Más de medio siglo después de la revolución que representó la píldora anticonceptiva para las mujeres, su equivalente masculino sigue sin existir. Pese a los numerosos estudios que han demostrado que su eventual desarrollo es una posibilidad cierta y real, las únicas formas de contracepción masculina son, de momento, el uso de condón y la vasectomía, la cual requiere un paso por el quirófano y –pese a los avances científicos– en muchos casos sigue siendo irreversible. Para las mujeres, en cambio, los métodos anticonceptivos disponibles son más de diez.
En enero, el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD), con sede en Estados Unidos, publicó una revisión sobre el estado de los proyectos de métodos de contracepción masculinos, en la mayoría de los cuales el mismo organismo está involucrado. El estudio destaca que la tasa de embarazos no deseados se mantiene muy alta, en un 45%, lo cual hace deseable que esos proyectos lleguen a buen puerto lo antes posible. Algunos están muy avanzados, y se detallan a continuación.
Un gel en los hombros y los brazos
El que más expectativas genera es el de un gel tópico que combina dos hormonas y que, con una pequeña aplicación diaria (2,5 mililitros en los hombros y la parte superior de los brazos),reduciría la presencia de espermatozoides a menos de un millón por mililitro de semen, una concentración que –según los expertos– se puede considerar infértil.
¿Cómo funciona este gel? Uno de sus componentes es una progestina sintética, el acetato de segesterona (más conocido por su nombre comercial, Nestorone), que bloquea la producción de testosterona en los testículos. Esto reduce la producción de espermatozoides “hasta unos niveles en los que el varón puede considerarse técnicamente estéril”, como asegura Antonio Urries, biólogo y director de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Quirónsalud Zaragoza.
El gel, a su vez, incluye testosterona en su composición, dado que esta hormona es fundamental para mantener el deseo sexual en los hombres, además de otras funciones vinculadas con el número de glóbulos rojos en la sangre, el sobrepeso y el acné. De esta manera, se podrían evitar los embarazos indeseados y también los posibles efectos secundarios del anticonceptivo masculino. La testosterona es difícil de administrar por vía oral, ya que el hígado suele neutralizar su efecto. Por eso, si se comprueba que funciona, su aplicación en forma de gel sería la solución.
Bautizado como NES/T (por Nestorone y testosterona), el gel se prueba en la actualidad en un estudio que involucra a unas 420 parejas de siete países distintos. Científicos del Reino Unido, Suecia, Italia, Kenia y Chile, además de Estados Unidos medirán la fertilidad de los hombres en distintos momentos, con el fin de valorar la eficacia de la sustancia. La fecha estimada de finalización para este trabajo es el otoño de 2021. Si los resultados son satisfactorios, el producto podría empezar a comercializarse poco después.
Bloquear los espermatozoides con una inyección
Además del gel NES/T, existen otros proyectos que también están en proceso de prueba y podrían, dentro de no mucho tiempo, estar al alcance de todos. Uno de ellos es un polímero que no exige una administración diaria sobre la piel, sino que se aplica por medio de una inyección. Lo que hace esta sustancia es bloquear los conductos deferentes, aquellos a través de los cuales los espermatozoides viajan desde los testículos hacia la uretra y el pene.
Una ventaja de este producto, conocido por el nombre comercial de Vasalgel, es que no es hormonal: no impide la producción de espermatozoides, sino que les obstruye el paso. De esta manera, se evitan algunos de los efectos secundarios derivados de la contracepción. En caso de que su uso se habilite, sería una muy buena alternativa para la vasectomía reversible, ya que su acción y su efecto serían los mismos. Cuando la persona lo deseara, por medio de otra inyección, se podría disolver el polímero y volver a abrir el paso a los espermatozoides en busca de un óvulo para fecundar.
El Vasalgel fue probado en monos Rhesus con gran éxito. Investigadores estadounidenses publicaron los resultados de su trabajo en la revista especializada Basic and Clinical Andrologyen 2017, y añadieron que las complicaciones surgidas fueron mínimas, similares a las que se pueden sufrir como consecuencia de una vasectomía normal. El siguiente paso en el desarrollo de este método es probarlo en humanos. Si su efecto es similar al que tuvo en los monos, podría representar otra muy buena oportunidad.
La píldora masculina, otra posibilidad
Otra alternativa se parece mucho al anticonceptivo más clásico entre las mujeres: la píldora. Un estudio difundido en marzo de 2018 presentó un producto llamado undecanoato de dimetandrolona (DMAU, por sus siglas en inglés), el cual –al igual que el gel NES/T– combina una hormona masculina como la testosterona y una progestina. Como las mujeres, los hombres que quisieran controlar su fertilidad de esta forma deberían tomar la píldora todos los días.
Según Stephanie Page, profesora de Medicina en la Universidad de Washington y directora de la investigación, “muchos hombres dicen que, como anticonceptivo reversible, preferirían una píldora diaria antes que inyecciones de larga acción o geles tópicos”. Si esto es cierto, la DMAU podría ser de gran importancia, dado que, de acuerdo con la especialista, es “el mayor paso adelante en el desarrollo de una píldora masculina diaria”.
El trabajo fue realizado sobre una muestra de 83 hombres. Sus resultados fueron muy auspiciosos, con escasos efectos colaterales, entre ellos el descenso de los niveles de colesterol HDL (el llamado colesterol “bueno”). Actualmente, el mismo equipo está embarcado en estudios de largo plazo en busca de corroborar la validez de la píldora.
Otras posibilidades
También hay otras vías abiertas en busca del anticonceptivo masculino, pero los productos con los cuales trabajan parecen menos seguros. Uno de los más conocidos es el Adjudin, una sustancia no hormonal que bloquea la producción de espermatozoides sin afectar la de testosterona. El problema de esta medicación –que forma parte de la misma familia de la lonidamina, un fármaco utilizado contra el cáncer, y ha sido probado con éxito en animales como ratas, perros y conejos– son sus efectos secundarios adversos.
De hecho, se investiga desde hace más de una década y hasta ahora no se halló una manera de acercarse a su posible uso en seres humanos. En suma, la “píldora masculina” parece estar cada vez más cerca, ya sea que se concrete en efecto en una píldora, o bien en un gel, una inyección o algún otro método. El caso es que, en busca de la igualdad, sería deseable que estuviera disponible lo antes posible, como un paso más para que la contracepción deje de ser vista como una cuestión nada más que “de mujeres”.
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