El famoso borrador fantasma de la policía sobre los Pujol, los Mas y los paraísos fiscales –ese documento que no se sabe quién elaboró o si lo copiaron de Internet, del Rincón del Vago– empuja en dos direcciones en estas elecciones catalanas. O bien te crees las acusaciones, y una enorme fuerza interior te impele a votar al PP. O bien no te lo crees, y si eres catalán es probable que te lo tomes como un ataque frontal a la patria, al president, al himno y la bandera, y le entregues tu voto al moisés redentor Artur Mas.
La conclusión es clara: más allá del objetivo fundamental de esta “exclusiva” de Pedro J –que siempre es vender periódicos– el mayor efecto colateral que va a producir en la campaña es el habitual centrifugado: esa polarización que tanto gusta a los extremos. Va a servir para concentrar el voto: es bueno para el PP, es bueno para CiU. De ahí que ambos partidos de la derecha lleven toda la semana chapoteando en ese asunto. Mucho mejor para los dos hablar de la patria o de los paraísos fiscales que de los recortes, la sanidad, la educación, el rescate o los copagos.
El PP de la Gürtel y de Jaume Matas acusa de corrupción a la CiU que tiene embargada su sede por el caso Palau. La CiU que se envuelve en la bandera se queja de que el PP usa los mecanismos del Estado en su contra. Ambos tienen razón, como esa sartén que le decía al cazo.
El famoso borrador fantasma de la policía sobre los Pujol, los Mas y los paraísos fiscales –ese documento que no se sabe quién elaboró o si lo copiaron de Internet, del Rincón del Vago– empuja en dos direcciones en estas elecciones catalanas. O bien te crees las acusaciones, y una enorme fuerza interior te impele a votar al PP. O bien no te lo crees, y si eres catalán es probable que te lo tomes como un ataque frontal a la patria, al president, al himno y la bandera, y le entregues tu voto al moisés redentor Artur Mas.
La conclusión es clara: más allá del objetivo fundamental de esta “exclusiva” de Pedro J –que siempre es vender periódicos– el mayor efecto colateral que va a producir en la campaña es el habitual centrifugado: esa polarización que tanto gusta a los extremos. Va a servir para concentrar el voto: es bueno para el PP, es bueno para CiU. De ahí que ambos partidos de la derecha lleven toda la semana chapoteando en ese asunto. Mucho mejor para los dos hablar de la patria o de los paraísos fiscales que de los recortes, la sanidad, la educación, el rescate o los copagos.