1. Pedro J. Ramírez no es el único periodista que ha hablado con Luis Bárcenas desde que apareció su contabilidad secreta y su fortuna en Suiza. El extesorero del PP ha mantenido comidas y reuniones discretas con al menos otros cuatro conocidos periodistas españoles: dos de radio, uno de televisión y otro de prensa digital. En todos los encuentros ha transmitido, en off the record, una versión de los hechos idéntica a la que El Mundo publicó este domingo: que los papeles son ciertos y que él es el autor.
2. ¿Tenía Pedro J. Ramírez la autorización de Luis Bárcenas para publicar esa conversación o se saltó el off the record, aún a riesgo de que el extesorero después le pudiese desmentir? Ayer había dudas, pero desde que Pedro J. ha llevado uno de los papeles originales a la Audiencia Nacional ya no las hay. El artículo de El Mundo es una nueva andanada de un Luis Bárcenas que se considera traicionado, que lo está pasando mal, que se siente engañado y que no se va a callar.
3. El Mundo no tenía ese papel hasta hace muy poco. El original lo guardaba desde hace algunas semanas otra persona: un empresario de la comunicación en horas bajas. La información de ese papel ya estaba publicada por El País y los peritos habían acreditado su autoría, a pesar de que no se trataba del original. El valor del documento es más simbólico que judicial: demuestra que Luis Bárcenas tiene hoy intención de corroborar ante el juez que es el autor, en vez de negarlo como ha hecho hasta hoy. Fuentes cercanas al extesorero confirman que va a cantar.
4. Este cambio en la estrategia de Luis Barcenas explica por qué sus abogados, Miguel Bajo y Alfonso Trallero, han decidido abandonar a su cliente. Ambos, según el entorno de Bárcenas, son muy cercanos al Partido Popular, que pagó durante bastante tiempo sus minutas. El nuevo abogado del extesorero será probablemente Javier Gómez de Liaño, pero Bárcenas también está asesorado por el expresidentes de la ONCE y abogado de Pablo Crespo, Miguel Durán. Ayer Durán se reunió con Bárcenas en la prisión de Soto del Real para acordar los próximos pasos a seguir.
5. El cambio de abogados le da un nuevo plazo a Luis Bárcenas hasta que hable con el juez. Tiene siete días en los que no puede ser llamado a declarar, una última semana de plazo para el Gobierno de Rajoy y para la cúpula del Partido Popular, que se enfrentan a un verano calentito. En los próximos días saldrá más información sobre ese misterioso contrato en el que Luis Bárcenas implica a Maria Dolores de Cospedal. Pero éste no es el único papel en poder del extesorero que preocupa a la secretaria general del PP.
6. Luis Bárcenas tiene algo más que su palabra para probar la autenticidad de lo que aparece en esos papeles. Además del registro manuscrito, que está firmado también por Álvaro Lapuerta, el extesorero del PP tiene soporte documental de gran parte de las entradas y salidas que aparecen allí reflejadas: recibís de los pagos –no de todos, pero sí de algunos– y también otros documentos que demuestran que esa libreta no la inventó a posteriori: que los papeles son lo que parecen, la prueba de la financiación ilegal del PP.
7. La última duda es que pasará cuando Bárcenas cambie su versión ante el juez. ¿Lo más probable? Que no pase gran cosa: que todo siga igual, en una democracia cada vez más deteriorada, con unos políticos cada vez más quemados y donde nadie se plantee ni por asomo la dimisión. Aguantar, aunque sea a crédito: a costa de devaluar aún más la confianza de los ciudadanos en las instituciones. Los papeles de Bárcenas –esos mismos que Rajoy calificó como “la sombra de la sombra de un indicio manipulado”– probarían una corrupción sistémica: que la cúpula del partido en el Gobierno, incluido su presidente, se repartió durante décadas dinero negro obtenido de donantes interesados en llevarse bien con el poder. Que algo así salga gratis es la verdadera tragedia.