Pablo Casado: “Esta investidura arranca justo cuando la Junta Electoral Central, a instancias del PP, ha dado a conocer dos importantes resoluciones”.
Dos importantes resoluciones, sobre Quim Torra y sobre Oriol Junqueras, cuyo principal e indisimulado objetivo era torpedear la investidura de Pedro Sánchez a través de un órgano administrativo –que no judicial– donde la derecha suma la mayoría.
La Junta Electoral Central (JEC) tenía diez días de plazo para resolver este asunto, a contar desde el día 2 de enero, cuando recibió las alegaciones de las partes. Resolvió en 24 horas, el día 3. Casualmente la víspera del pleno de investidura.
Por si fuera poco evidente la jugada, fue el propio Pablo Casado quien anunció en Twitter la decisión de la JEC sobre Junqueras, horas antes de que fuera pública.
Pablo Casado: “La primera decisión de la JEC, referida al expresidente de la Generalitat al que se le retira la condición de diputado autonómico por desobediencia, quedando inhabilitado para ejercer un cargo público, incluido el de máximo representante del Gobierno catalán, tal y como contempla el propio Estatuto y también la Ley Orgánica del Régimen Electoral General”.
Falso. El Estatut catalán en vigor no dice eso, al contrario. El artículo 67.7 establece que el president de la Generalitat cesa “por condena penal firme”. Lo mismo figura en la ley 13/2008 de la presidencia de la Generalitat y del Govern, artículo 7.F, que también exige que la condena sea firme. Y por ahora, hasta que se pronuncie el Tribunal Supremo, la sentencia que inhabilita a Torra no lo es.
Es cierto que la Ley Orgánica del Régimen Electoral General en una reforma de 2011 creó un subterfugio de dudoso encaje constitucional, pensado para impedir la llegada a ayuntamientos del País Vasco de concejales proetarras. Esta modificación permite la inhabilitación de cargos públicos incluso cuando la sentencia aún no es firme. Pero cuando dos leyes de igual rango –y el Estatuto también tiene rango de Ley Orgánica– dicen cosas contradictorias, ante la duda debe primar la versión más favorable al afectado.
Es justo lo contrario de lo que ha aplicado la Junta Electoral Central –por una ajustada mayoría de un solo voto– al aprobar la inhabilitación de Torra.
Santiago Abascal: “Quim Torra acaba de ser condenado e inhabilitado por los tribunales por desobediencia. Por cierto, a raíz de una querella que Vox inició a los tribunales”.
Falso. La querella la inició la Fiscalía a petición de la Junta Electoral Central, no Vox.
Santiago Abascal: “El señor Quim Torra debe ser detenido, pero en España no hay ley por las necesidades de la investidura del señor Sánchez”.
Falso. La decisión de la Junta Electoral Central de inhabilitar a Quim Torra está aún pendiente de un recurso ante la Sala Tercera del Tribunal Supremo, que puede revocar lo decidido por la JEC.
Y en España la ley es bastante clara: como en cualquier democracia las detenciones de las personas las deciden los jueces, no el Gobierno o la oposición.
Además, Torra no ha sido condenado a ninguna pena de prisión. El delito de desobediencia no se castiga con la cárcel, por lo que no hay motivo alguno para detenerle.
Pablo Casado: “La Junta Electoral aplica una ley aprobada con los votos del Partido Socialista y de Convergència i Unió durante un gobierno del Partido Socialista”.
Falso. Convergencia no votó a favor de esa reforma de la ley electoral pensada contra ETA y que se ha usado para inhabilitar al presidente de la Generalitat desde un organismo administrativo y sin sentencia firme.
Pablo Casado: “Su socio Torra”.
Falso. Junts Per Catalunya, el partido de Quim Torra, va a votar ‘no’ en la investidura de Sánchez, igual que el PP, Vox y Ciudadanos. Y nadie plantea que por votar lo mismo que el PP, Torra sea “socio” de Pablo Casado.
Pablo Casado: “Es un gobierno de pesadilla, sobre todo para todos los españoles que viven en Cataluña”.
Falso. Y Pablo Casado no es quién para hablar en nombre de “todos los españoles que viven en Cataluña”, ya que su partido allí solo suma el 7,4% de los votos.
El nuevo gobierno cuenta con un respaldo mayoritario entre los españoles, a los que representa el Parlamento en conjunto. También en Catalunya. Entre PSC y En Comú Podem suman allí el 34,7% de los votos y ERC –que se abstiene– representa a otro 22,5%. Para la mayoría absoluta de los catalanes, la verdadera pesadilla sería ver a Casado con Vox en La Moncloa.
Pablo Casado: “Si no lo hace [aplicar el 155 en Catalunya], le recuerdo que podría estar incurriendo en la prevaricación por hacer resoluciones injustas, por rédito electoral y partidista. Y en ese caso le aseguro que actuaremos con usted con la misma firmeza que hemos hecho contra Torra”.
Y esto es una evidencia más del tipo de guerra judicial o 'lawfare' que nos espera en esta legislatura. Quieren ganar en los tribunales lo que pierden en las urnas, y utilizar los juzgados para bloquear al gobierno legítimo.
Prevaricar, por otra parte, es también aplicar el 155 en Catalunya de forma indefinida como propone Casado: una medida que no cabe en la Constitución, tal y como ha establecido el Tribunal Constitucional en una reciente sentencia.
Pablo Casado: “Un delincuente encarcelado por un delito tan grave como el de sedición no debería ser un interlocutor válido para negociar una investidura”.
Se refiere a Oriol Junqueras, que no ha formado parte del equipo negociador de ERC por motivos obvios –está encarcelado, a pesar de que el TJUE considera que es formalmente eurodiputado–, pero sigue siendo el líder indiscutible de su partido. Un partido, olvida Casado, que fue el más votado en Catalunya en las últimas elecciones generales. Y que allí triplica en votos al PP.
Pablo Casado: “Le pillamos negociando en Pedralbes la soberanía nacional y tuvo que disolver y convocar elecciones por la movilización social que lideró nuestro partido”.
Falso. La movilización social a la que se refiere Casado –la famosa foto de Colón con Vox– no forzó la convocatoria electoral, que tuvo mucho más que ver con el no de ERC a los presupuestos. Más bien fue al contrario. El PSOE aprovechó la enorme torpeza política de Casado al retratarse junto a la extrema derecha para convocar unas elecciones en las que el PP obtuvo el peor resultado de su historia reciente.
Pablo Casado: “Encima lo pretenden llamar progresista después de presentar el programa más retrógrado de la historia de España”.
Falso. Basta con leer el programa en cuestión para comprobar que es justo al contrario. No ha habido antes un programa de Gobierno más progresista en España, salvo que su referente de progresismo sea Esperanza Aguirre.
Pablo Casado: “Proponen una subida brutal de impuestos”.
Falso. Los impuestos solo suben para ese 0,4% de los contribuyentes españoles que ganan más de 130.000 euros al año.
Pablo Casado: “En materia social pretenden imponer una agenda sectaria en la educación, la sanidad y la política de vivienda, liquidando el derecho de la libertad de elección de las familias y la propia propiedad privada”.
Lo que Casado entiende como “liquidar la propiedad privada” es la misma regulación del alquiler que están aplicando otras capitales europeas, como Berlín o París.
Además, la propiedad privada no está por encima del interés general, según la propia Constitución Española. Artículo 128: “Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general”.
Pablo Casado: “El empleo está en su peor cifra de los últimos seis años”.
Falso. Es justo al contrario. El empleo, según la EPA, está en su nivel máximo de los últimos seis años: 19,8 millones de trabajadores. Son casi tres millones más que hace seis años. Es cierto que el crecimiento en el empleo ha sido en 2019 menor que en años anteriores, pero ha seguido aumentando.
Pablo Casado: “Como en un circo romano pero con el emperador [Oriol Junqueras] encarcelado por dar un golpe de Estado”.
Falso. El licenciado en Derecho Pablo Casado debería saber a estas alturas que la condena a Junqueras fue por sedición, no por rebelión. Porque no hubo ningún golpe de Estado, ni siquiera ante los ojos del Tribunal Supremo.
Pablo Casado: “En materia institucional, amenazan con nombrar jueces a dedo”.
Sonroja que el líder del Partido Popular, que ha colonizado los tribunales más importantes con magistrados de su cuerda, se atreva a acusar a nadie de nombrar jueces a dedo. El PP, a través de la mayoría conservadora en el CGPJ, lleva décadas nombrando jueces a dedo en el Tribunal Supremo, en la Audiencia Nacional, en las Audiencias provinciales, en los Tribunales Superiores de Justicia autonómicos… Como decía el portavoz del PP en el Senado, en un famoso mensaje sobre la renovación del CGPJ tan sincero como obsceno: “Nos jugamos centenares de nombramientos en el poder judicial vitales para el PP”.
Pablo Casado: “Qué desvergüenza, señor Sánchez, firmar un pacto que quiebra la igualdad de los españoles con una mesa de gobiernos bilateral, degradando España al nivel de una autonomía”.
Falso. La gran mayoría de los estatutos de autonomía contemplan las relaciones bilaterales con el Gobierno central. Hay incluso un estatuto, el de Extremadura, que permite incluso la bilateralidad con Portugal, como recordó Sánchez en su réplica.
Solo desde una óptica extremadamente reaccionaria se puede considerar el diálogo con los representantes de la mayoría de los catalanes como una traición vergonzante.
Pablo Casado: “El pacto que firma con Esquerra rompe la soberanía nacional al aceptar una consulta de autodeterminación en Cataluña”.
Falso. Por mucho que lo repita Pablo Casado y gran parte de la prensa, no se ha pactado ningún referéndum de autodeterminación en Catalunya.
Pablo Casado: (a Pedro Sánchez) “Ya perdió su referéndum el 10 de noviembre”.
El 10N el PSOE obtuvo 120 escaños, fue el partido más votado y el único con posibilidad de gobernar. Si Pablo Casado cree que eso es perder, ¿cómo califica el resultado del PP?
Pablo Casado: “La voluntad mayoritaria del pueblo español va a prevalecer. Y esa voluntad no es la que se expresa en el pacto para el desgobierno que hay aquí. Este intento de desfalco de soberanía sólo puede merecer el más firme ejercicio de reafirmación de la soberanía nacional”.
Falso. La voluntad mayoritaria del pueblo español está representada en el Congreso de los Diputados. Por supuesto que va a prevalecer, y por eso Pedro Sánchez va a ser investido como presidente del Gobierno: porque cuenta con el respaldo mayoritario de los españoles y sus representantes.
Cuestionar la legitimidad y legalidad de este gobierno, como está haciendo la derecha, es el auténtico desfalco a la soberanía.
Pablo Casado: “Llegó al poder con una moción de censura al Gobierno y pretende perpetuarse en él con una moción de censura al Estado”.
Falso, y especialmente grave incluso para el nivel de Pablo Casado. Pedro Sánchez llegó al poder cumpliendo escrupulosamente con la Constitución y sigue en el poder porque ganó las elecciones. Porque cuenta con los votos para ello y Pablo Casado no los tiene.
Santiago Abascal: “Votaremos no a esta investidura clandestina. A esta traición navideña, a esta emboscada a la Constitución que hoy se está perpetrando en las Cortes Generales”.
Lo que Vox plantea como “traición” es el cumplimiento estricto de esa Constitución que tanto cita la extrema derecha sin apenas haberla leído. El artículo 99 explica muy clarito cómo funciona una investidura y qué requisitos son necesarios. No es tan complicado.
Santiago Abascal: “Esta devaluación de nuestras instituciones, además de una senda antidemocrática, está siendo el camino para que otras instituciones y gobiernos nos pisoteen. En Europa, otros gobiernos, en teoría aliados, han puesto en duda nuestra democracia, han humillado y cuestionado nuestros tribunales y han permitido que los fugitivos de la justicia española estén hoy riéndose en Bruselas y riéndose del Estado de derecho”.
Falso. Abascal no acaba de entender que en Europa la justicia es independiente de los gobiernos, y que han sido los jueces europeos –del TJUE, de Bélgica, de Alemania...– quienes han aplicado la ley con independencia y libertad. Eso, y no otra cosa, es el Estado de derecho.
Pablo Casado: “Una moción de censura basada en mentiras. Por las mismas razones por las que usted echó a Rajoy deberían haberle echado a usted por el caso de los ERE”.
Falso. Mariano Rajoy cobró de los sobresueldos en negro y era el presidente del PP cuando se financiaba de forma ilegal. Era M. Rajoy, y no otro, el máximo responsable del primer partido condenado por corrupción en España. Fue M. Rajoy, y no otro, quien nombró a Bárcenas tesorero del PP, y quien le protegió cuando ya era evidente que se trataba de un corrupto.
Cuando ocurrieron los ERE, Sánchez era concejal raso en Madrid, sin responsabilidad alguna en Andalucía o en el partido. Fue Sánchez, al llegar a la secretaría general del PSOE, quien forzó la dimisión de Chaves y Griñán en el momento en que fueron imputados.
Pablo Casado (sobre Catalunya): “Esto no es un conflicto político, sino legal”.
Falso. Salvo que la solución que proponga Casado –alguna vez lo ha dicho– sea dejar sin derecho a voto a casi la mitad de los catalanes.
Pablo Casado: “Nuestra Constitución no es el problema, señor Sánchez. Es la solución”.
Pero la Constitución es mucho más amplia que el único artículo que parece preocupar a Pablo Casado: el de la unidad de España. La primera mitad del artículo 2 (la segunda mitad la ignoran, porque habla de las autonomías y de las nacionalidades y regiones que las conforman) Y tampoco esa unidad de España está en cuestión, por mucho que la derecha quiera presentar una mesa de diálogo con el Govern catalán como una gran traición a la patria.
Pablo Casado: “Pacta usted con un partido que considera a ETA la vanguardia de la democracia justificando el asesinato de socialistas. Lo siguen haciendo los herederos de Batasuna”.
Falso. El PSOE no ha pactado nada con EH Bildu, que ha decidido abstenerse sin recibir nada a cambio porque prefiere esta presidencia a otras elecciones donde pueda gobernar la extrema derecha.
También es falso que EH Bildu esté exclusivamente formado por “los herederos de Batasuna”: es una coalición que agrupa a varios partidos, también a la izquierda abertzale que se opuso a los asesinatos de ETA, una banda terrorista que hace más de diez años que pasó a la historia.
Pablo Casado: “El portavoz del Senado (Javier Maroto) jamás recibió el apoyo de Bildu ni para la investidura ni para un presupuesto. Si apoyó Bildu alguna ley que se aprobara en el Ayuntamiento de Vitoria sería porque quisieron”.
Bildu no respaldó a Javier Maroto en su época como alcalde de Vitoria “porque quisieron”. El hoy portavoz del Senado no solo negoció con ellos, sino que defendió públicamente esos pactos. “No me tiemblan las piernas para llegar a acuerdos con nadie” –decía entonces Maroto– “Y creo que eso es bueno. Ojalá sucediese en más foros. Ojalá cundiese el ejemplo”.
Santiago Abascal: “Ahora pretenden acallar las voces críticas en las redes y en las calles. Y me viene a la imagen un buen hombre jubilado que ayer osó ponerse delante de la sede del Partido Socialista a decir ¡Viva España y Feliz Navidad! Y que fue arrastrado de malas formas por la policía que envió el señor Marlaska.
Falso. El jubilado en cuestión no fue arrastrado por decir “Viva España” sino por resistencia a la autoridad. Y los modales de la Policía en este caso son intachables. Basta con ver el vídeo.
Pablo Casado: “Hay cuatro padres de la Constitución, cuatro ponentes de la Constitución que están en nuestra familia política. ¿Le suena Manuel Fraga? ¿Le suena Miguel Herrero de Miñón? Le suena José Pedro Pérez-Llorca? ¿Le suena Gabriel Cisneros?”.
De los cuatro ponentes de la Constitución que cita Casado solo uno –Manuel Fraga– militaba en aquel momento en AP, el germen del PP. El resto estaba en la UCD
Y es falso que aquella AP apoyara la Constitución de forma clara. El partido que lideraba Fraga se partió en dos durante la votación. De los 16 diputados que tenía AP solo nueve votaron a favor de la Constitución, dos se abstuvieron y otros cinco votaron en contra.
Pablo Casado: “¿Le suena Gabriel Cisneros a Otegi? Usted ha pactado con Otegi. Para usted es un hombre de paz, una patente de corso, aquel que estuvo encausado y aún no se ha dilucidado que pudo disparar en el vientre de un padre de la Constitución”.
Falso. Ni el PSOE ni Pedro Sánchez han pactado con Otegi. También es falso que “aún no se haya dilucidado” que el líder de Batasuna intentase asesinar a Gabriel Cisneros. Fue acusado por la Audiencia Nacional pero la sentencia lo absolvió de todos los cargos.
Pablo Casado: “Los 100 años de honradez han acabado en 300 años de cárcel para el socialismo corrupto de Andalucía que a usted le aupó a la secretaría general. Lecciones a mí de corrupción, ni una”.
Es falso que “el socialismo corrupto de Andalucía” aupara a Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE. Sánchez ganó las primarias contra Susana Díaz y el socialismo andaluz, con el apoyo mayoritario de las bases.
Santiago Abascal: “El señor Sánchez es un fraude, es un mentiroso, es un estafador. Es un personaje sin escrúpulos que, a caballo del apoyo mediático y sometiendo a las instituciones democráticas, es capaz de cualquier cosa con tal de seguir viviendo en el Palacio de la Moncloa. Es un villano de cómic, es un tirano (...) Un político indigno que ha cometido el mayor fraude electoral de la democracia española (...) Un charlatán cuyas palabras tienen el mismo valor que las de un timador profesional”.
Es también el representante de siete millones de votantes, el líder del partido con más votos en España y el único capaz en el Parlamento de lograr una investidura, salvo que ocurra un auténtico fraude electoral: un Tamayazo como el que benefició a Esperanza Aguirre, la antigua hada madrina de Casado y Abascal.
Pablo Casado: “A usted sólo le importa el oropel del poder, la capa del armiño. Sólo le importa su espejo deformado. Sólo le importa su fatal arrogancia” (...) “Lo de asaltar los cielos debía ser el Falcon. Está bastante claro”.
Un Falcón que han usado todos los expresidentes del Gobierno y que solo es “oropel del poder” cuando gobierna la izquierda.
Santiago Abascal: “No podemos considerar legítimo un gobierno con tan clara vocación totalitaria y que será investido con los votos de diputados que realmente no lo son”.
Porque, para Santiago Abascal, los únicos diputados legítimos son los de la derecha.
Pablo Casado: “No habrá recurso que no utilicemos para combatir la pretensión de acabar con España y no le quede la menor duda. Ganaremos y ustedes perderán”.
Está por ver quién gana y quién pierde este pulso político. Pero asusta el pronóstico y más aún la amenaza: no habrá recurso que no utilicen. Y escuchando a Pablo Casado y a Santiago Abascal este sábado –prácticamente indistinguibles en sus discursos– no cabe duda. Quieren presentar al nuevo gobierno como ilegítimo y utilizar cualquier medio a su alcance para derrocarlo.
Harán todo lo que esté en su mano. Porque creen que España les pertenece.