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Cada año se diagnostican en torno a 9.200 casos de cáncer de páncreas en España, una enfermedad cuya incidencia está aumentando en los últimos años, aunque se desconocen las causas. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) calcula que para el año 2030 el incremento será superior al 50%.
Pese a que no estamos hablando de uno de los cánceres de mayor incidencia (en comparación, se diagnostican unos 34.000 casos de cáncer de mama cada año), sí se trata de uno de los más letales. Se trata del octavo tumor en frecuencia en España y supone la tercera causa de muerte por cáncer, según la SEOM.
Estamos frente a “una enfermedad oculta con unas necesidades brutales”, dice Cristina Sandín, presidenta de la Asociación Cáncer de Páncreas (ACANPAN), creada en 2014.
Entre sus objetivos está generar conciencia de una enfermedad de la que todavía se sabe muy poco, aumentar la esperanza de vida de los enfermos, romper el silencio que la rodea, conseguir mayor inversión en investigación y que se ponga en marcha un plan de detección precoz.
Cada año se diagnostican unos 9.200 casos de cáncer de páncreas en España y se calcula que, para el año 2030, el incremento será superior al 50%.
Cáncer de páncreas, principales factores de riesgo
Este tipo de cáncer afecta por igual a hombres y mujeres, que en el momento del diagnóstico acostumbran a tener entre 65 y 70 años. Sin embargo, como alerta Sandín, “la incidencia está aumentando y subiendo muy deprisa”, también en personas jóvenes. Lo que más preocupa es peor de todo, es que se desconocen los motivos de por qué esto es así.
No hay grandes evidencias que indiquen causas concretas, pero la doctora Ana Fernández Montes, vocal de la Junta Directiva de SEOM y médico del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHOU) señala algunos factores de riesgo como “la obesidad, el tabaquismo o el consumo de alcohol con la consiguiente pancreatitis crónica”.
Según datos de la American Cancer Society, el riesgo de sufrir cáncer de páncreas es casi el doble de alto en los fumadores que en las personas que no han fumado nunca.
Es más, en un 25% de los cánceres pancreáticos, los expertos afirman que la causa es el tabaco. Se calcula, además, que un 10% de los cánceres de páncreas se asocian a alteraciones genéticas. Sin embargo, “en la mayoría de nuestros pacientes desconocemos la causa”, afirma Fernández.
En un 25% de los cánceres pancreáticos los expertos afirman que la causa es el tabaco
Principales síntomas para saber que tenemos cáncer de páncreas
Identificar pronto los primeros síntomas del cáncer de páncreas es la clave porque es lo que nos puede ayudar a conseguir un diagnóstico temprano, lo que incrementa de forma considerable la supervivencia.
Uno de los signos más característicos del cáncer de páncreas es la ictericia, es decir, una coloración amarillenta de piel y mucosas, que suele aparecer cuando el tumor se forma en la cabeza del páncreas, secundario a la compresión de la vía biliar por el tumor.
A su vez, puede ocurrir que aparezcan digestiones pesadas y dolor abdominal en la zona del estómago. A menudo se da también una pérdida de peso y de apetito sin que haya una causa justificada.
Otro síntoma frecuente es la alteración de las cifras de glucosa en sangre. Debe tenerse en cuenta que, menos en el caso de la ictericia, muchos de estos síntomas son inespecíficos ya que también pueden indicar otra enfermedad, lo que dificulta el diagnóstico.
Por ello, desde ACANPAN realizan campañas en las que intentan difundir los síntomas y advertir de que, si se tienen dos o más, se acuda rápido al médico. Pero uno de los principales problemas del cáncer de páncreas es que muchas veces los síntomas aparecen muy tarde, lo que se traduce en que “el 80% de los diagnósticos se hagan a una edad muy avanzada que hace que no sea posible la operación”, afirma Sandín.
En cuanto a las medidas preventivas, la doctora Fernández reconoce que “lo único que podemos hacer para prevenir el cáncer de páncreas es llevar hábitos de vida saludables a nivel dietético y de actividad física”.
El diagnóstico precoz, el gran reto del cáncer de páncreas
En el cáncer de páncreas, como hemos visto, una de las complicaciones no es detectarlo sino hacerlo de manera precoz, cuando las posibilidades de curación son mayores.
Esto ocurre sobre todo por la situación del páncreas, un órgano que se encuentra en lo más profundo del abdomen, por lo que el tumor no suele producir muchos síntomas, más allá de molestias abdominales inespecíficas.
Y esto explicaría, en gran medida, por qué la tasa de mortalidad es tan elevada. Para Fernández, “la mayoría de los casos debutan en etapas avanzadas (metastásicos o localmente avanzados), lo que lleva a una ausencia de curación”.
Pero, además, “en la situación localizada y resecable [en la que se puede extirpar el tumor] sabemos que tiene mucha tendencia a reproducirse, se trata de un tumor con mucha invasión vascular y perineural de inicio, lo que favorece su recaída en forma de metástasis”, matiza la oncóloga.
El diagnóstico tardío explicaría buena parte de los datos que aporta Sandín: más del 95% de las personas diagnosticadas morirá a causa de la enfermedad; solo el 8% sobrevive a los cinco años del diagnóstico y el 75% no supera la enfermedad.
Para la presidenta de APANCAN, “el problema es que no hay un programa de cribado” para el cáncer de páncreas, como sí ocurre con otros tipos de cáncer. Está demostrado que “la mayoría de cánceres bajan sus estadísticas de fallecimiento porque tienen unos métodos de cribado que permiten hacer un diagnóstico en las etapas iniciales, cuando el tumor aún puede extirparse y seguir los tratamientos siguientes”.
Más del 95% de las personas diagnosticadas morirá a causa de la enfermedad; solo el 8% sobrevive a los cinco años del diagnóstico y el 75% no supera la enfermedad
Los límites del tratamiento del cáncer de páncreas
Los tratamientos consiguen alargar la esperanza de vida y frenar la enfermedad. Pero, como admite Sandín, “a día de hoy no hay un tratamiento eficaz para tratar la enfermedad”.
Según datos de ACANPAN, en 40 años casi no se han producido avances en el tratamiento del cáncer de páncreas, pese a que su incidencia ha aumentado en un 160% en las tres últimas décadas.
De forma similar se expresa Fernández, que admite que “tenemos poco avance más allá de la quimioterapia. Estamos identificando pequeños subgrupos en los que con tratamientos dirigidos o a la carta podremos conseguir aumentar la supervivencia”. Para Sandín, “la única esperanza de vida es ser operado, pero muchos sufren recidiva (repetición de la enfermedad) y ya no hay opciones”.
Investigación, la gran esperanza de las personas con cáncer
A pesar de todos estos datos, y aunque los pasos son lentos, se avanza en varios estudios y descubrimientos tanto en la detección como en el tratamiento, como el estudio liderado por expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que identificó en 2022 un nuevo biomarcador (proteína tirosina-quinasa AXL) de diagnóstico precoz.
Como hemos comentado, uno de los principales retos a la hora de abordar el cáncer de páncreas es poder hacer un diagnóstico precoz. Con este objetivo, el proyecto europeo PANCAID, un consorcio integrado por 17 centros de investigación de ocho países, entre los que está el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha empezado a trabajar para desarrollar un análisis de sangre mínimamente invasivo que alerte del tumor en sus fases iniciales de desarrollo.
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