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Las claves del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez

10 de julio de 2021 22:37 h

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1. Tres años después de su llegada a la presidencia, y con treinta meses de legislatura por delante, Pedro Sánchez revoluciona el Gobierno con una reforma de calado; más ambiciosa de lo que casi todos en el propio Consejo de Ministros esperaban y que le permite recuperar iniciativa política. Salen tres pesos pesados del Ejecutivo: la vicepresidenta Carmen Calvo, el ministro de Transportes José Luis Ábalos y el jefe de Gabinete Iván Redondo. Y entra una nueva generación de dirigentes socialistas, mujeres en su inmensa mayoría, con experiencia en gestión municipal y capacidad de convertirse en cartel electoral de sus territorios en el futuro.

2. Nadia Calviño asciende a vicepresidenta primera, pero no aumenta sus competencias. Mandará lo mismo, que ya era mucho, por lo que supone el Ministerio de Economía con la llegada de los fondos europeos. Pero quien será la mano derecha de Pedro Sánchez y heredará las funciones de coordinación del Gobierno y de la coalición que tenía Carmen Calvo será Félix Bolaños, nuevo ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.

3. Antes de que llegara esta crisis, Félix Bolaños ya era una de las personas clave en el Gobierno. Ya gestionaba en la práctica muchas de las competencias que, hasta hoy, no tenía formalmente. Junto con Iván Redondo, era el dirigente que más tiempo pasaba con el presidente y ejecutaba buena parte de sus decisiones. A diferencia de Redondo, Bolaños pasaba desapercibido, y era el auténtico poder en la sombra. En el organigrama de facto, Bolaños era mucho más que un secretario general de Presidencia: más que muchos ministros. En el nuevo organigrama, será nominalmente un ministro, pero asumirá funciones que, hasta ahora, tenía una vicepresidenta. 

4. Asciende Félix Bolaños como hombre fuerte, sale Iván Redondo, con el que hace tiempo chocaba. “Además de saber ganar y saber perder, hay que saber parar”, ha dejado escrito Redondo en su despedida. El jefe de Gabinete que más poder ha acumulado en un Gobierno español asegura que es él quien lo deja porque ya ha cumplido una etapa y para centrarse en su vida personal (un relato del que otras fuentes en La Moncloa discrepan). Sale después de acompañar a Pedro Sánchez desde la oposición a La Moncloa y diseñar, para bien y para mal, buena parte de las decisiones estratégicas más importantes de estos últimos tres años. Entre sus mayores éxitos, la campaña de Salvador Illa en Catalunya. Entre sus grandes fracasos, la campaña del PSOE en las madrileñas. Su perfil técnico y no político, su influencia sobre Sánchez y su pasado como asesor del PP le labraron muchas enemistades en el Gobierno y en el partido desde el primer momento –empezando por la exvicepresidenta Carmen Calvo y siguiendo por la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra–. Hace unos meses, Redondo cumplió 40 años. 

5. Sale Carmen Calvo, cuya retirada estaba cantada y tiene más que ver con el agotamiento en un puesto que exprime a las personas y requiere de mayor empuje político. También con su carácter explosivo, que hizo descarrilar algunas negociaciones delicadas con Unidas Podemos, como la de la 'ley trans' (que luego arregló, desde la cocina, Félix Bolaños).

6. No hay mucha sorpresa en lo de Calvo. Sí en la caída de José Luis Ábalos, que tampoco seguirá como número tres del PSOE en el próximo congreso. Tanto Ábalos como Calvo formaban parte del núcleo duro de fieles de Pedro Sánchez, de los que estuvieron a su lado cuando casi todos los líderes del partido le abandonaron. Desde La Moncloa apuntan como argumentos para su cese el desgaste de su figura política y también la necesidad de un relevo generacional en el nuevo PSOE, donde sí seguirá Adriana Lastra pero no la mayoría de los sanchistas de la primera hornada.

7. Con esta crisis de Gobierno –que llega poco después de la derrota definitiva de Susana Díaz– se cierra del todo la guerra civil en el PSOE que supuso el comité federal del 1 de octubre de 2016 y la posterior victoria de Sánchez en las primarias. Salen los fieles más fieles del sanchismo, entran en el Gobierno varios dirigentes socialistas que estuvieron en bandos rivales al de Pedro Sánchez en aquellas primarias. Óscar López –el sustituto de Redondo– apoyó a Patxi López. Y gran parte de las nuevas ministras –Pilar Alegría, Isabel Rodríguez y Diana Morant– estuvieron del lado de Susana Díaz en 2017.

8. La nueva portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, es de Abenojar (Ciudad Real). La nueva ministra de Educación, Pilar Alegría, de Zaragoza. La nueva ministra de Ciencia, Diana Morant, es de Gandía (Valencia). La nueva ministra de Transportes, Raquel Sánchez, es de Gavà (Barcelona). Todas ellas tienen experiencia municipal. Todas comparten una generación, están en los cuarenta y algo, y no conocieron el franquismo. Todas militan desde hace años en el PSOE. Y todas ellas tendrán desde el Gobierno la oportunidad de convertirse en referentes del partido y suceder a los barones (y varones) del PSOE en estos territorios.

9. El nuevo Gobierno bate un nuevo récord de mujeres (el 63%). Entre ellas, la jueza madrileña Pilar Llop, que cambia la presidencia del Senado por el Ministerio de Justicia. A efectos de protocolo es una degradación; era la cuarta autoridad del Estado. Pero sin duda sale ganando con el cambio, porque la visibilidad del Senado es casi nula y porque asume una de las carteras con más proyección política, y donde más queda por hacer. La Justicia sigue siendo uno de los frentes abiertos del Gobierno: por el 'lawfare' de la derecha y buena parte de la judicatura, por el bloqueo del PP a la renovación del CGPJ y por la enorme tarea pendiente de la nueva ley que dará la instrucción a los fiscales. Llop, desde Justicia, se sitúa también como posible cartel electoral del PSOE para las elecciones de Madrid, dentro de dos años.

10. En Exteriores, Arantxa González Laya paga las consecuencias de la crisis diplomática con Marruecos, un conflicto que ni este Gobierno ni ningún otro se pueden permitir. Y entra José Manuel Albares, al que Sánchez asciende tras su paso por el gabinete de Moncloa. 

11. Tras solo unos meses en Política Territorial –donde acordó con los sindicatos una solución para el importante conflicto de los interinos–, Miquel Iceta pasa a Cultura y Deporte; no por propia voluntad y después de que Sánchez explorase otros perfiles para el puesto. Sustituye a José Manuel Rodríguez Uribes, del PSM, que no ha logrado aprovechar la cartera para convertirse en un posible candidato para Madrid, como esperaba Sánchez. A Iceta le tocará gestionar una cartera llena de incendios tras la crisis que ha supuesto la pandemia para la cultura. 

12. Otro cambio relevante y que se ha subrayado poco es el de María Jesús Montero. Sale de la portavocía –que ocupará Isabel Rodríguez–, pero gana las importantes competencias de Función Pública, que hasta ahora llevaba el ministerio de Iceta. De ella dependerán ahora los funcionarios.

13. Óscar López, el nuevo director de Gabinete de Sánchez en sustitución de Redondo, fue durante muchos años uno de los amigos personales más cercanos a Pedro Sánchez. Con él compartió aventuras de juventud, cuando ambos trabajaban como asesores en el Parlamento Europeo. Ambos eran hijos políticos de Pepe Blanco. Igual que el tercero del grupo, Antonio Hernando –algunos en el PSOE llamaban con maldad a este trío “el guapo, el feo y el malo” (o “el alto”, en otra versión del mismo apodo)–. Y cuando 'el guapo' llegó a la secretaría general del PSOE, en 2014, sus dos viejos amigos le acompañaron en el ascenso. Hasta que llegó el comité federal del PSOE de 2016, donde un golpe palaciego forzó la dimisión de Sánchez por su oposición a permitir la investidura de Rajoy.

14. Sánchez tardó mucho en perdonar a Hernando, alguien con el que hablaba casi más que con su mujer: todas las noches, antes de acostarse, hasta que le traicionó. Hoy está fuera de la política. Óscar López apostó por Patxi López y quedó apartado, pero nunca cayó del todo en desgracia; Sánchez le dio después la presidencia de Paradores. Ahora le recupera para su núcleo duro, en un puesto donde la confianza es imprescindible.

15. Mientras Félix Bolaños se va a ocupar de la gestión política, Oscar López llevará la gestión estratégica, las campañas y la comunicación. De su gabinete seguirá dependiendo la Secretaría de Estado de Comunicación, donde el relevo de Miguel Ángel Oliver se da por seguro en unos días –tras la crisis de Gobierno, llegarán después los cambios en muchas Secretarías de Estado–. Para ese puesto, clave para el Gobierno, se espera un nombramiento menos periodístico y más político. 

16. Cambia medio Gobierno en el lado del PSOE. Pero no se mueve una sola cartera en Unidas Podemos. A pesar de que inicialmente se barajó una reducción de puestos en el Consejo de Ministros –dos menos para el PSOE, uno menos para UP–, la operación fue imposible por el delicado equilibrio interno de una vicepresidenta y posible candidata electoral (si es que ella quiere, que aún no es seguro) que orgánicamente no milita ni en Podemos ni en los comunes ni en IU. 

17. ¿Las prioridades del nuevo Gobierno? Dejar del todo atrás la pandemia, gestionar una recuperación económica que será explosiva, combatir la desigualdad que ha dejado esta crisis, aprovechar unos fondos europeos que pueden transformar para siempre la economía española, cuidar las relaciones internas de una coalición donde siguen saltando demasiadas chispas innecesarias (la última, la de la carne)... Y también sobrevivir a una oposición que sigue sin dar cuartel, aún inconsciente de que a este Gobierno le quedan dos años y medio por delante.

1. Tres años después de su llegada a la presidencia, y con treinta meses de legislatura por delante, Pedro Sánchez revoluciona el Gobierno con una reforma de calado; más ambiciosa de lo que casi todos en el propio Consejo de Ministros esperaban y que le permite recuperar iniciativa política. Salen tres pesos pesados del Ejecutivo: la vicepresidenta Carmen Calvo, el ministro de Transportes José Luis Ábalos y el jefe de Gabinete Iván Redondo. Y entra una nueva generación de dirigentes socialistas, mujeres en su inmensa mayoría, con experiencia en gestión municipal y capacidad de convertirse en cartel electoral de sus territorios en el futuro.

2. Nadia Calviño asciende a vicepresidenta primera, pero no aumenta sus competencias. Mandará lo mismo, que ya era mucho, por lo que supone el Ministerio de Economía con la llegada de los fondos europeos. Pero quien será la mano derecha de Pedro Sánchez y heredará las funciones de coordinación del Gobierno y de la coalición que tenía Carmen Calvo será Félix Bolaños, nuevo ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.