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Moringa oleifera es un árbol con origen en el norte de la India, a los pies del Himalaya, de la familia de las brasicáceas. Ha demostrado crecer en todo tipo de terrenos, incluso los áridos, por lo que su cultivo está muy extendido.
Famosa en Asia por sus virtudes culinarias y sus atributos medicinales, se ha expandido por la franja de los trópicos, siendo profusamente usada en toda Latinoamérica, desde el norte de México a Argentina.
Hoy en día, sin embargo ha dado el salto a la dietética y la parafarmacia en forma de innumerables suplementos a los que se les atribuyen las siguientes virtudes:
- Fungicida
- Bactericida
- Eficaz contra el colesterol
- Depresora cardiovascular
- Reductora del colesterol
- Antidiabética
- Anticancerígena
- Antioxidante
- Depuradora de aguas
- Rica en aminoácidos esenciales
- Rica en vitaminas
- Rica en minerales
¿Tienen base sus atributos?
Lo cierto es que algunos estudios indican que podría tener compuestos anticancerígenos. Por ejemplo, se han estudiado los efectos de los preparados de sus hojas en ratones de laboratorio, desvelando que son eficaces anticancerígenos contra el cáncer de pecho y el colorrectal.
Aunque esto no significa que en las cantidades que podemos ingerir estos preparados sean eficaces en humanos a este fin, sí se han aislado de las hojas principios antitumorales como el ß-sitosterol, un esterol que ha demostrado buenos resultados en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata.
También se ha demostrado una gran actividad antioxidante de sus hojas gracias a su riqueza en vitaminas como la A, varias del grupo de las B, la C y la E o tocoferol.
Por otro lado, 100 gramos de hojas aportan casi medio gramo de calcio, lo que la hace una fuente valiosa en muchas partes del mundo donde, por ejemplo, no existe un consumo de lácteos como fuente importante de este compuesto. También destaca su aporte en fósforo.
A este respecto, destacar que sus hojas, con un aspecto similar a las de las acacias, pero no tan leñosas, pueden consumirse crudas en ensalada o cocidas, y que aportan casi un gramo de fibra por cada 100, muy pocas grasas, seis gramos de proteínas y casi 15 gramos de hidratos de carbono.
Por otro lado, la Moringa oleifera se comercializa en polvo con objetivos medicinales y preventivos, y también como aditivo para diferentes comidas, aunque su eficacia preventiva en humanos en esta forma de ingesta no está definida. También sus hojas pueden consumirse cocidas.
Un aceite nutricionalmente interesante en su semilla
Aunque la mayor parte de la semilla es agua, el aceite que se extrae del germen de sus semillas es muy interesante desde el punto de vista nutricional por sus cualidades, entre las que destaca su riqueza en esteroles.
Estas son sustancias capaces de capturar el colesterol intestinal que aportan otros alimentos al metabolismo y secuestrarlo para evitar que entre en el organismo y haga subir los niveles de colesterol LDL o malo.
Destacan entre estos esteroles el kaempferol, el campesterol, el estigmasterol, el beta-sitosterol -antes citado por su poder antitumoral-, el 5-avenasterol y el clerosterol, entre otros.
Además de estos compuestos reductores del colesterol, que confirmarían su poder cardioprotector, destaca su riqueza en ácido oleico de casi el 66%, uno de los porcentajes más altos en semillas. El ácido oleico, el mismo del aceite de oliva, destaca por su poder antioxidante y antiinflamatorio.
El aceite de moringa, además, también destaca porque su porcentaje de ácidos saturados palmítico y esteárico, similares a las grasas animales, no alcanzan el 10% y el 7% respectivamente.
Estos datos, junto a su riqueza en vitamina E y compuestos similares, así como el rendimiento de su cultivo, lo hacen una alternativa muy interesante al aceite de palma en el Tercer Mundo.
Potabilizadora de aguas
El último aspecto fascinante de esta planta es su capacidad para purificar aguas contaminadas. Así, la Moringa oleifera se utiliza en la depuración de aguas tanto por las virtudes fungicidas de su corteza como por las bactericidas de sus hojas.
Además, su vaina y sus semillas presentan un polielectrolito catiónico capaz de unirse a los iones negativos y precipitar materia orgánica en suspensión con cargas aniónicas y responsable de la turbidez, facilitando así su decantación.
Estas virtudes y el hecho de que sea un producto fácilmente cultivable en el trópico, así como una alternativa al sulfato de aluminio -el floculante que normalmente se usa y que no es biodegradable-, ha hecho que algunas ONG estudien su implantación en comunidades rurales del Tercer Mundo para aumentar su autosuficiencia y sus niveles de acceso al agua potable.
Interacciones con medicamentos y efectos adversos
De todos modos, si decidimos iniciar una suplementación con extractos de esta planta, deberemos consultar antes con un médico, pues puede tener interacción con determinados medicamentos.
- Levotiroxina. Se utiliza para combatir problemas de tiroides. Los compuestos en la hoja de moringa pueden ayudar a la función tiroidea, pero no deben tomarse en combinación con otros medicamentos para la tiroides.
- Cualquier medicamento que el hígado deba degradar. El extracto de moringa puede disminuir la rapidez de este proceso, lo que podría provocar varios efectos secundarios o complicaciones.
- Medicamentos para la diabetes. Los medicamentos para la diabetes se utilizan para reducir el azúcar en sangre, para lo cual la moringa también es eficaz. Es vital asegurarse de que los niveles de azúcar en sangre no bajen demasiado.
- Medicamento para la presión arterial alta. La moringa ha demostrado ser eficaz para reducir la presión arterial. Usar moringa junto con otros medicamentos que reducen la presión arterial puede hacer que baje demasiado.
También se han relatado casos de erupciones cutáneas y pruriginosas derivadas de la ingesta de extracto de esta planta.
Por otro lado, las virtudes anticoagulantes de la Moringa aconsejan a personas con problemas de coagulación de la sangre que se estén tratando con medicamentos a tal fin, que consulten con su médico antes de suplementarse.
Tampoco se aconseja su uso a embarazadas o mujeres en periodo de lactancia, puesto que no se descartan posibles efectos abortivos en la Moringa. Finalmente, puede tener un efecto laxante indeseado.
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