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Opinión - Cuando los ciudadanos saben lo que quieres. Por Rosa María Artal

Las mentiras de Ayuso y Almeida sobre el estado de alarma en Madrid

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Isabel Díaz Ayuso: “La libertad requiere de un marco legal que sea efectivo, es decir, normas ponderadas, claras y de obligado cumplimiento. Dinamitar el Estado de Derecho con la excusa del bien común es el camino recto hacia la anarquía y la vuelta a regímenes totalitarios”.

Ese estado de derecho sigue existiendo en Madrid. El estado de alarma es un mecanismo plenamente legal y legítimo, que ampara la Constitución. Y estaba más que justificada y ponderada su aplicación.

Isabel Díaz Ayuso: “La manera de actuar del Gobierno de España contra Madrid es una sucesión de ataques contra los derechos y libertades individuales y contra las instituciones de nuestra democracia liberal. Así lo han entendido también los tribunales”. 

Falso. Las medidas aplicadas con el estado de alarma en Madrid son prácticamente las mismas que ya aplicaba el Gobierno de Madrid en los barrios pobres de la región. Los “derechos y libertades individuales” que “ataca” Pedro Sánchez son los mismos que Ayuso, para muchos madrileños, también limitó. 

Isabel Díaz Ayuso: “Diálogo es aceptar los fallos de los tribunales, tanto si estos son favorables como si no lo son”. 

Falso. Lo que tumbó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid fue la argumentación legal que presentó allí el Gobierno de Ayuso. Rechazaron el procedimiento empleado: no la legalidad de esas medidas en sí.  

La Comunidad de Madrid tiene potestad legal para confinar ciudades, como lo han hecho sin estado de alarma la Xunta de Galicia o la Junta de Castilla y León, ambas gobernadas por el PP. La razón por la que el Tribunal Superior de Justicia enmendó esa decisión fue porque el Gobierno de Madrid se puso en contra de esas medidas –a pesar de que esos umbrales habían sido acordados en un primer momento con Sanidad–, y no quiso invocar en su argumentación jurídica la ley orgánica de Salud Pública, que faculta a los gobiernos autonómicos para tomar decisiones así. 

Como Madrid boicoteó esas medidas, el Gobierno tuvo que aplicar el estado de alarma, después de dar tiempo a Díaz Ayuso para corregir la situación. No habría sido necesario si Madrid no estuviera gobernado por la versión castiza de Donald Trump. 

Isabel Díaz Ayuso: “¿Qué no es diálogo? Las imposiciones de un Consejo de Política Interterritorial sin consenso”.

Falso. Estos criterios sanitarios fueron acordados en un órgano donde están representadas todas las comunidades autónomas. Salió adelante con el voto a favor de la Junta de Castilla y León, también gobernada por el PP.

Isabel Díaz Ayuso: “Un ejemplo de esta falta de diálogo ha sido el cambio de reglas inventado por el ministro ya esta misma mañana, para levantar el estado de alarma en Madrid sin criterio sanitario alguno”.

Falso. Las reglas no han cambiado. En el decreto de alarma se explica que esas medidas son “para 15 días naturales” y que la situación mejore levemente no significa que podamos volver inmediatamente a la normalidad. 

El propio Gobierno de Madrid, en las medidas que antes tomó para los barrios pobres, también estableció un plazo de 15 días para la revisión. 

Isabel Díaz Ayuso: “Hoy mismo hemos conocido que el Gobierno pretende reformar unilateralmente y por la puerta de atrás la reforma del Consejo General del Poder Judicial, hasta ahora basado en el acuerdo”.

Falso. La anterior reforma de la ley orgánica del Poder Judicial la aprobó en 2013 el Partido Popular con la mayoría absoluta de Rajoy, sin consenso alguno. No pactó con ningún otro partido ese cambio legal. Y esta nueva reforma que hoy plantean PSOE y Unidas Podemos no sería necesaria si el PP no bloqueara la renovación del gobierno de los jueces desde hace casi dos años.

José Luis Martínez Almeida: “No se dan los requisitos que el propio gobierno de la nación estableció: uno de los cuales era que hubo una incidencia de más de 500 afectados por cada 100.000 habitantes. Eso en estos momentos no se da en la ciudad de Madrid (...) Mañana el dato será de 400”.

Falso. La incidencia acumulada es superior a esa cifra porque Madrid no actualiza los datos como una comunidad normal. Llevan un retraso descomunal, como explicamos en este artículo hoy. No sabremos realmente si estamos por debajo de 500 –que sigue siendo una incidencia acumulada abismal– hasta que lleguen los datos completos, que Madrid proporciona con días y hasta semanas de retraso.

José Luis Martínez Almeida: “En las tres últimas semanas la Comunidad de Madrid ha reducido el número de contagios en un 50%. Insisto, en un 50% se ha reducido el número de contagios en la Comunidad de Madrid”.

Falso. Los contagios no se han reducido en un 50% porque los datos últimos son incompletos en Madrid. Por sistema. Por eso las cifras del último día jamás sirven para comparar. 

Un ejemplo que ayuda a aclarar esa cuestión: el 2 de octubre, Madrid declaró 1.005 positivos en la región el día anterior. Después enmendó eso dato y, poco a poco, ese total fue creciendo. Hoy admite 2.422 positivos en esa fecha. Es más del doble, y es la tónica habitual. Hay días en la que esta cifra se llega a multiplicar por cinco.

José Luis Martínez Almeida: “El Gobierno cambia de criterio de forma arbitraria. Eran 500. Esta mañana el ministro ha dicho 200, o a lo mejor incluso 100. Puede ser lo razonable. Puede ser lo adecuado. Pero merecemos dos cosas. Una, que no se cambie el criterio de forma arbitraria de un día para otro. Que se explique cuáles son los fundamentos de ese cambio de criterio”.

Falso. El criterio para aplicar las medidas no ha cambiado: sigue siendo igual. El objetivo, por supuesto, es que estas restricciones sirvan para reducir la incidencia lo máximo posible. Pero los 500 nunca fueron un umbral que, una vez superado, bastara para dar inmediatamente marcha atrás. Es como si caes muy enfermo, te recetan un tratamiento, y al día siguiente la fiebre pasa de 40 a 38 grados. Que ya no estés tan grave no significa que estés curado y puedas hacer vida normal. 

José Luis Martínez Almeida: “¿Por qué Alcalá de Henares está fuera del estado de alarma cuando está en la misma situación en estos momentos que todos los municipios en estado de alarma de la Comunidad de Madrid?”

Porque Alcalá estaba por debajo de una incidencia acumulada de 500 cuando el estado de alarma entró en vigor. Son unos requisitos para entrar en las limitaciones, no para salir inmediatamente de ellas. 

José Luis Martínez Almeida: “No deja de ser paradójico que, cuando se quiere restringir la movilidad porque es un factor determinante en la propagación del virus, subiera 12,5% el número de viajeros en metro y autobús, según la empresa municipal de transporte”.

La movilidad dentro de la ciudad de Madrid aumentó en este puente precisamente porque se limitó que los madrileños pudieran salir de la capital. Y si al alcalde le preocupa esta cuestión, está en la mano de su partido arreglarlo. El Gobierno de Ayuso tiene la capacidad de restringir la movilidad entre barrios aún más.  

José Luis Martínez Almeida: “Los madrileños no merecemos ser rehenes de batallas políticas”.

En esto Almeida y Ayuso tienen toda la razón. Pero cabe preguntarse quién es realmente el gobierno que ha tomado a los madrileños como rehenes. El estado de alarma no era necesario, con el daño reputacional que eso implica para Madrid. Solo existe por el empecinamiento del Partido Popular en no actuar

Isabel Díaz Ayuso: “La libertad requiere de un marco legal que sea efectivo, es decir, normas ponderadas, claras y de obligado cumplimiento. Dinamitar el Estado de Derecho con la excusa del bien común es el camino recto hacia la anarquía y la vuelta a regímenes totalitarios”.

Ese estado de derecho sigue existiendo en Madrid. El estado de alarma es un mecanismo plenamente legal y legítimo, que ampara la Constitución. Y estaba más que justificada y ponderada su aplicación.