No hay mucha duda de que la Inteligencia Artificial parece estar de moda. Esas dos palabras —o su abreviatura, IA— están por todas partes y hay pocos sectores que no la hayan incorporado a diferentes procesos, con mayor o menor éxito. Su presencia y las aplicaciones que derivan de ella han entrado en nuestro día a día uniéndose a nuestros hábitos cotidianos. La IA está presente desde las recomendaciones musicales de plataformas como Spotify, hasta los asistentes de voz como Siri o Alexa, el GPS e incluso nuestro smartphone. Así que, ¿por qué no va a estar en algo tan habitual como el reciclaje?
Teniendo en cuenta que, en España, solo en 2022, se reciclaron más de 1,6 millones de toneladas de envases de plástico, metal, briks, papel y cartón, un 3,6% más que el año anterior, no hay duda de que la IA puede ser un estupendo aliado para el sector de reciclaje. Muchas de las iniciativas que se están llevando a cabo tienen que ver con optimizar el sistema de separación de residuos en las plantas de selección.
Actualmente, las plantas de selección cuentan con separadores magnéticos para separar el acero, un foucault que mediante corrientes de inducción selecciona el aluminio, el film se capta por aspiración y un sistema de separadores ópticos enseñados a diferenciar los materiales según la longitud de onda que devuelven. Aplicar la Inteligencia Artificial a este proceso supondría, por ejemplo, que las máquinas fueran capaces de diferenciar —tras un proceso de aprendizaje— los residuos según el tipo de envase, por ejemplo, una lata de refresco y un brik de leche. “Ahí es más complicado porque ya no tienen su forma, pero la tecnología evoluciona y cosas que hoy no se podían, mañana se podrán”, explica Valvanera Alonso, Scrum Master de RECICLOS, una iniciativa desarrollado por Ecoembes.
RECICLOS, Sistema de Devolución y Recompensa con IA
En este sentido, RECICLOS es un ejemplo del uso de la Inteligencia Artificial en el reciclaje. Se trata de un Sistema de Devolución y Recompensa (SDR), desarrollado por Ecoembes, que premia a la ciudadanía cuando recicla botellas y latas de plástico de bebidas. Funciona a través de una aplicación móvil y, utilizando los beneficios de la IA, es capaz de identificar más de 10.000 tipos de envases diferentes.
Para hacer uso de este sistema, los ciudadanos solo tienen que descargarse la app gratuita RECICLOS y, en casa, escanear el código de barras de la lata o botella de plástico que se va a reciclar antes de tirarlo al cubo. Una vez en la calle, cuando acudan al contenedor amarillo con su bolsa de envases, deben depositarla allí y escanear el código QR que hay en el contenedor.⯠Este SDR también cuenta con máquinas, en las que los usuarios deben depositar todas sus latas y botellas de plástico de bebidas y escanear el QR que mostrará la máquina. Además, al utilizar los contenedores amarillos o las máquinas, los usuarios obtendrán puntos, denominados RECICLOS, que podrán cambiar por las distintas recompensas que tengan disponibles.
Para ese reconocimiento del envase se usa Inteligencia Artificial. “Tenemos un enfoque deep learning basado en redes neuronales Artificial es que tienen cierto parecido con las redes neuronales de las personas y es que aprenden”, cuenta Alonso. Estas redes obviamente no tienen la capacidad del cerebro humano, pero sí son muy útiles con un objetivo más concreto y acotado. Y necesitan un buen entrenamiento. “Es muy importante en ese proceso de entrenamiento utilizar imágenes lo más reales posibles. Si yo entreno a la IA con una foto de un profesional, la luz va a estar estupenda, se va a ver todo fenomenal, no se va a cortar, pero las personas normales seguramente no lo hacemos así, por eso en el caso de RECICLOS, usamos también fotos que haríamos nosotros mismos para entrenarlo”, apunta Alonso, que también señala que la clave para que todo funcione correctamente es que cada cierto tiempo se produzca un reentrenamiento para evitar el sesgo.
AIRE, la Inteligencia Artificial que trabaja con textos
RECICLOS no es la única iniciativa en la que Ecoembes emplea la IA. “El bot AIRE también es una red neuronal, también es deep learning, pero en este caso es principalmente de texto, de lenguaje”, señala Alonso. Se refiere al Asistente Inteligente de Reciclaje (AIRE), un proyecto desarrollado por TheCircularLab, el centro de innovación en economía circular de Ecoembes, al que se puede preguntar las dudas —en castellano, catalán, euskera y gallego— que surjan sobre el reciclaje. Ya sea a través de voz o texto, este chatbot es capaz de reconocer la necesidad del usuario, así como de identificar el tipo de residuo sobre el que se le pregunta y de esta forma resolver las distintas cuestiones que se le puedan plantear acerca del reciclaje.
“Pensemos en las IA o en cualquier otro tipo de tecnología como una ayudante o un asistente en aquellas tareas más tediosas o repetitivas”, sugiere Alonso. En el horizonte ya se dibujan herramientas para la geolocalización de contenedores o plataformas que, empleando análisis de datos, usan esa información para optimizar la gestión de residuos. “Esto es un mundo muy abierto, que va cambiando, y que cada día tienes que ir pensando en cosas nuevas que puedes aplicar”, sentencia Alonso.