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Ocho claves sobre el ático de Ignacio González

1. Ignacio González está muy tocado, si no hundido, por las andanadas de estos días. En estas primarias a dedazo todo depende de Rajoy, un elector caprichoso y difícil de interpretar, pero en Génova dan por hecho que González no seguirá. ¿La última evidencia? Lo ocurrido ayer: un presidente autonómico del PP denuncia en rueda de prensa algo tan grave como un chantaje policial y nadie del Gobierno ni del partido ni siquiera del Ministerio del Interior sale a respaldarle en su durísima acusación, y eso que señaló a dos comisarios en activo con nombre y apellidos: José Villarejo y Enrique García Castaño. Dos policías que, por cierto, se están pensando demandar al presidente de la Comunidad de Madrid.

2. Tiene razón Ignacio González cuando deja caer que el renacer del caso de su ático está relacionado con la nominación de candidatos del PP en Madrid. Tampoco es casual, como ya expliqué en este blog, que reapareciese el asunto de la gestapillo, que también le salpica. Pero la oportunidad de estas informaciones no implica que no sean verdad. ¿Hay navajazos? Sí, claro. Porque hay navajas con las que pelear.

3. La historia que contó ayer Ignacio González es bastante difícil de tragar. Si la reunión la pidieron los policías, ¿por qué les citó en una cafetería en vez de en su despacho oficial? Si aquello fue “un chantaje”, ¿por qué en su momento no lo denunció? La versión policial también tiene su aquel. ¿Es normal que la poli avise a un político de que está siendo investigado? ¿En qué clase de país ocurre algo así?

4. Ignacio González se escuda en que el asunto de su ático está cerrado judicialmente porque fue archivado por el Tribunal Supremo. Es una media verdad, porque en otro juzgado de Málaga se sigue investigando ese extraño asunto para saber quién está detrás de “Coast Investors”, el casero del ático y después vendedor. El caso está parado porque las diligencias sobre quién está detrás de las cuentas que maneja el testaferro Rudy Valner no llegan: para eso sirven los paraísos fiscales, para la opacidad.

5. Casualmente, el testaferro Rudy Valner es también tesorero de Egeda US, una filial estadounidense de Egeda, la entidad de gestión de derechos de autor que preside Enrique Cerezo. Sí, Cerezo, el mismo que preside el Atlético de Madrid.

6. El informe policial que ayer publicó El Mundo relaciona el ático de Ignacio González con un supuesto pago de comisiones por parte de Martinsa en una gran operación urbanística en Arganda del Rey. A los lectores de este blog con muy buena memoria lo de Arganda les sonará. En marzo de 2009, hace ya seis años, publiqué un artículo sobre aquella fea adjudicación que hoy conviene repasar: El misterio del área 124. Aquel texto me costó –junto con otros compañeros de Público– una demanda de Ignacio González; hace unos meses, el Tribunal Supremo nos dio la razón.

7. Los datos de la policía agregan más luz del tipo de 'casoplón' que Ignacio González disfruta en la costa de Málaga –un ático de cerca de 500 metros cuadrados entre vivienda y terraza–. Según revela el informe policial, al que también ha tenido acceso eldiario.es, solo la comunidad de vecinos le cuesta 6.532 euros al año: más de 500 euros al mes, si es que no ha subido desde 2011. Y hablamos de la casa en la playa, no de la primera vivienda, que tampoco es modesta: el presidente de la Comunidad de Madrid vive en un chalé pareado de tres plantas con piscina privada y parcela en una urbanización de lujo en el barrio de Aravaca. Por muy bien pagada que esté su mujer –hasta hace un año Arturo Fernández la tuvo contratada como vicepresidenta en la patronal madrileña por 120.000 euros brutos anuales–, cabe preguntarse qué clase de mago de las finanzas es González, capaz de soportar una vida a todo tren.

8. Ignacio González, en la rueda de prensa de ayer, ha caído en una evidente contradicción: ha admitido que, en noviembre de 2011, supo por la policía que el tema de su ático estaba siendo investigado. Sin embargo, en marzo de 2012, fue preguntado en público al respecto y negó saber de tal investigación. “Creo que no existe ninguna investigación ni conozco ningún testigo ni conozco nada que tenga que ver con esa información”, aseguró entonces. Es evidente que mintió.

1. Ignacio González está muy tocado, si no hundido, por las andanadas de estos días. En estas primarias a dedazo todo depende de Rajoy, un elector caprichoso y difícil de interpretar, pero en Génova dan por hecho que González no seguirá. ¿La última evidencia? Lo ocurrido ayer: un presidente autonómico del PP denuncia en rueda de prensa algo tan grave como un chantaje policial y nadie del Gobierno ni del partido ni siquiera del Ministerio del Interior sale a respaldarle en su durísima acusación, y eso que señaló a dos comisarios en activo con nombre y apellidos: José Villarejo y Enrique García Castaño. Dos policías que, por cierto, se están pensando demandar al presidente de la Comunidad de Madrid.

2. Tiene razón Ignacio González cuando deja caer que el renacer del caso de su ático está relacionado con la nominación de candidatos del PP en Madrid. Tampoco es casual, como ya expliqué en este blog, que reapareciese el asunto de la gestapillo, que también le salpica. Pero la oportunidad de estas informaciones no implica que no sean verdad. ¿Hay navajazos? Sí, claro. Porque hay navajas con las que pelear.