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La prostitución, la esclavitud moderna, crece en Extremadura

Explotación sexual / Diputación Badajoz

Jesús Conde

La imagen se repite en el imaginario popular: el grupo de de amigotes que en la despedida de soltero, de borrachera, acaba en el prostíbulo. Forma parte de una visión antigua, pero aún vigente, de lo que con cierta benevolencia algunos llaman locuras de juventud. Es una de las formas en la que jóvenes extremeños consumen sexo de pago. Pero hay más clientes, hay más consumo, hay más tramas.

Lo que muchos consumidores del sexo desconocen es que detrás de esos encuentros pagados se encuentran auténticos dramas. Mujeres sometidas, a las que no se respetan sus derechos, víctimas de redes y de la trata de explotación sexual. Tratadas como mera mercancía.

Estas son algunas de las conclusiones que se han puesto de manifiesto en la jornada ‘Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual’, que se ha desarrollado este martes en el salón de plenos de la Diputación de Badajoz.

En Extremadura actúan las redes

Según los datos que maneja la Fiscalía de Extranjería, en Extremadura, al igual que en el resto de España, se mueven las redes de explotación sexual. No obstante la región suele ser un lugar de tránsito. Las mujeres suelen estar sometidas por un grupo organizado que las mueve de una comunidad a otra para evitar el arraigo.

El fiscal delegado de Extranjería Antonio Luengo detalla a eldiarioex que ha sido en Extremadura donde muchas de ellas han dado el paso y han decidido denunciar su situación de explotación, tras pasar por las zonas de costa y ciudades con grandes prostíbulos. Es en este punto donde pasan a adherirse al Estatuto de Testigo Protegido.

En Extremadura cientos de mujeres son obligadas a ejercer la prostitución. Entre 1.500 y 2.000 personas son víctimas de la explotación sexual o la trata de personas, según las estimaciones de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituta (APRAMP). Las estimaciones de la asociación indican que solo en la ciudad de Badajoz existen en torno a 170 mujeres trabajando en pisos privados, en la absoluta clandestinidad.

Solo entre el 5 y el 8 por ciento de las mujeres prostitutas lo hacen con total libertad de elección, movidas por su propio deseo, cuando y donde quieren. Esto indica que un gran porcentaje se ven obligadas, en primer lugar por una necesidad económica.

El círculo en que se encuentran, y el control que ejercen sobre ellas, hace que acaben sometidas, enclaustradas en espacios en los que no se respetan sus derechos laborales, su libertad de movimiento. Están explotadas porque les controlan el dinero que ganan, tienen que dar parte de sus ingresos al prostíbulo o al proxeneta.

Un paso más allá sería la trata de personas con fines de explotación sexual. Son mujeres víctimas de redes, captadas en otros países. Vienen engañadas y a muchas de ellas se les quita la documentación.

El fiscal delegado de Extranjería Antonio Luengo detalla a eldiarioex que en el caso de menores siempre se considera trata de personas. En las adultas hay una serie de requisitos a cumplir. Para que haya una trata con adultas la víctima debe ser captada o transportarla hasta el lugar donde va a ejercer la prostitución. La obligan a ejercerla por medio de la violencia, la intimidación y el engaño.

Cabe destacar, y así lo pone de manifiesto el fiscal, que son muchos los casos de prostitución que esconden una trata de mujeres en la región, aunque resulta una tarea casi imposible demostrarlo. El problema esencial es que las víctimas tienen miedo a hablar.

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