Cistitis en mujeres y hombres: cómo detectarla y prevenirla
No es lo mismo tener ganas de orinar cada cierto tiempo que sufrir la imperiosa necesidad de ir al baño todo el tiempo. Y menos cuando estas ganas de ir van acompañadas de ardor. Hablamos muy probablemente de una infección del tracto urinario (UTI).
Este tipo de infecciones se deben al crecimiento bacteriano en el sistema urinario a través de la uretra, que es la que transporta la orina desde la vejiga hasta el exterior. La mayoría están provocadas por E. coli, sobre todo en mujeres, entre las que representa de un 75% a un 95% de los casos, y otras bacterias del intestino y la vejiga que llegan al tracto urinario.
Cuando esto ocurre, suelen aparecer síntomas como:
- ardor al orinar
- necesidad frecuente e intensa de ir al baño, aunque solo salga un poco de orina
- dolor en la zona lumbar o en el abdomen
- color de orina turbio y oscuro o con olor extraño
- calambres en la parte baja del abdomen y la espalda
- fiebre o escalofríos
Estas infecciones, ¿las sufren hombres y mujeres por igual? ¿Quiénes son más propensos y cuáles son los motivos que lo explican?
Diferencias entre hombres y mujeres
Las mujeres tienen más probabilidades de tener infecciones del tracto urinario por varios motivos. Uno de ellos responde a cuestiones anatómicas: la uretra femenina es más corta que la masculina. En promedio, puede llegar a medir unos cuatro centímetros de largo, frente a los 20 de la masculina.
Esta longitud más larga en los hombres disminuye la tendencia a sufrir infecciones porque las bacterias tienen que “viajar” una distancia más larga hasta que no llegan a la vejiga. Además, en el caso de las mujeres, la abertura de la uretra está más cerca del recto, donde “viven” las bacterias que pueden causar las infecciones.
Debe tenerse en cuenta, además, que las hormonas sexuales femeninas influyen también en las secreciones vaginales que afectan la capacidad de las bacterias para sobrevivir. Esto hace que sean más susceptibles a las infecciones en momentos determinados, como durante ciertas etapas del ciclo menstrual, el embarazo, la menopausia y tras una histerectomía total.
Se calcula que una de cada cinco mujeres tendrá al menos una infección del tracto urinario en su vida. Después de haber pasado por una, el riesgo de tener otras aumenta con cada infección que tenga. Según la Sociedad Española de Nefrología, tras un primer episodio de ITU sintomática, un 27% presentan una recurrencia confirmada a los seis meses posteriores.
Pese a todo, la cistitis también puede afectar a los hombres, sobre todo cuando se hacen mayores. Aunque son menos frecuentes, en ocasiones puede ser un indicador de un problema más serio e indican causas subyacentes como un problema con la glándula prostática.
Cuáles son los factores de riesgo (tanto en hombres como mujeres)
Los factores de riesgo de las ITU se clasifican en seis categorías, según determinan las Guías Europeas sobre Infecciones Urológicas:
- Mujeres sin factores de riesgo conocidos, como premenopáusicas no gestantes.
- En el caso de las infecciones recurrentes, los motivos suelen ser una actividad sexual, el uso de anticonceptivos, espermicidas, tener diabetes mellitus controlada, déficits hormonales tras la menopausia y algunos grupos sanguíneos.
- Factores de riesgo extra-urogenitales, que son las que tienen un riesgo mayor: inmunosupresión, enfermedades autoinmunes, embarazo, diabetes mellitus mal controlada.
- Factores de riesgo nefrológicos como poliquistosis renal o insuficiencia renal.
- Factores de riesgo urológicos: bacteriuria asintomática combinada con otros factores de riesgo como obstrucción ureteral por cálculos renales, catéter urinario, disfunción vesical neurogénica controlada o cirugía urológica.
- Factores de riesgo urológicos no corregibles como un catéter urinario permanente, obstrucción urinaria o vejiga neurógena no controlada.
Cómo pueden prevenir los hombres las infecciones urinarias
Los hombres tienen varias maneras de reducir el riesgo de sufrir una infección urinaria, como:
- Ir al baño para orinar tan pronto como se sienta la necesidad, no aguantarse las ganas.
- Beber agua con frecuencia para limpiar el sistema urinario.
- Lavarse los genitales antes de tener relaciones sexuales y animar a la pareja a hacer lo mismo.
- Orinar después de tener relaciones sexuales para eliminar las bacterias de la uretra
- En el caso de tener diabetes, controlar el nivel de azúcar en sangre.
Cómo pueden prevenir las mujeres las cistitis
Deben seguir los mismos consejos que los hombres y, además, deben tener en cuenta otros aspectos como:
- Después de ir al baño, limpiarse de delante hacia atrás para mantener las bacterias alejadas de la uretra.
- Hablar con el ginecólogo para determinar cuál es el mejor anticonceptivo.
- Mantener una adecuada higiene en la zona.
- Tratar las infecciones vaginales como la candidiasis de inmediato porque los microorganismos pueden estimular la cistitis.
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