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Dos cosas que no terminan de cuadrar en la coartada de Santiago Cervera

¿Dice la verdad Santiago Cervera? ¿Fue víctima de un enrevesado engaño por medio de un correo electrónico anónimo o este supuesto mail y su respuesta están manipulados y son solo una falsa coartada con la que encubrir un delito de chantaje? Con los datos que ahora tenemos, es una cuestión de fe. No sabemos a ciencia cierta todo lo que pasó y hará falta un juicio para descubrir la verdad. Pero hay un par de cosas en la versión del diputado Cervera que no encajan demasiado bien.

1. Las fechas. El correo anónimo que supuestamente recibió Santiago Cervera tiene de fecha el 30 de noviembre de 2012. Sin embargo, el presidente de la Caja de Navarra, José Antonio Asiaín, asegura que el mail chantajeándolo no llegó a su buzón hasta el 4 de diciembre por la tarde; al día siguiente presentó la denuncia. En él correo que recibió Asaín, le pedían que dejase 25.000 euros en la rendija de la muralla el viernes 7 de diciembre si no quería que se conociese una supuesta corruptela que había cometido. Ese mismo viernes empezó el seguimiento policial sobre la rendija y fue el domingo 9 por la mañana cuando detuvieron al diputado Cervera, cuando se presentó a recoger el sobre tapado con una bufanda y un gorro. Si el misterioso anónimo existe y realmente tendió una trampa al diputado, le ha salido de chiripa. O bien sabía que ni Cervera ni nadie de su entorno se pasaría por la muralla hasta al menos una semana después, o bien la enrevesada carambola funcionó de pura casualidad.

2. El momento en el que enseñó el mail. Santiago Cervera aseguró tras su detención haber sido engañado por un correo electrónico, pero en ningún momento se ofreció a enseñar ese mail a los agentes, según ha publicado Europa Press. Ante una pregunta directa de Angels Barceló, no lo ha sabido explicar si fue así y el porqué. “Creo que... no sé si lo llegué a mostrar, lo hubiera podido mostrar a través de mi teléfono móvil, pero desde luego hice mención de la existencia de ese correo”, ha asegurado Cervera en la SER.

Me he puesto en contacto con Santiago Cervera para preguntar por qué no enseñó el correo y me ha dado una explicación más detallada que la ofrecida en la SER. “Yo no presté declaración ante los guardias civiles”, asegura Cervera. “Me indicaron, y lo firmé en un papel, que la declaración válida se producía ante el juez de guardia, que me iba a recibir a continuación. A las personas con las que hablé de la Guardia Civil sí les dije que el email que yo había recibido era lo que motivó que yo acudiera a la muralla. Pero no me pidieron verlo, porque no me estaban interrogando. Cuando comparecí ante el juez también lo mencioné, pero no me pidió verlo porque de hecho tampoco me tomó declaración al constatar mi aforamiento.”

Al tratarse de un aforado, el juzgado de instrucción le dejó libre, así que –si no lo enseño en ese momento– la autenticidad del mail no es una prueba que haya seguido una efectiva custodia policial: pudo haber sido fabricado después de su puesta en libertad. Según asegura Cervera, “hay sistemas que el juez instructor conoce” que permiten verificar que “no es en un email fabricado. Sin embargo, también pudo ser él mismo quien se envió ese primer mail anónimo para encubrir su chantaje si era descubierto.

¿Está diciendo Santiago Cervera la verdad? No lo sabemos. Yo no me atrevería a apostar; si a mí me hubiese llegado un mail como el que se supone recibió el diputado, también me habría picado la curiosidad. Pero tanto si Cervera es una víctima como si es un chantajista que intentó extorsionar al presidente de la caja local, es dificil de imaginar un argumento mejor para un thriller en Navarra.

Actualizado a las 23:10, tras recabar la versión de los hechos de Cervera.

¿Dice la verdad Santiago Cervera? ¿Fue víctima de un enrevesado engaño por medio de un correo electrónico anónimo o este supuesto mail y su respuesta están manipulados y son solo una falsa coartada con la que encubrir un delito de chantaje? Con los datos que ahora tenemos, es una cuestión de fe. No sabemos a ciencia cierta todo lo que pasó y hará falta un juicio para descubrir la verdad. Pero hay un par de cosas en la versión del diputado Cervera que no encajan demasiado bien.

1. Las fechas. El correo anónimo que supuestamente recibió Santiago Cervera tiene de fecha el 30 de noviembre de 2012. Sin embargo, el presidente de la Caja de Navarra, José Antonio Asiaín, asegura que el mail chantajeándolo no llegó a su buzón hasta el 4 de diciembre por la tarde; al día siguiente presentó la denuncia. En él correo que recibió Asaín, le pedían que dejase 25.000 euros en la rendija de la muralla el viernes 7 de diciembre si no quería que se conociese una supuesta corruptela que había cometido. Ese mismo viernes empezó el seguimiento policial sobre la rendija y fue el domingo 9 por la mañana cuando detuvieron al diputado Cervera, cuando se presentó a recoger el sobre tapado con una bufanda y un gorro. Si el misterioso anónimo existe y realmente tendió una trampa al diputado, le ha salido de chiripa. O bien sabía que ni Cervera ni nadie de su entorno se pasaría por la muralla hasta al menos una semana después, o bien la enrevesada carambola funcionó de pura casualidad.