Quizá sea actualmente el producto estrella de nuestro armario de las medicinas, aquel que cuando se agota dispara todas las alarmas domésticas y nos empuja a la farmacia más cercana para reponerlo. Y es que el Ibuprofeno no puede falta porque, creemos, cura casi todas las molestias domésticas. Si bien la realidad no es exactamente esta, sí es cierto que para una buena parte de los procesos inflamatorios más comunes y leves tiene una respuesta rápida y eficaz.
Sin embargo, otro cantar es que se pueda tomar a discreción como muchas veces se hace: como si fuera inocuo y no tuviera efectos secundarios, sobre todo en condiciones de abuso. Y no es así: son varias tanto las contraindicaciones como los riesgos de tomar más dosis de la cuenta. Desde problemas gastrointestinales a úlceras en caso de uso crónico, pasando por posibles problemas renales y un comprobado aumento del riesgo de trombosis arterial, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), se derivan de tomar Ibuprofeno en dosis excesivas.
Dicha agencia, en sendas revisiones procedentes de ensayos clínicos, estudios observacionales y metaanálisis, confirmó entre 2012 y 2015 que dosis altas de ibuprofeno se asocian con un mayor riesgo de trombosis arterial, con serias consecuencias tanto cardiovasculares como neurológicas. La AEMPS estableció una dosis máxima a partir de la cual se entra en zona de riesgo, aunque dependerá de cada persona, la edad, etc.
La dosis máxima
En concreto, la AEMPS estableció la dosis máxima en 2400 miligramos al día; alcanzar esta cifra o superarla, de una manera habitual en nuestra vida diaria, implica aumentar significativamente el riesgo de trombosis por coágulos sanguíneos, dejando aparte probables problemas de úlceras y hemorragias estomacales, etc.
Este tope implica cuatro comprimidos de la modalidad más habitual de Ibuprofeno, que son las cajas de unidades de 600 miligramos. Es decir que tres no es en absoluto recomendable ingerir más de tres comprimidos de Ibuprofeno al día y por norma. Otra cosa es que puntualmente nos lo prescriba un médico como parte de un tratamiento con fechas de inicio y final, pero debemos ser conscientes de que el Ibuprofeno no es una barra libre.
Por otro lado, tanto la Agencia Europea del Medicamento (EMA) como la AEMPS destacan que este medicamento está fuera de riesgo en pacientes normales a partir de dosis de 1.200 miligramos al día o inferiores, es decir dos comprimidos de 600 miligramos diarios. Ahora bien, las agencias no descartan riesgos para el sistema gástrico en la ingesta diario habitual de Ibuprofeno, aunque sea a estas dosis bajas. En general, este medicamento no se puede convertir en un hábito.
¿Comprimidos de 600 o 400?
En España la gama más comercializada, y consumida, de Ibuprofeno es la caja con comprimidos de 600 miligramos, frente al estándar europeo, que consume mayoritariamente comprimidos de 400 miligramos. Hay diversas razones para esta diferencia, algunas de ellas claramente inexplicables, como que la caja de 600 miligramos con 40 comprimidos esté subvencionada y cueste 1,97 euros, mientras que la caja de 30 comprimidos de 400 miligramos valga 2,06 euros.
A este respecto, los farmacéuticos aseguran que para molestias normales y leves, los comprimidos de 400 miligramos son sobradamente eficaces frente a los de 600, que deben reservarse para dolores menstruales o bien para tratamientos prescritos por médicos como artritis, dolores musculares derivados de lesiones lumbares y otros. Adicionalmente a su eficacia, los comprimidos de 400 miligramos permiten dosificar mejor la ingesta a lo largo del día sin superar las cantidades máximas recomendadas.
Ibuprofeno: no es un remedio universal
Muchas personas creen que el Ibuprofeno es un remedio universal que tanto cura un dolor de cabeza como una contusión, y no es así. Este medicamento es un antiinflamatorio, y como tal tiene, por ejemplo, poca incidencia a nivel neurológico. Es decir que no cura estrictamente el dolor desactivando a los nervios que conducen esta sensación al cerebro, no es un analgésico.
Lo que hace el Ibuprofeno es desinflamar zonas, y con ello reducir la compresión sobre los nervios y permitir la circulación sanguínea. Por lo tanto, no es adecuado para un dolor de cabeza ni ayudará a reducir la parálisis dolorosa que nos provocaría un pinzamiento de espalda -lo que llamamos “quedarnos clavados”-, así como tampoco servirá para parar un dolor de muelas.
Otro uso adicional que tampoco debe conferírsele es el de remedio contra la gripe, puesto que es un destructor de las plaquetas del plasma, con lo que ayuda al virus en lugar de combatirlo. En tales casos se indica el Paracetamol. El Ibuprofeno es bueno para curar contusiones, lesiones musculares, menstruación y otros fenómenos inflamatorios. Y sí: se recomienda para la resaca.
Si no te quieres perder ninguno de nuestros artículos, suscríbete a nuestros boletines
suscríbete a nuestros boletines