El Camino de Santiago tiene tantos orígenes como peregrinos que lo realizan, pero solo tiene un destino: Santiago de Compostela. Tras kilómetros y kilómetros, e infinidad de flechas amarillas, los caminos oficiales guían los pasos de quienes se dirigen al Apóstol desde muy diversas procedencias. La Catedral de Santiago es el destino de todos ellos, y una vez allí se da por culminado un viaje que solo acaba de empezar si lo que queremos es descubrir la capital de Galicia.
Tras días y días de peregrinación, solo quienes han ansiado durante tanto tiempo alcanzar su destino pueden explicar lo que se siente cuando se entra en la Plaza del Obradoiro. Ante ellos se levanta la catedral, por fin, y es el lugar idóneo para sentarse a reflexionar sobre el camino y los motivos que nos han llevado hasta allí. Tras descansar las piernas, es el momento de ponerse en marcha para visitar al Apóstol, conocer su catedral, conseguir la Compostela que nos acredita como peregrinos y, cómo no, visitar una de las ciudades más bonitas de toda la geografía española.
La Catedral, el destino más deseado
Cuando el peregrino entra en Santiago no es difícil llegar a la catedral, pues las mismas flechas que lleva días siguiendo le guiarán hasta ella. Este imponente templo catedralicio que combina tanto románico, como gótico, barroco y líneas neoclásicas tiene una larga historia, y es que ya en el siglo IX el obispo Teodomiro de Iria Flavia identifica aquí un templete romano como la tumba del Apóstol Santiago. Desde entonces, un templo sucedió a otro con el aumento de las peregrinaciones, hasta llegar al actual que muestra diferentes estilos y que fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1986. El Pórtico de la Gloria, del Maestro Mateo terminado en 1188, es una obra cumbre de la escultura románica que nadie se debería perder.
La Catedral de Santiago acoge al peregrino con los brazos abiertos y es accesible todos los días del año de 7 a 21h. A lo largo del día se celebran cuatro misas en el Altar Mayor, conocidas como Misa del Peregrino, a las a las 7:30, las 9:30, las 12 y las 19:30h, mientras que a las 11h se celebra una quinta misa en la Parroquia de la Corticela.
Pero además de por su esplendor, la Catedral de Santiago es mundialmente conocida también por su botafumeiro. Un enorme incensario que cuelga desde la cúpula central de la Catedral que se ha convertido en uno de sus símbolos más famosos y populares. Pesa 53 kilos, mide 1,50 metros, está suspendido a una altura de 20 metros y en su movimiento pendular puede llegar a alcanzar los 68 kilómetros por hora mientras reparte el humo del incienso por todo el templo. No se utiliza todos los días, por lo que puede ser útil consultar cuándo entra en funcionamiento el botafumeiro.
La Compostela, la acreditación del peregrino
La Compostella, o Compostela, es el documento que acredita haber realizado el Camino de Santiago. Esta acreditación es tan antigua como la propia peregrinación, y aunque en sus inicios se recurrió a una concha de vieira, en el siglo XII se optó por una carta probatoria que es el origen directo de la actual Compostella. Un justificante que antaño, por ejemplo, daba derecho a hospedarse durante tres días en el Hospital Real.
Hoy para conseguir la Compostela que acredita nuestro camino se ha de cumplir con una serie de requisitos, como haber recorrido los últimos 100 kilómetros hasta Santiago a pie o a caballo, o los últimos 200 si se hace en bicicleta. Eso, y haber peregrinado hasta la tumba del Apóstol con sentido cristiano, cumplimentando debidamente nuestra Credencial del Peregrino. La Compostela es gratuita y para adquirirla hemos de dirigirnos al Centro Internacional de Acogida al Peregrino, en Rúa Carretas, 33, en Santiago.
La Credencial del Peregrino se utilizaba ya en la Edad Media como salvoconducto y hoy es un modelo oficial en el que ir dejando constancia de nuestro paso a lo largo del camino, al ir sellándola en diferentes puntos del recorrido. Se puede conseguir solicitándola personalmente en la Oficina de Acogida al Peregrino o en otras instituciones autorizadas por la Catedral de Santiago para su distribución, tales como parroquias, Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, albergues de peregrino o cofradías.
Santiago, lista para ser disfrutada
El peregrino que llega a Santiago de Compostela tiene la oportunidad de visitar y conocer no solo la que es una de las ciudades más bonitas de Galicia, sino de toda España. Sus pasos le habrán llevado hasta la Plaza del Obradoiro y la Catedral, y junto a ella podrá ver también el Hostal de los Reyes Católicos, la Plaza de la Inmaculada y el cercano Monasterio de San Martiño Pinario. Santiago está plagado de rincones llenos historia, como la Rúa do Vilar o la Rúa do Franco, e innumerables plazas con encanto. Estas videoguias pueden ser muy útiles para saber más sobre la ciudad.
Santiago, además, reúne toda la tradición y riqueza de la gastronomía gallega, por lo que se puede disfrutar de la calidad de sus ingredientes, tanto del mar como de la tierra. El Mercado de Abastos es además todo un espectáculo gastronómico y es un interesante alto en el camino mientras degustamos entre bares y restaurantes los productos más típicos de la cocina compostelana.