa y miembro del comité científico del evento junto a Denise Naniche, investigadora y directora científica de ISGlobal. “Es crucial que reflexionemos acerca de lo aprendido en esta crisis sanitaria provocada por el SARS-CoV-2”, añade.
Para Richard Kock, investigador del Royal Veterinary College de la University of London, es vital que la inversión de recursos se traslade en fortalecer los servicios sanitarios públicos y la cooperación entre países en un marco de salud global. “Las medidas que hemos implementado en los últimos años para reducir riesgos se basaban en una narrativa errónea”, advierte el experto, argumentando que nos hemos centrado en los “países de rentas bajas y en la naturaleza, como focos de potenciales de nuevos brotes, cuando son los países de rentas altas los que más riesgo tienen de desarrollar esos nuevos patógenos y diseminarlos”.