Con la edad cambian muchas cosas en todos los organismos y en todos sus órganos y miembros… Y, por descontando, eso influye también en lo genital y en lo no genital. “El deseo disminuye con la edad, la fisiología del orgasmo, la presencia de enfermedades y, por supuesto, el funcionamiento de nuestros genitales”, lo cual no es óbice para que sigamos activos sexualmente, de hecho, según el urólogo Eduard García Cruz, “una de cada cuatro personas lo son más allá de los 80 años... y como dato importante, las personas sexualmente activas viven más años y con mejor salud”.
Ahora bien, ¿cómo cambian los genitales, en concreto, los masculinos, que son los más sobresalientes? Muchos hombres tienen la impresión de que su pene “se encoge” conforme van cumpliendo años. Les preguntamos a varios expertos de distintas disciplinas si se da el caso o es solo una 'desilusión' óptica. Alfonso Antona, psicólogo, antropólogo y experto en salud sexual y reproductiva, enuncia que “lo que sucede no es que el pene encoja, lo que pasa es que aumenta la grasa púbica y esto hace que la longitud del pene se perciba como más pequeña”.
A esa grasa, la psicóloga especializada en sexología Carme Sánchez Martín le suma “la reacción de los testículos y todos los órganos sexuales ante la ansiedad o una situación de miedo/alerta, que tienden a retraerse, como a protegerse, y por lo tanto a disminuir de tamaño (de ahí las expresiones ”acojonarse“ o ”ponerse los huevos de corbata“), nos ayuda con una imagen gráfica.
Alicia Gallotti, escritora con casi dos decenas de exitosos libros sobre sexualidad en su bibliografía, niega categóricamente que el pene encoja con la edad, “lo que pasa es que los hombres suelen engordar con los años, la barriga aumenta de tamaño y, cuanto más aumenta su tamaño, más se estira la piel del prepucio, lo que provoca la sensación de que el pene se ha reducido. También si la barriga oculta al pene, el efecto óptico es de disminución de tamaño; pero no es real”.
Nos invita a visualizar “una playa nudista, donde los viejos muy delgados parecen tener el pene muy grande, mientras que los gorditos parecen tenerlo mínimo; pero luego, en erección, vuelve al tamaño habitual y responde igual”, tranquiliza la autora. García Cruz, experto en medicina sexual y problemas de próstata, nos aclara desde el punto de vista fisiológico por qué entonces existe esa percepción masculina.
“En primer lugar”, dice Cruz, “porque los hombres tienden a engordar con la edad, y eso hace que el pene se esconda. En segundo lugar, las hormonas sexuales masculinas, principalmente la testosterona, descienden con el tiempo. Esas hormonas son necesarias para el correcto funcionamiento del pene, por lo que, al disminuir, podrían hacer que el pene se acortara”. Si la causa es esta última, el tratamiento puede pasar por “una suplementación con testosterona, por ejemplo, que funciona muy bien para los hombres con niveles bajos de hormona; o por los fármacos de la familia de la ”viagra“, que han revolucionado la sexualidad”.
Extensores de pene; una posibilidad
Ya sea por la edad o por la dotación natural del varón, muchos optan por probar con extensores de pene, que, en opinión del urólogo, “funcionan muy bien, sobre todo para alargarlo y para la incurvación de pene (llamada enfermedad de Peyronie). Eso sí, hay que ser regulares y usarlos mucho tiempo”.
Otra opción son las cirugías, que, a su juicio, “en realidad son más cosméticas que otra cosa... El pene no se alarga realmente en la mayoría de casos y no son ni para la mayoría de personas ni para la mayoría de cirujanos”. Se refiere a que “hay que individualizar muy bien el tratamiento en hombres que solicitan este tipo de técnicas, informarles muy bien”. Y subraya la importancia de que “estas intervenciones tienen necesariamente que llevarse a cabo por uroandrólogos expertos”.
Paradójico es que el pene encoja y, en cambio, los testículos aumenten de tamaño y cuelguen más. Antona apunta a la teoría más popular, la de la ley de la gravedad, y García Cruz, fuera de bromas, saca a relucir “algunos estudios muy curiosos que dicen que los testículos aumentan en función del número de hijos: a más hijos, mayores testículos”. La respuesta más ortodoxa es que “el músculo del escroto -el escroto está formado por piel ”mezclada“ con músculo- puede ser más laxo con la edad, con lo que los testículos colgarían más, serían más aparentes”.
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