Las mentiras de PP, Ciudadanos y Vox sobre los chiringuitos, la pobreza y la educación en Madrid

Isabel Díaz Ayuso (PP): “Madrid es la región menos endeudada de España”

Falso. Madrid no es la comunidad autónoma –que no región– menos endeudada de España, se mire como se mire. Si se calcula en porcentaje del PIB, la menos endeudada es el País Vasco. Si se ordena en deuda per cápita, la menos endeudada es Canarias. Si se mide en millones de euros, la menor deuda la tiene La Rioja.

Isabel Díaz Ayuso: “Decía hace poco el señor Gabilondo que en la Comunidad de Madrid había 197.000 niños en situación de pobreza. Eso no es cierto. Eso es en toda España”

Falso. En Madrid hay 197.000 niños en situación de pobreza alta, según los datos del INE. En España son 1,2 millones. Y con “pobreza alta”, una definición técnica aceptada en todo el mundo, se entiende por familias que viven con menos del 40% de la mediana de renta por unidad de consumo. Traducido en cifras españolas: un adulto con un menor a su cargo que gana menos de 615 euros al mes, o una pareja con un niño que viven con menos de 852 euros mensuales para los tres.

El 17% de los niños madrileños sobreviven así. La mayor parte de ellos está en barrios donde no hay “atascos por la noche”, de esos que añora Isabel Díaz Ayuso, porque muy pocos tienen dinero para salir a cenar.

Isabel Díaz Ayuso: “Precisamente en Madrid es donde tenemos menos índice de pobreza”

Falso. El porcentaje de personas en riesgo de pobreza en Madrid es del 16,9%, según el INE. Es más alto que en el País Vasco (9,7%), Navarra (8,3%), La Rioja (9,7%), Asturias (12,6%), Aragón (13,3%) y Castilla y León (15,4%).

Rocío Monasterio (Vox): “Chiringuitos son los que hemos descubierto en Andalucía. Porque resulta que de los 49 millones de fondos de la violencia de género que tenían que llegar a las mujeres maltratadas solo llegaban 1,2 millones”.

Falso. El presupuesto de la Junta de Andalucía para la lucha contra la violencia de género es de 42 millones, no de 49. Al menos esos eran los fondos que antes tenían: con el tripartito gobernando Andalucía, está por ver que esa inversión vaya a seguir.

Con ese dinero, se pagan los pisos y centros de acogida para mujeres maltratadas y sus hijos, los 170 centros de información y atención a la mujer, el teléfono de atención a las víctimas y los sueldos de los psicólogos que las atienden. El argumento de Monasterio es tan falaz como decir que del presupuesto de Educación solo llega a los alumnos lo que se gasta en becas, descontando el coste de los colegios y los sueldos de los profesores.

Rocío Monasterio (Vox): “Paramos el golpe de Estado. Somos la acusación popular que ha llevado al banquillo del Supremo a los golpistas”

Falso. No solo porque lo de “golpismo” esté por sentenciar, sino porque en el juicio del procés la acusación de Vox ha sido completamente irrelevante. El caso lo inició la Fiscalía General del Estado, que es quien ha sentado a los dirigentes independentistas en el banquillo. Que Vox sea acusación popular ha servido más bien de poco, más allá de la tribuna que ha ofrecido al partido de Abascal. Sin Vox, los líderes independentistas estarían en el banquillo exactamente igual.

Ignacio Aguado (candidato de Ciudadanos en Madrid): “Nos jugamos que la Comunidad de Madrid se convierta en un infierno fiscal para las clases medias y trabajadoras de nuestra región”

Falso. Salvo que “las clases medias y trabajadoras” sean aquellos madrileños que heredan más de un millón y medio de euros, y que ahora no pagan impuesto de Sucesiones, o quienes ganan más de 150.000 euros al año, que es la subida de impuestos que está planteando Ángel Gabilondo. Solo afecta al 2% de los madrileños: los más ricos, beneficiados por el paraíso fiscal de Madrid.

Isabel Díaz Ayuso (PP). “Solo en la Comunidad de Madrid se elige en libertad educación pública, privada o concertada”

Falso. En absolutamente toda España las familias pueden elegir entre colegios públicos, privados o concertados. No hay ninguna autonomía que prohíba la educación privada, salvo que la candidata del PP crea que Cuba aún forma parte de España.

Isabel Díaz Ayuso, en su caótica afirmación, se refiere a otra cosa: a la nefasta decisión del Gobierno de Esperanza Aguirre de eliminar las zonas escolares y permitir a cualquier alumno optar por cualquier colegio, aunque esté en la otra punta de Madrid. De facto esto que el PP llama “libertad de elección” ha provocado que sean los colegios, y no los padres, quienes eligen a los alumnos, rechacen a los que requieren más esfuerzo educativo y, en el caso de los concertados, acaben cobrando un extra a quien lo pueda pagar. También ha hecho de Madrid la región de toda Europa con mayor segregación escolar, solo por detrás de Hungría. La “libertad educativa”, según el PP de Madrid, consiste en que los ricos estudien con los ricos y los pobres con los pobres.

Rocío Monasterio: “Y cuando nosotros salimos fuera de España, por supuesto la sanidad de otros países sí que factura a los españoles pues por lo menos, reciprocidad”.

Falso. Por mucho que se insista en este bulo, España ya cobra a otros países por los servicios sanitarios que ofrece a ciudadanos extranjeros. Ya existen convenios de reciprocidad con la inmensa mayoría de los países.

Rocío Monasterio: “Y aquellos inmigrantes que dicen que son menores y que además resulta que luego no lo son. Que además atacan y agreden sexualmente a nuestros asistentes en los centros de menores o que campan a sus anchas por los barrios atemorizando a las mujeres”.

Falso. Los inmigrantes menores de edad ni se dedican como norma a atemorizar a las mujeres ni agreden sexualmente a los asistentes, por mucho que la candidata xenófoba de Vox quiera hacer contra ellos una causa general, similar a cuando Donald Trump llamó “violadores” a los inmigrantes mexicanos.

Rocío Monasterio: “No puede ser que las cifras suban y suban y suban y pasemos en 2015 de noventa y pico mil inmigrantes ilegales atendidos (en la sanidad) a que este año podemos acabar en casi 160.000”

Falso. De hecho, las cifras reales son aproximadamente la mitad de los que dice la candidata de Vox. Desde que se atiende a los inmigrantes sin papeles en Madrid ni un solo año se ha llegado siquiera a 90.000.

Rocío Monasterio: “Cuando a una madre que está esperando a que su hijo lo atiendan por un problema de salud mental y le dicen 300 días, esa madre tiene que saber que delante de ella se están colando muchos inmigrantes ilegales que acaban de saltar la valla lanzando además cal a nuestra Guardia Civil”.

Falso. Porque no se cuela a ningún inmigrante en las listas de espera –hacen cola como todos los demás–, porque la inmensa mayoría de los inmigrantes no lanzan cal viva contra la Guardia Civil, porque no son tantos como dice la líder de Vox y porque las razones de que la sanidad pública funcione mal en Madrid no están ahí.

El impacto de los inmigrantes ilegales en las listas de espera es mínimo. Son muy pocos respecto a la población general –87.000 en Madrid frente a 6 millones y medio, el 1,2%– y suelen ir al médico mucho menos que el resto de la población por varios motivos –entre otros, su edad–.

El 1,2% de 300 días de lista de espera son cuatro días. Los otros 296 días son responsabilidad de una sanidad pública madrileña infradotada. La Comunidad de Madrid es la segunda de toda España que menos invierte en sanidad pública por paciente, a pesar de ser la más rica. También somos la autonomía donde las familias gastan más en seguros de salud privados.

Ignacio Aguado: “Usted (Ángel Gabilondo) cuando fue ministro de Educación de Zapatero recortó la educación no universitaria en un 46 por ciento, el mayor tajo que se le ha metido a la educación pública en muchos años”.

Falso. Este presupuesto es una partida menor del Ministerio de Educación porque la educación no universitaria está transferida a las autonomías, así que difícilmente su recorte puede ser “el mayor tajo que se le ha metido a la educación pública”. Con Gabilondo de ministro, pasó de 34,4 millones de euros en 2009 a 32,1 en 2011, un recorte del 6,42% en cuatro años dentro de una partida residual del presupuesto.

Por comparar, las becas universitarias con Gabilondo como ministro subieron a los 1.500 millones de euros. Sigue siendo el récord histórico en España, aún por superar.

Si Aguado quiere encontrar tajos en la educación pública, que mire en la Comunidad de Madrid. Es la que menos gasta por alumno de toda España, aun siendo la más rica.

Ignacio Aguado: “Esta última legislatura hemos eliminado muchos chiringuitos, incluido en el que estaba colocado su jefe de filas, el señor Santiago Abascal, puesto a dedo por la señora Aguirre”.

Falso. Es cierto que Santiago Abascal fue colocado a dedo por Esperanza Aguirre, pero es mentira que su puesto fuera eliminado en esta legislatura. La última mamandurria del líder de Vox en la Comunidad de Madrid se acabó en diciembre de 2013 y en aquella legislatura Ciudadanos ni siquiera contaba con representación en la Asamblea de Madrid.

Rocío Monasterio: “Santiago Abascal lo que hizo fue cerrar ese chiringuito a los seis meses”

Falso. Entre otras cosas porque Santiago Abascal no estuvo colocado en un único chiringuito del aguirrismo, sino en dos.

Su primera mamandurria fue la dirección de la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid. Estuvo dos años en un organismo inútil, que hacía exactamente lo mismo que la Agencia Española de Protección de Datos.

Tras el cierre de esta agencia, Abascal fue recolocado por el PP en otro despacho: como presidente de una fundación de la Comunidad de Madrid sin más actividad conocida que pagarle un sueldo de 83.000 euros. Estuvo allí nueve meses, no seis. Y fue el Gobierno de Ignacio González quien ordenó el cierre, después de que UPyD pidiera explicaciones sobre ese segundo chiringuito inútil.

La fundación fue clausurada el 17 de diciembre de 2013. Ese mismo día, y no antes, Santiago Abascal registró Vox como partido y se dio de baja del PP.

Isabel Díaz Ayuso: “Madrid siempre ha sido el muro de contención de las izquierdas”

Es cierto que la derecha ha gobernado durante los últimos 24 años en Madrid, pero no siempre ha sido porque lograse más votos que la izquierda.

En 2015, el “muro de contención de las izquierdas” fue la ley electoral: ese límite del 5% que dejó sin representación a los 130.890 votos que logró la lista de Izquierda Unida, y que permitió gobernar a Cristina Cifuentes, respaldada por Ciudadanos, por un solo escaño.

En 2003, el “muro de contención” fue el Tamayazo.

Y en todas las elecciones que ganó Esperanza Aguirre, el “muro de contención” fue la financiación ilegal del PP de Madrid.