Seis maneras de mantener tu piel hidratada cuando llegan las altas temperaturas

María Sanz

Nuestra piel pierde agua. Es un hecho y es, además, algo necesario. Ahora bien, el problema llega cuando esa pérdida se traduce en síntomas incómodos, como la sequedad y la tirantez, y en otros relacionados con lo puramente estético, como son la pérdida de luminosidad y brillo en el rostro. Es entonces, cuando podemos intuir que nuestra piel no está bien hidratada. 

Esta falta de hidratación puede estar relacionada con daños en nuestra barrera cutánea —la que nos protege de los agentes externos—, con encontrarnos en ambientes especialmente secos, con cambios bruscos de temperatura o con la llegada del calor y el aumento de las horas que pasamos al aire libre y expuestas al sol. 

Y es que, nuestra piel puede resentirse en cualquier momento del año por la falta de agua, pero, es cierto, que mantenerla correctamente hidratada resulta más complicado durante los meses de altas temperaturas que en otras épocas del año. Por ello, hemos recopilado una serie de recomendaciones para hacer frente a la pérdida de agua y a los incómodos efectos que provoca. 

Beber agua

Parece de Perogrullo, pero conviene recordar que los expertos recomiendan beber, al menos, dos litros de agua al día. ¿Ayuda a mantener la piel hidratada? Sí, pero, además y, sobre todo, hidrata el conjunto del organismo. Para tenerlo claro, esta cantidad equivale a unos ocho vasos de agua y, en caso de que se te haga muy cuesta arriba, siempre es posible recurrir a infusiones.

Incorporar alimentos ricos en agua a tu dieta

Cualquier tratamiento que apliquemos desde el exterior debe ir de la mano de una alimentación adecuada. En este caso, si lo que perseguimos es una piel hidratada, es importante incorporar en nuestra dieta alimentos con una alta cantidad de agua, como pueden ser las verduras y las frutas frescas. ¿Ejemplos? Sandía, pepino, tomate, vegetales de hoja verde, cítricos, etc.

Llevar contigo bruma en ‘spray’

Este tip vendría a ser una recomendación de rescate. Es decir, el truco al que recurrir si en un momento puntual, ante un cambio de temperatura o por encontrarte en un espacio especialmente seco, empiezas a notar la incomodidad de la piel tirante. Pulveriza dos o tres veces para sentir que el frescor y la elasticidad regresan.  

Protegerse del sol

Es innegociable, no solo por una cuestión de hidratación sino de cuidado integral de la piel. Además de utilizar productos con un factor de protección solar 30 o superior, conviene evitar la exposición en las horas centrales del día y, si se hace, llevar también gorra y gafas. Una exposición desmesurada y sin protección puede derivar en la producción de radicales libres y, con ello, en la aparición de estrés oxidativo que afecte a la barrera cutánea en forma, entre otras cosas, de pérdida de agua. 

La constancia en la rutina de cuidado facial

Define la rutina que mejor le sienta a tu rostro y después, intenta mantenerla en el tiempo. Ello te permitirá proteger tu piel de los agentes externos nocivos a los que está expuesta cada día y conseguir una piel nutrida de base. Con esto, puedes prevenir su deshidratación, las consecuencias que se derivan de ella y únicamente te hará falta un plus de cuidados en momentos puntuales. 

Esta rutina de skincare debería realizarse por la mañana y por la noche e incluir un primer paso de limpieza, seguido de la aplicación de los productos que necesita cada tipo de piel. También puedes incorporar la exfoliación dos o tres veces por semana, ya que contribuye a eliminar las células muertas, a que la piel se renueve más fácilmente y a que los productos de limpieza y cuidado sean más eficaces. 

Apostar por productos pensados para hidratar tu piel

Optar por ellos es garantía de evitar o contrarrestar los efectos que la falta de hidratación puede ocasionar a tu piel. Es el caso de la línea Hydra-Essentiel de Clarins y, concretamente, de dos de sus tratamientos icónicos que la firma acaba de renovar:  Bi-sérum intensif anti-soif suractivé y Masque hydratant anti-soif réparateur

Entre los dos consiguen que la piel permanezca hidratada, gracias a una fórmula en la que está presente el HYALURONIC POWER COMPLEX, la tecnología que Clarins desarrolló hace un año para ayudar a que la piel renueve naturalmente su contenido de ácido hialurónico. Ahora bien, va un paso más allá, y la mejora creando el HYALURONIC POWER COMPLEX +. Se trata de un dúo de ácidos hialurónicos compuesto por el clásico de bajo peso molecular y el acetilado y, a su vez, los combina con extracto de kalanchoe bio para garantizar una hidratación más duradera y una mayor retención de agua.

Ambos productos proporcionan a la barrera cutánea de tu piel los cuidados que necesita y refuerzan sus protecciones naturales. Gracias a diferentes activos, cada uno ejerce, además, una acción específica. 

Así, el Bi-sérum intensif anti-soif sur activé equilibra la microbiota de la piel y es seborregulador, generando una apariencia luminosa en la que se reducen los brillos, se minimizan los poros y se afina la textura de la piel. Por su parte, la Masque hydratant anti-soif réparateur da ese toque de nutrición y confort a la piel para que deje de sentirse tirante.