¿A quién no le gusta cantar? Hay personas que no tienen problemas en hacerlo delante de cualquiera, mientras que otras solo se atreven en la intimidad de la ducha, pero casi todas disfrutan de hacerlo. Lo que no todo el mundo sabe es que cantar -sin importar qué estilo de música se interprete, ni cómo de bien suene para los demás- también ofrece beneficios para la salud, tanto en aspectos psicológicos y emocionales como a nivel físico.
Desde hace relativamente poco tiempo la ciencia se ha dedicado a realizar estudios y experimentos acerca de los efectos de la música, los cuales ayudan a entender por qué tal disciplina artística ha sido parte de la vida cotidiana desde las más antiguas culturas de la humanidad y hasta nuestros días. Uno de los principales hallazgos fue el hecho de que cantar hace que el cuerpo genere endorfinas, neurotransmisores que levantan el ánimo y nos ponen de buen humor.
También se han hallado vinculaciones entre el canto y la producción de dopamina, oxitocina y serotonina, todas sustancias que contribuyen con la sensación de bienestar. Y además se reducen los niveles de cortisol, la hormona que el cuerpo libera como respuesta al estrés. Es decir, todos efectos positivos.
Participar en un coro aun brinda más beneficios
Hay una forma de cantar que exacerba esos beneficios: hacerlo como parte de un coro. En un estudio publicado en 2008, científicos australianos comprobaron que cantar en un coro elevaba el nivel de satisfacción y bienestar de las personas, en particular de los adultos mayores. Un trabajo posterior de los mismos investigadores enumeró seis efectos específicos de esta práctica, identificados a partir de los testimonios de miembros de coros:
- El canto coral genera felicidad y eleva el estado de ánimo, lo cual contrarresta los sentimientos de tristeza y depresión. “Cuando cantas, no puedes triste por mucho tiempo -aseguraba una de las integrantes del coro-. Es algo que de verdad te levanta el ánimo. Formar parte de un coro significa que estás en un equipo, que todos se ayudan unos a otros, y eso produce una tremenda satisfacción”.
- Cantar requiere una concentración focalizada, que bloquea las preocupaciones y distrae de los problemas. Esto, sumado a la producción de endorfinas y demás sustancias que propician el bienestar, contribuye con la reducción del estrés.
- Cantar exige una respiración profunda y controlada, lo cual contrarresta la ansiedad.
- El canto coral ofrece la sensación de apoyo social y amistad, algo que ayuda a evitar los sentimientos de aislamiento y soledad. “El coro ha sido un salvavidas para mí -expresaba una mujer de 69 años-. Vivo sola y no tengo familia. Pero pertenezco a dos grupos y disfruto de ambos”.
- Cantar implica educación y aprendizaje (memorizar letras, melodías, etc.), y por lo tanto contribuye a mantener la mente activa y a prevenir el deterioro de las funciones cognitivas.
- El canto coral supone el compromiso regular de asistir a los ensayos, una motivación para que las personas estén físicamente activas.
Los pulmones y el cerebro, favorecidos por el canto
Algunos de los beneficios mencionados en el apartado anterior son propios de la participación en un coro (el apoyo social, la amistad, el compromiso de asistir a los ensayos), pero los demás también alcanzan a cualquier persona que canta sola. En el caso de la respiración, por ejemplo, cantar puede ser un simple y muy entretenido ejercicio para mejorar la salud de los pulmones.
Los efectos específicos del canto sobre el aparato respiratorio se encuentran en estudio en la actualidad, pero ya en 2009 un artículo científico llegó a la conclusión de que la práctica regular del canto “puede mejorar la calidad de vida y preservar la presión espiratoria máxima” de pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Hay más ventajas. Las personas que cantan tienen más conexiones entre las distintas áreas del cerebro que aquellas que no cantan. Así lo afirma el neurocientífico Aniruddh D. Patel en su libro Music, Language, and the Brain (“La música, el lenguaje y el cerebro”), de 2008. ¿La razón? El lenguaje es una actividad que en la mayoría de los casos depende del hemisferio izquierdo del cerebro, mientras que la música -como la mayoría de las demás artes- depende del derecho. Por eso, las canciones con letra favorecerían las interconexiones.
Además, diferentes estudios han concluido que cantar podría ayudar en el tratamiento de ciertos problemas en el habla, como la tartamudez y la afasia, además de otros problemas neurológicos como lesiones cerebrales no congénitas, mal de Parkinson o trastornos del espectro autista. El aprendizaje y el entrenamiento del canto, por otra parte, se torna una “gimnasia mental” que promueve las nuevas sinapsis y por ende la neurogénesis y la plasticidad cerebral, algo que es clave sobre todo en los adultos mayores para prevenir o retrasar el deterioro cognitivo.
Mejor postura corporal y otras ventajas de cantar
Cantar también conlleva algunos beneficios plenamente físicos. Es el caso de la postura corporal: hay investigaciones que han demostrado que cantar de manera profesional corrige la posición de las vértebras cervicales y la hipolordosis (el aumento de la curvatura de la columna). Por otro lado, la persona que canta tiende por sí sola a adoptar posturas más correctas, debido a que existe una relación entre la forma apropiada de colocar el cuerpo y el tono de la voz. Si a eso se suma la relajación, la mejor respiración y el menor estrés que también se derivan de cantar, la salud de la espalda lo agradecerá.
Otro hecho positivo de cantar es que a menudo enseña a articular mejor los sonidos y, en consecuencia, a pronunciar mejor las palabras. Esto es aún más evidente cuando se trata de canciones en otras lenguas. Debido a eso, cantar canciones es un ejercicio recurrente en los cursos de idiomas. Gracias a internet, ahora es muy sencillo organizar sesiones de karaoke y seguir la letra en versión original en la pantalla, un excelente método para mejorar la fonética, incluso en español.
Participar en un coro, por lo demás, también podría tener efectos positivos para la tensión arterial, debido a que tal actividad estimula una sincronización de los patrones cardiacos y respiratorios. Esa fue la conclusión de un estudiorealizado por científicos alemanes. También alemanes fueron los investigadores que descubrieron cantar en un coro, además de producir beneficios emocionales entre sus miembros, fortalece el sistema inmune. De modo que todas son ventajas. Por eso, para cualquier persona que no sepa qué hacer, ponerse a cantar siempre será una buena opción.
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