Está claro que el sexo es un aspecto fundamental en cualquier relación de pareja. Sobre lo que no hay datos precisos es acerca de la cantidad y la frecuencia de las relaciones sexuales que es necesario practicar para tener, en este sentido, una vida plena. Si bien una buena parte de esta cuestión varía de persona a persona, la ciencia ha procurado determinar algunos parámetros válidos para todas las personas.
Así es como un equipo compuesto por investigadores de la Universidad Estatal de Florida y la Universidad de California, ambas de Estados Unidos, llegó a la conclusión de que tener sexo cada dos días constituye una clave para la unión y el bienestar de la pareja.
¿Por qué cada dos días? Los investigadores analizaron dos estudios previos que involucraban datos de 214 parejas de recién casados, y comprobaron que “la satisfacción sexual se mantiene en niveles elevados hasta unas 48 horas después de haber tenido relaciones”. Para referirse a esa duradera satisfacción posterior, los científicos utilizan la palabra afterglow, que es el resplandor que puede todavía verse en el cielo después de la puesta de sol. Tener sexo cada dos días, entonces, impide que ese resplandor sexual se apague.
El trabajo, publicado hace algunas semanas en la revista especializada Psychological Science, constató también que, entre cuatro y seis meses después, las parejas que en promedio tuvieron sexo cuatro días a la semana sentían una mayor satisfacción y bienestar en la relación que las que no habían alcanzado esa cantidad.
Según Andrea Meltzer, investigadora que lideró el estudio, “las personas con mayor persistencia sexual, es decir, las que mostraron un nivel más alto de satisfacción 48 horas después del sexo, tienen mayores niveles de satisfacción en su pareja varios meses después”. Meltzer señaló, además, que la importancia de la investigación radica en el hecho de que sus resultados se suman a los de trabajos anteriores, que ya destacaban el papel del sexo como factor clave para “mantener a las parejas unidas”.
Una vez por semana, un buen número
A finales de 2015, otro estudio había revelado algunas pautas de la relación entre sexo y bienestar. En esa ocasión, científicos de la Universidad de Toronto Mississauga, Canadá, analizaron los resultados de tres estudios, los cuales tomaron datos de más de 30.000 personas. Su principal conclusión fue que “más no siempre es mejor”: la clave, según este trabajo, consiste en tener sexo una vez por semana.
Los investigadores Amy Muise, Ulrich Schimmack y Emily Impett explicaron que la gráfica que mejor define la relación entre la cantidad de relaciones sexuales y el bienestar no es una línea recta, sino que se hace curva a medida que la frecuencia aumenta. Esto quiere decir que a mayor frecuencia de las relaciones sexuales, más felicidad, pero solo hasta que ese ritmo llega a una vez por semana. Si se tiene más sexo, el bienestar no se reduce, pero las diferencias son muy poco significativas.
El trabajo de los científicos canadienses introdujo en sus encuestas otra variante para evaluar el nivel de bienestar: los ingresos económicos. Hallaron así que, entre las personas que mantenían relaciones sexuales con una frecuencia similar, las de mayores ingresos evidenciaron signos de también mayor felicidad.
Luego hicieron otra comparación, cuyos resultados resultan quizá más curiosos. Por un lado había un grupo de personas que habían mantenido sus ingresos económicos y aumentado su frecuencia sexual hasta la cifra de una vez a la semana. Por el otro, personas que pasaban a recibir más dinero pero mantenían una misma frecuencia de relaciones sexuales, una cantidad inferior a una vez por semana. Las personas que exhibieron mayores signos de bienestar fueron las del primer grupo, lo cual quiere decir que -al menos según esta investigación- el sexo genera mayor felicidad que el dinero.
¿Cuánto debe durar el coito?
Un tercer trabajo aporta otro dato interesante, que asocia sexo y tiempo. Pero en este caso no se trata de la frecuencia de las relaciones, sino de su duración. Está bastante difundida la idea de que, cuanto más extenso sea el acto sexual, más placentero es. Pero ¿es realmente así?
Eric Corty y Jenay Guardiani, investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, preguntaron a 50 sexólogos de la Sociedad para la Terapia e Investigación Sexual de Estados Unidos y Canadá cuál es la duración más apropiada para el coito. La opinión de la mayoría fue que lo deseable es que se extienda entre 7 y 13 minutos. Incluso un encuentro sexual de entre 3 y 7 minutos fue calificado como “adecuado” por parte de estos especialistas.
Si la relación dura 1 o 2 minutos, los terapeutas la señalaron como “demasiado breve”, mientras que si supera los 13 minutos es “demasiado larga”. ¿Cuál es el problema de que dure mucho? No solo el agotamiento que el cuerpo puede comenzar a experimentar, sino también irritaciones y molestias. Por ello, la conclusión del trabajo apunta que “estos datos pueden ayudar a cambiar las expectativas” y evitar una situación de angustia y estrés, ya que “tratar de alcanzar una meta que no es razonable puede ocasionar perjuicios psicológicos”.
Más beneficios del sexo frecuente
Practicar relaciones sexuales con frecuencia tiene muchas otras consecuencias positivas. Además de contribuir con el bienestar de personas y parejas, funcionan como un ejercicio físico, previenen la depresión e incluso tienen sus beneficios en relación con problemas como el insomnio y enfermedades cardiovasculares y de la piel, entre otras. Y más aún: según un estudio de la Universidad McGill, de Canadá, las mujeres que tienen más sexo desarrollan en mayor medida el tejido nervioso del hipocampo, área del cerebro vinculada con cierto tipo de memoria.
En concreto, estas mujeres desarrollaron más el tipo de memoria abstracta que se pone en práctica al tener que recordar palabras. En cambio, para recordar caras, el grado de memoria de estas mujeres fue similar al de aquellas cuya frecuencia sexual era menor. Según los autores de la investigación, publicada a finales de 2016 en la revista Archives of Sexual Behavior, entre las claves de este beneficio se encuentran algunas de las características del sexo ya mencionadas: el ejercicio físico y menos depresión y estrés. Y también el hecho de que algunas sustancias químicas que el cuerpo libera al tener relaciones sexuales están asociadas con la memoria.
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