Origami: siete beneficios para la salud de hacer figuras con papel plegado

Barquitos de papel de origami

Cristian Vázquez

31 de marzo de 2023 23:00 h

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El origami es la técnica que permite crear diferentes formas y figuras a través del plegado de papel. Se ha difundido por todo el mundo como parte de la tradición del Japón, aunque sus orígenes se remontan a la China de los primeros siglos de nuestra era. Suele asociarse culturalmente con el respeto a la naturaleza y con el deseo de paz.

Una de sus grandes ventajas es que su desarrollo solo necesita una hoja de papel. Sus efectos positivos, sin embargo, son múltiples. “El origami es un pasatiempo pacífico, un arte hermoso, una manualidad, una ciencia y una meditación, todo en uno”, como apunta ‘El libro del origami antiestrés’, de Samuel Tsang, experto en estas técnicas.

Es por ello que, en los últimos años, la ciencia se ha interesado por los variados beneficios de la también llamada papiroflexia (la etimología de esta palabra es la misma que la de origami: significan “plegado de papel”). Se han publicado numerosos estudios al respecto.

A continuación se enumeran siete de los principales beneficios del origami, más allá del mero entretenimiento.

1. Mejora la destreza manual en los niños

Los efectos positivos sobre la coordinación de los movimientos manuales y la motricidad fina están entre los más notorios de la papiroflexia. Esto es valioso sobre todo entre los niños pequeños, como lo comprobó un trabajo de la Universidad de Valladolid, publicado en 2019.

Ese estudio, realizado a partir de una experiencia con niños de entre cuatro y cinco años de edad, destaca las mejoras obtenidas en los movimientos y la habilidad manual de los pequeños.

Y también en la motivación: aunque al principio “no entendían por qué estaban doblando papel”, pronto se sintieron incentivados por las figuras que surgían como fruto de su trabajo.

2. Ejercita la capacidad de atención

Por medio de la papiroflexia se pueden obtener toda clase de figuras, a través de procedimientos que van desde los relativamente simples hasta otros muy complejos.

En cualquier caso, para alcanzar el objetivo deseado hay que seguir las instrucciones con precisión. Y esto exige poner mucha atención y concentración en la tarea.

3. Estimula la imaginación y la creatividad

En principio, como se ha señalado, crear origamis obliga a seguir instrucciones precisas. Luego, al familiarizarse con el plegado y al descubrir cómo a partir de una hoja de papel plana se obtienen complejas formas tridimensionales, quienes se dedican a estas actividades aprenden a introducir variantes sobre los modelos ya existentes.

Y luego, cuando adquieren más conocimientos, pueden crear figuras nuevas. En ese sentido, la imaginación y la creatividad desempeñan un rol fundamental para desarrollar variaciones y nuevos modelos.

4. Reduce el deterioro cognitivo

Esta característica es clave para impulsar la práctica del origami entre los adultos mayores. La papiroflexia “es un tipo de arteterapia con múltiples propósitos y alcances”, afirma la neuropsicóloga Adela Hernández Galván en un texto titulado “El origami como herramienta de estimulación cognitiva”.

Esta actividad -explica la especialista- “involucra muchos procesos cognitivos”, por lo cual funciona como una medida preventiva contra los efectos normales del envejecimiento, como una “alternativa de tratamiento no farmacológica para personas con demencia”, e incluso puede “extenderse a sus cuidadores con fines terapéuticos”.

Un estudio de la Universidad de Granada comprobó que el deterioro cognitivo en adultos mayores puede comprobarse en factores en los cuales el origami ejerce sus beneficios, como la capacidad de atención y la memoria de trabajo, así como la fluidez verbal y el potencial de aprendizaje.

5. Favorece la memoria

Uno de los procesos cognitivos involucrados en la papiroflexia es la memoria: a medida que pliega papeles y crea figuras, la persona va recordando técnicas, recursos y procedimientos. Estos efectos positivos del origami fueron confirmados en una experiencia realizada en Madrid en 2014.

La psicóloga Cristina Belló Emilas, a cargo del trabajo, estudió con un grupo de adultos mayores que participaban en un programa de entrenamiento de la memoria. Algunos de ellos se sumaron a un taller de origami, mientras que los demás no lo hicieron. El resultado en el primer grupo fue “un mejor rendimiento en atención, memoria y funciones ejecutivas”.

“En la medida en que los mayores han aprendido a plegar por primera vez -apunta el documento, publicado por la revista de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia- han puesto en marcha estrategias que demandan mayor esfuerzo, y que contribuyen a crear reserva cognitiva”.

6. Ayuda a aprender matemáticas

Muchos de los estudios más recientes se han centrado en el valor el valor del origami para la enseñanza de las matemáticas, en particular de la geometría. “En la práctica del origami se combinan diferentes inteligencias”, señala un trabajo de 2019 que comparó el uso del origami en la enseñanza de las matemáticas en China y Norteamérica.

El texto añadía que, cuando los estudiantes “doblan y pliegan papel en diferentes formas y estructuras, desarrollan habilidades que involucran el razonamiento espacial”, lo cual contribuye con su aprendizaje de nociones como fracciones, geometría y otras.

Un estudio del año pasado, por su parte, subraya la existencia de “ejemplos de origami que han sido de gran ayuda para resolver problemas matemáticos” y “cómo aprender origami puede ayudar a una mejor comprensión de las matemáticas”, pues mejora la conciencia espacial y la ejecución lógica, además de habilidades no cognitivas y la destreza de los dedos.

7. Contribuye con la relajación y con el bienestar

Al igual que otras actividades manuales que exigen mucha concentración y por lo tanto olvidarse por un rato del ritmo a menudo frenético de la vida cotidiana, hacer origamis es una práctica que ayuda a relajarse y a reducir los niveles de ansiedad. Es una actividad “antiestrés”, como indica el título del citado libro de Samuel Tsang.

Más aún: los estudios sobre los efectos del origami también destacan otros beneficios, como el desarrollo de la constancia, la paciencia y la tolerancia a la frustración, ya que en general es necesaria mucha práctica para que las figuras de papel por fin queden bien. Cuando esto sucede, la autoestima resulta fortalecida.

Y un último beneficio: permite que los miembros de un grupo o una familia compartan tiempo de calidad, algo que no siempre es sencillo, sobre todo entre personas de distintas generaciones.

Tsang destaca la “fascinación” que el origami genera en los niños, gracias a su “cualidad mágica” de convertir una hoja plana en una figura 3D. Vivimos en tiempos de pantallas casi omnipresentes, añade el experto, pero si le das a un niño un ave de papel que aletea “puedes ver cómo se le ilumina la cara con una sonrisa genuina”.

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