¿Cómo identificar qué insecto me ha picado?

Picadura de insecto

Marta Chavarrías

12 de julio de 2022 23:37 h

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Mosquitos, arañas, abejas, pulgas, avispas... Insectos de todo tipo están en pleno auge en verano. Y es que, a medida que llega el buen tiempo, la exposición a picaduras aumenta. Aunque la mayoría no son graves y pueden tratarse de manera segura en casa, en ocasiones pueden infectarse, causar una reacción alérgica o incluso propagar alguna enfermedad, como la malaria o la enfermedad de Lyme.

Cuando un insecto nos pica, inyecta en nuestro cuerpo veneno que hace que nuestro sistema inmunológico responda. A menudo, la respuesta inmediata del cuerpo incluye enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la mordedura. Las sustancias tóxicas actúan de manera local o sistémica, en función de la clase de insecto, la cantidad de sustancia tóxica y la respuesta de nuestro organismo. 

Por tanto, no es lo mismo que nos pique un mosquito, una araña, una garrapata o una avispa. Y, si somos sensibles al veneno de un insecto, podemos sufrir una afección más grave. Si no hemos visto qué nos ha picado es posible que podamos identificarlo por la apariencia de la picadura

Lo que nos dicen las picaduras 

Los síntomas de las picaduras de insectos proporcionan pistas sobre la causa y la gravedad. La mayoría causan pequeñas protuberancias rojas con dolor, picor o ardor. Otras, ampollas o ronchas. Veamos algunas pistas de las picaduras más comunes: 

Abejas

Aunque normalmente no son agresivas, tienden a picar cuando ven amenazada la colmena o se sienten agredidas. La mayoría de las picaduras de abeja provocan dolor, hinchazón, picor y enrojecimiento, de aproximadamente un diámetro menor de diez centímetros y dolor más o menos intenso.

Suele durar unas horas. Sabremos que ha sido una abeja porque nos ha dejado una gran pista: el aguijón clavado en la piel. Es importante quitarlo lo más rápido que podamos con cuidado, con unas pinzas si es posible, y asegurarnos de que no queda nada dentro porque en él es donde está el veneno. Tras retirar el aguijón es importante lavar la zona con jabón y agua.

También podemos aplicar un poco de hielo sobre la piel. Tras el ataque, la abeja muere. Las reacciones alérgicas graves requieren atención médica urgente.

Avispas

La picadura es muy dolorosa y se asemeja a la de la abeja aunque, a diferencia de estas, no dejan aguijón y no mueren, por tanto, pueden picar varias veces. Además, puede estar un poco caliente al tacto, provocar picazón e hinchazón. Esta zona hinchada suele quedar coronada por un pequeño punto central y una marca blanca, señal por donde el aguijón ha perforado la piel. 

Mosquitos

Por desgracia, en verano estamos muy familiarizados con el zumbido de estos insectos y sus molestas picaduras. Los mosquitos se alimentan de sangre humana, les encanta el agua estancada y se reproducen rápidamente en condiciones que les son adecuadas. 

La picadura suele tomar un aspecto enrojecido, en forma circular, con un punto rojo en el centro y una pequeña protuberancia con picazón. En ocasiones puede inflamarse ligeramente y provoca picor que genera la saliva que inyectan estos insectos al succionar la sangre. Es frecuente que aparezca más de una picadura en la misma zona.

Chinche

Las picaduras no son dolorosas y aparecen sobre todo en áreas expuestas durante el sueño y, en general, en grupos o líneas rectas a lo largo de la piel. Se reconocen porque suelen picar en manada, por tanto, dejan rastro en forma de múltiples erupciones rojizas. La saliva de los chinches, igual que los mosquitos, contiene un anestésico. 

Aunque no todas las personas desarrollan síntomas perceptibles, cuando aparecen lo hacen en forma de hinchazón, con una mancha oscura en el centro y que puede convertirse en ampolla.

Hormigas

Aunque las variedades de hormigas más comunes no suelen picar ni morder, las rojas y las voladoras pueden hacerlo ocasionalmente, cuando se sienten amenazadas. Tienen un tóxico bastante débil en su picadura, por lo que normalmente solo provoca una pequeña marca roja en la piel

Arañas

Si bien la mayoría de las arañas no representan una amenaza para los humanos y sus mordeduras (que no picaduras) son inofensivas y levemente irritantes y no son peligrosas por regla general, sí hay algunos tipos (viuda negra ibérica o araña vagabunda) cuyas mordeduras pueden tener mayor gravedad. Las arañas de la clase viuda inyectan un veneno que contiene una neurotoxina que provoca agitación psicomotriz y contractura muscular generalizada. 

En la mayoría de los casos aparece una mancha roja en la piel con dos puntos en el centro, que son las marcas que dejan los dientes tras la mordedura. También puede aparecer una roncha, seguida de enrojecimiento y sensibilidad. Las reacciones alérgicas graves a la picadura de una araña pueden requerir atención médica.

Garrapatas

Cuando pican estos parásitos, suelen quedarse asentadas en la piel, donde se adhieren con fuerza y se van hinchando a medida que chupan la sangre. La picadura suele ser de un rojo intenso, con erupciones, sarpullido, sensación de ardor y dolor, en ocasiones con ampollas o dificultad para respirar

En algunos casos incluso podemos encontrar la garrapata adherida en nuestra piel. En este caso es importante extraerla con cuidado, con unas pinzas, para evitar que la cabeza quede dentro de la piel. 

Pulgas

Estos insectos diminutos disfrutan alimentándose de nuestra sangre y la de nuestras mascotas. Suelen actuar de manera similar a los chinches, en grupo, por lo que suelen aparecer pequeñas protuberancias rojas, en grupos de tres o cuatro, en línea recta

Suelen hacerlo en zonas del cuerpo cálidas y húmedas, como axilas, ingle o pliegues de los codos y rodillas, aunque también en las áreas de fácil acceso como tobillos. Las picaduras de pulgas suelen provocar mucho picor, dolor y una erupción o urticaria cerca del sitio de la picadura

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