La alergia a los frutos secos es, según la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex (AEPNAA), una de las alergias alimentarias más frecuentes.
Los datos muestran que la prevalencia se sitúa en torno al 1% de la población. Y listan la avellana como el fruto seco que más problemas de alergia provoca en Europa, y la almendra y la nuez en España.
Como ocurre con cualquier otro tipo de alergia alimentaria, el único tratamiento es la dieta de la exclusión, es decir, evitar consumir el alimento en cuestión y estar muy atentos a todo lo que se come y leer bien las etiquetas. Pero, ¿qué ocurre cuando perdemos cierto control?
Las estadísticas nos dicen que, aunque la prevalencia de alergia alimentaria no sube en Navidad, sí se incrementan los casos de alergias alimentarias durante estos días porque aumenta el consumo de pescado, marisco y frutos secos.
Alergias y Navidad, un binomio delicado
Todas las personas con alergia a algún tipo de fruto seco deben estar alerta siempre. Pero debe prestarse especial atención a los niños, sobre todo ahora. Según datos de la Organización Mundial de Alergia (WAO), uno de cada diez niños sufre alguna alergia alimentaria.
Son reacciones que aumentan en Navidad debido al consumo de alimentos muy alergénicos, así como al hecho de que muchos niños probarán por primera vez alimentos como marisco o polvorones, advierte la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP).
Los expertos señalan además que las comidas fuera de casa, tan típicas de estas fechas, dificultan enormemente el control de alérgenos ocultos, por lo que cualquier persona alérgica debe extremar las precauciones.
De hecho, se calcula que siete de cada diez reacciones alérgicas graves ocurren cuando se come fuera de casa, una tradición muy común durante estas fechas.
Los frutos secos más implicados en alergias alimentarias durante la época navideña son almendras, cacahuetes, nueces, pistachos, pipas o avellanas, unos productos que suelen estar muy presentes sobre todo en turrones o mazapanes.
Como advierte la AEPNAA, hay que tener mucho cuidado con los alimentos que puedan contener frutos secos, que se contaminan en el proceso de manipulación por las trazas que puedan contener.
Así, la SEAIC señala que el aumento de sufrir una alergia alimentaria en la época navideña se debe sobre todo a factores como:
- Los frutos secos se añaden a una variedad cada vez mayor de salsas: los cacahuetes suelen estar presentes en la salsa pesto; las nueces en los aliños a base de aceites crudos; los platos que se espesan pueden llevar almendras.
- Debemos prestar especial atención a aquellos platos que lleven una picada, sobre todo los guisados.
- Aumenta el número de comidas fuera del hogar, lo que significa que no podemos controlar todo el proceso de manipulación y preparación de los alimentos.
- No disponemos de un etiquetado con toda la información detallada sobre los alérgenos de los productos que se consumen.
- La preparación y presentación de una amplia variedad de platos en la mesa hace que se dispare el riesgo de contaminación cruzada.
- Los frutos secos pueden estar presentes en los aperitivos, en los turrones y en otros dulces que son tendencia en todo el mundo, como los panetones. De hecho, turrones y mazapanes suelen contener un alto número de alérgenos ocultos: además de frutos secos, pueden contener leche, huevo o gluten.
- Debemos prestar atención con pasta y cremas de untar que contengan frutos secos como la pasta de almendra o la crema de cacahuete o el aceite de frutos secos como el aceite de girasol.
Como vemos, hay una tendencia generalizada a añadir frutos secos en la cocina, más allá de los usos tradicionales. Además de lo comentado, también suelen añadirse en ensaladas; aperitivos (formando parte de los canapés, como acompañamiento de una tabla de quesos, por ejemplo); en rebozados para crear una costra crujiente, sobre todo con almendra picada; en sopas como ajoblanco sopas de almendra, típicas de Navidad.
Precauciones para evitar problemas con los frutos secos durante la Navidad
Ante el aumento de casos de reacciones alérgicas a alimentos durante estos días, y con el fin de que las Navidades no sean un motivo de estrés para las personas que sufren alergia a frutos (y a cualquier otro tipo de alergia alimentaria), el Comité de Alergia de Alimentos de la SEAIC recomienda:
- Si vamos a comer fuera deberemos leer con atención la carta de alérgenos e informar al camarero de nuestra alergia. Es necesario consultar el etiquetado de los productos elaborados que se consumen ya que los frutos secos aparecen en muchos, como galletas, repostería, helados, salsas, panes de semillas, turrones o cremas de chocolate.
- Si vamos a comer en casa de alguien podemos ayudar al anfitrión a crear y adaptar el menú, evitando aquellas recetas que contengan frutos secos y garantizando que no se producen contaminaciones indeseadas.
- Para evitar el riesgo de contaminaciones cruzadas, prepararemos primero los alimentos libres de alérgenos y los separaremos y protegeremos del resto de preparaciones.
- En el caso de dulces como turrones, mazapanes o panetones deberemos fijarnos también siempre en el etiquetado, como detalla aquí la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN).
- Controlar los alimentos que tomamos por primera vez, como salsas, dulces navideños o preparaciones muy elaboradas con ingredientes encubiertos como frutos secos.
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