Cuatro motivos por los que es importante tomarse unas vacaciones
A lo largo del año podemos pasar unas 40 horas trabajando cada semana, durante 52 semanas que hay aproximadamente en un año. Por tanto, buena parte del tiempo lo dedicamos al trabajo. Pero para muchas personas la llegada del verano es sinónimo de vacaciones. Tomarse un descanso en la vida diaria y desconectar un poco, aunque solo sea por unos días, es muy importante y beneficioso para la salud, tanto mental como física.
Y lo es especialmente este año, cuando la saturación y el cansancio tras la cuarentena todavía están presentes. Las vacaciones pueden ser un buen momento no solo para desconectar del trabajo sino también de las obligaciones del día a día.
Los cuatro beneficios de las vacaciones
Varios estudios han demostrado que disfrutar de un tiempo de vacaciones ayuda a mejorar la salud y la calidad de vida el resto del año. Y es que, aprovechar el tiempo para descansar, conectarse con los amigos y hacer cosas por puro placer puede ayudar a fomentar la creatividad, a generar alegría y, en general, permite desconectarnos de los factores estresantes de la vida cotidiana.
Algunos de los principales beneficios de las vacaciones que avala la ciencia son:
- Reducen el nivel de estrés: en una investigación sobre los efectos inmediatos y a largo plazo de unas vacaciones cortas (cuatro noches) sobre el bienestar y el estrés se demuestra que, independientemente de cómo se pasan las vacaciones, estas tienen efectos positivos sobre el estrés, la tensión y el bienestar. Las vacaciones funcionan para reducir el estrés al eliminar, de las personas, actividades y entornos que tienden a ser fuentes de estrés. Si bien estos efectos son mayores en aquellas personas que pasan las vacaciones fuera de casa, en las que se quedan en casa los beneficios son similares.
- Beneficios psicológicos: las vacaciones también pueden ayudar a mejorar ciertos síntomas de malestar psicológico como ansiedad y estrés y reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Una mente descansada y sin preocupaciones es, a menudo, más efectiva y creativa. En una encuesta realizada por la Asociación Americana de Psicología (APA) se demuestra que en el 68% de las personas que se han tomado vacaciones, su estado de ánimo es más positivo, el 66% tienen más energía y el 57% más motivación.
- Mejora de la salud cardiovascular: algunos estudios han demostrado que las personas que disfrutan de forma regular de un periodo de vacaciones tienen un menor riesgo de sufrir enfermedades del corazón. Una investigaciónde la Universidad Estatal de Nueva York, tras analizar a hombres de entre 35 y 57 años con riesgo a sufrir enfermedades del corazón, determinó que aquellos que no se tomaban vacaciones cada año tenían un 30% más de probabilidades de sufrir una patología cardíaca.
- Aumenta la productividad: tomarnos vacaciones también puede servir para mejorar nuestra capacidad de concentración y ser más productivos en el trabajo cuando lo retomamos. En un estudio sobre productividad, salario y tiempo libre, los expertos relacionan una tasa de aumento de la productividad en la empresa con mayor tiempo libre. En cambio, no tomarse unos días de descanso está relacionado con una falta de concentración y claridad mental, lo que afecta directamente en el trabajo. Una mejor concentración ayuda a los trabajadores a rendir más y, por tanto, les permite realizar más trabajo en menos tiempo.
- La clave es encontrar un entorno que facilite un descanso mental y físico que deje atrás el trabajo y otras preocupaciones. Un cambio de entorno, aunque no sea lejos, ayuda a desconectar más de las preocupaciones diarias.
Cuatro consejos para disfrutar de las vacaciones
Podemos preparar y encarar las vacaciones con estos consejos de la Agencia de Salud Pública de Catalunya (ASPCAT):
- Dedicar tiempo a uno mismo. Pensar en cosas que a uno le proporcionen satisfacción y hacerlas. No necesariamente las vacaciones tienen que ir ligadas a viajes lejanos o playas tropicales. El tiempo libre significa desconectar del trabajo diario y dedicarse a algo diferente que nos haga sentir bien. Puede ir desde un viaje en coche por carretera, una simple caminata por el bosque, una buena comida con amigos, leer un libro, escuchar música o simplemente cultivar un pequeño huerto. Es recomendable reservarse un tiempo para no hacer ni planificar nada. No debemos presionarnos para llegar a todo y satisfacer a todo el mundo.
- Ser realistas con las expectativas. Aunque no hayamos podido hacer el viaje soñado o el tiempo no ha sido el esperado, esto no tiene que estropearnos los días. Debemos aprender a valorar y disfrutar de las cosas que sí hemos podido hacer.
- Programar la desconexión de la rutina. Teléfonos móviles, tabletas y ordenadores nos pueden ayudar a planificar y organizar los viajes, pero en ocasiones pueden convertirse en uno de nuestros enemigos a la hora de disfrutar de las vacaciones. Hacer un uso responsable de estos dispositivos nos ayudará a valorar más y mejor nuestro tiempo de ocio.
- Planificar las vacaciones para que no todo recaiga sobre uno mismo (preparación de comida, cuidado de menores o personas mayores, etc.). Todos los miembros de la familia deben ayudar para repartir mejor las tareas y reducir la carga en una sola persona.
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