¿Cómo funciona y cuánto cuesta Todacitan, el nuevo medicamento para dejar de fumar financiado por Sanidad?

Todacidan

Jordi Sabaté

23 de febrero de 2023 06:00 h

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En septiembre de 2021 la retirada de Champix del mercado ordenada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, (AEMPS), y el abandono de su fabricación por parte de Pfizer, debido a la presencia de impurezas de las cancerígenas nitrosaminas en el medicamento, reventó la estrategia española antitabaco.

Durante este año y medio muchos fumadores que deseaban combatir su dependencia del tabaco se han visto en una situación delicada debido al precio de los tratamientos más eficaces y a sus efectos adversos, que no son pocos en muchas personas.

Desde febrero, el servicio público de salud ha pasado a subvencionar Todacitan, un medicamento que ya lleva un año en el mercado y salió a un precio de 198 euros por un tratamiento con una duración de 25 días.

¿Qué es Todacitan?

Según el prospecto de la AEMPS , Todacitan ayuda para dejar de fumar y sirve “para aliviar la ansiedad que se produce cuando se deja de fumar”. Y añade: “El uso de Todacitan permite una reducción gradual de la dependencia de la nicotina mediante el alivio de los síntomas de abstinencia”.

Todacitan se basa en un principio activo vegetal llamado Citisina, que es un alcaloide análogo a la nicotina. Es decir que es identificado por los mismos receptores de esta y por tanto ocupa su lugar en el cuerpo, impidiendo que la citada nicotina haga su efecto.

El “truco” está en que a pesar de que el bloqueo de los receptores de la nicotina por la citisina elimina el ansia y los efectos adictivos de la primera, la segunda no genera adicción, al menos en periodos cortos, que son los que se fijan para el tratamiento.

De hecho, la citisina es un viejo conocido en Europa oriental, pues se encuentra en un árbol propio de la zona llamado laburno (Laburnum anagyroides), cuyas hojas se fuman desde antiguo como sustitutivo del tabaco.

Además, las semillas, las cuales contienen el alcaloide, sirven como calmante para el sistema nervioso central y en casos de dolores encefálicos y estados depresivos.

Según explica este artículo del British Medical Journal, en la Segunda Guerra Mundial las hojas eran fumadas por soldados de ambos bandos para pasar la abstinencia cuando escaseaba el tabaco, que era con frecuencia.

Posteriormente, en 1964 se fabricó en primer medicamento para dejar de fumar en base a la citisina, y se comercializó en Bulgaria bajo el nombre de Tabex.

Eficacia probada

Según diversos estudios publicados en prestigiosas revistas científicas como New England Journal of Medicine o Journal of the American Medical Association, la eficacia de este principio activo está probada.

En un estudio publicado en 2011 en The New England Journal of Medicine, el tratamiento con citisina durante 25 días mostró tasas de abstinencia a un año superiores a placebo.

Asimismo, la abstinencia sostenida a los seis meses fue del 10% de los pacientes tratados con citisina frente a apenas un 3,5% en el caso del placebo. Las cifras de riesgo relativo para abstinencia continua a los seis y doce meses fueron de 2,9% y 3,4% respectivamente.

Otro estudio de 2014 publicado en la misma revista comparó entre un tratamiento con citisina y Terapias Sustitutivas de la Nicotina (TSN).  Los pacientes que recibieron terapia con citisina durante 25 días presentaron tasas de abstinencia superiores a los de TSN al mes: en concreto del 40% frente al 31% tras ocho semanas con TSN. Además, el tiempo de recaída fue más largo con citisina que con TSN.

Finalmente, un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association comparaba la eficacia de la citisina frente a la vareniclina, otro principio usado para dejar de fumar y base de Zyntabac, medicamento en retirada en nuestro mercado.

Se observaron tasas de abstinencia tras 25 días con citisina del 11,7%, frente a un 13,3% tras doce semanas con vareniclina. Sin embargo, en este estudio, los pacientes con citisina presentaron menos efectos adversos que con vareniclina.

Efectos adversos

La retahíla de efectos adversos de Todacitan, que no tienen que aparecer en todo el mundo ni con la misma intensidad, es larga:

  • cambios de apetito
  • aumento de peso
  • mareos
  • irritabilidad
  • cambios de humor
  • ansiedad
  • aumento de la presión arterial
  • aumento de la frecuencia cardíaca
  • sequedad de boca
  • diarrea
  • estreñimiento
  • erupciones cutáneas
  • trastornos del sueño
  • dolor de cabeza
  • alteración del gusto
  • ardor de estómago
  • náuseas
  • vómitos
  • dolor abdominal
  • dolor muscular

Por ello no se recomienda su uso embarazadas, durante el periodo de lactancia ni en personas que hayan sufrido accidentes cerebrovasculares o tengan algún riesgo cardiovascular.

Tampoco se recomienda en personas de más de 65 años, menores de 18 años y en quienes sufren problemas de hígado o de riñón debido a la ausencia (o poca) experiencia clínica de uso en este tipo de personas.

Cómo debe tomarse Todacitan

Según se lee en su prospecto CIMA, un envase de Todacitan (100 comprimidos) es suficiente para un tratamiento completo con duración de 25 días. Todacitan es para uso oral y debe tomarse respetando la siguiente pauta: 

  • Del 1.º al 3.º día: 1 comprimido cada 2 horas y un máximo de 6 comprimidos
  • Del 4.º al 12.º día: 1 comprimido cada 2,5 horas y un máximo de 5 comprimidos
  • Del 13.º al 16.º día: 1 comprimido cada 3 horas y un máximo de 4 comprimidos
  • Del 17.º al 20.º día: 1 comprimido cada 5 horas y un máximo de 3 comprimidos
  • Del 21.º al 25.º día: 1-2 comprimidos al día y un máximo de hasta 2 comprimidos

¿Cuando cuesta el tratamiento subvencionado?

Todacitan tiene actualmente un precio de 116,93 euros. Según explica la OCU, “dependiendo del nivel de aportación que tenga que hacer el paciente, el coste de este medicamento para los trabajadores activos, mediante receta del Sistema Nacional de Salud, puede oscilar entre 46,77 euros y los 70,16 euros”. 

Hay que tener en cuenta que el servicio de salud, sea estatal o de la comunidad autónoma correspondiente, solo financia un tratamiento anual, por lo que si fracasamos en primera instancia, la lucha contra la recaída deberá salir de nuestro bolsillo.

Por otro lado, solo se financia el tratamiento a aquellas personas que estén inscritas en el programa de apoyo de deshabituación tabáquica que esté en marcha en la comunidad autónoma afectada.

Además, deberán demostrar motivación expresa para dejar de fumar, con constancia de un intento de dejar de fumar en el último año. También deben fumar diez o más cigarrillos al día y tener un alto nivel de dependencia según el test de Fagerström (puntuación igual o superior a 7).

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