La brillante cazatalentos que preside el PP de Madrid concedió este jueves una entrevista a Pepa Bueno en la SER donde dio dos mensajes contradictorios. Por un lado, asumir su responsabilidad “in eligendo e in vigilando” por este nuevo caso de corrupción que ha llevado a la cárcel a quien fue su número dos. Por el otro, negarse a dimitir, justificando su error en que ella ha nombrado “a centenares de personas” de las que “sólo” le “han salido rana dos”: López Viejo y Francisco Granados. ¿Sólo dos? Me temo que no. Además de este par de talentos con cuenta en Suiza, y de un buen montón de alcaldes corruptos más, Aguirre fue madrina política de muchos otros “errores” que hoy prefiere no recordar.
Benjamín Martín Vasco, imputado en la Gürtel. Exdiputado del PP en la Asamblea de Madrid. La 'lideresa' amnésica debería recordar que no sólo nombró a Martín Vasco en su lista electoral, sino que también fue testigo de su boda, un convite y una luna de miel que después descubrimos que había pagado la trama Gürtel. En 2004, Aguirre excusó su presencia en un concierto de homenaje a las víctimas del 11M porque tenía que estar en esta celebración. “Tenía comprometida desde hace tiempo mi asistencia a la boda de Benjamín, que es un buen amigo, y no quería variar mi agenda personal”, aseguró hace diez años a El País.
Entre otras cosas, el “buen amigo” Benjamín participó en uno de los mayores pelotazos de la Gürtel: el del área 124 de Arganda del Rey. Hace ya cinco años, en Público, escribí este artículo sobre aquella sucia adjudicación que me costó una demanda del hoy presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. El ahora presidente de Madrid nos pedía una indemnización de 600.000 euros por dañar su honor, a pagar junto con otros tres compañeros de Público también demandados: Jesús Maraña, Manuel Rico y Félix Monteira. Hace unos días, el Tribunal Supremo nos dio la razón. La sentencia es bastante clara: nuestras informaciones eran contrastadas, rigurosas y veraces. González intentó que fuese la Comunidad de Madrid quien pagase el abogado, pero la jueza de primera instancia le obligó a pagar de su bolsillo la acusación.
En aquel artículo que me llevó al juzgado, detallaba –entre otras cosas– que desde Génova advirtieron en 2004 a Esperanza Aguirre de que aquella operación urbanística en Arganda del Rey olía mal. En su declaración ante el juez Ruz, en 2013, Esperanza Aguirre confirmó esa reunión y reconoció que Mariano Rajoy y Álvaro Lapuerta le habían alertado de esa operación inmobiliaria.
Pese al aviso, aquel pelotazo de la Gürtel en Arganda del Rey no se paró.
Ginés López, imputado en la Gürtel. Exalcalde de Arganda del Rey y cuate del “buen amigo” Martín Vasco, que fue su gerente de urbanismo.
Jesús Sepulveda, imputado en la Gürtel. Exalcalde de Pozuelo y exmarido de la hoy ministra Ana Mato, la mujer que nunca vio en su garaje el famoso Jaguar que le regaló Francisco Correa. Cuando la Gürtel estalló, el PP obligó a López y a Sepúlveda a dimitir, pero la lideresa ni mucho menos les condenó. “Creemos absoluta y totalmente en la inocencia de estas personas”, aseguró Aguirre. Era cuando la derecha acusaba a Garzón de una “cacería” contra el Partido Popular.
La confianza en Sepúlveda era tal que el PP le hizo dimitir del Ayuntamiento de Pozuelo, pero le mantuvo un generoso sueldo en el partido. Estuvo cobrando sin ir a trabajar hasta que eldiario.es lo publicó. Poco después de unas estrambóticas declaraciones de Carlos Floriano argumentando que Sepúlveda era “funcionario del partido” y que por eso seguía ahí, el PP finalmente le despidió.
Sergio Gamón, imputado en la trama de espionaje de Madrid. Ex director general de Seguridad Ciudadana de Madrid en el Gobierno de Esperanza Aguirre. Gamón fue durante años el jefe de los escoltas de Aguirre y marido de Yolanda Laviana, secretaria de la lideresa durante su paso por la presidencia del Senado. Laviana después fue recolocada como secretaria del director general de Telemadrid, Manuel Soriano.
Laviana –que se ha separado de Gamón– confesó ante la juez que su exmarido había espiado a Manuel Cobo, Alfredo Prada y otros dirigentes del PP. Sólo entonces, 16 meses después de estallar el escándalo del espionaje, Aguirre le hizo dimitir.
Para más casualidades, uno de los hombres de Gamón en la 'Gestapillo' de Madrid, un guardia civil que había trabajado en Valdemoro, le dio el soplo a Francisco Granados de que estaba siendo investigado por la justicia, un chivatazo que estuvo a punto de arruinar toda la operación.
Alfonso Bosch Tejedor, imputado en la Gürtel. Ex diputado autonómico del PP en Madrid en la misma lista electoral que encabezaba Esperanza Aguirre. Junto con López Viejo y Martín Vasco, Bosch configuró el “grupo Gürtel” de la Asamblea de Madrid al negarse los tres a entregar sus actas de diputados para evitar perder el aforamiento y que les tuviese que investigar el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en vez de la Audiencia Nacional.
Beltrán Gutiérrez Moliner, exgerente del PP de Madrid y uno de los agraciados por las tarjetas 'black' de Caja Madrid. Gutiérrez Moliner fue también quien firmó todos los 'recibí' de Fundescam, esos donativos irregulares que muchos empresarios de Madrid entregaron a una opaca fundación del PP regional. Los generosos donantes –afines a la causa, como Arturo Fernández o Díaz Ferrán– recibieron más tarde importantes contratos con la Comunidad de Madrid. Fundescam gastó ese dinero en pagar a la trama Gürtel parte de la factura por las campañas electorales de Aguirre en los años del 'tamayazo'. A pesar de la abundante documentación, que desvelé junto con Alicia Gutiérrez en Público, el PP madrileño se libró de este caso de presunta financiación ilegal porque estaba prescrito ya.
Guillermo Ortega, imputado en la Gürtel. Exalcalde de Majadahonda por el PP. Su propio grupo municipal se levantó contra él, acusándole de una sospechosa operación inmobiliaria con Francisco Correa –que después la investigación de la Gürtel definitivamente destapó–. ¿La respuesta de Esperanza Aguirre? Mandó a Francisco Granados a negociar con los concejales y le ofreció un puente de plata al alcalde acusado por sus propios compañeros de corrupción. Ortega fue recolocado como gerente del Mercado Puerta de Toledo, una empresa pública de la Comunidad de Madrid, donde mantuvo el mismo sueldo que cobraba como alcalde. “Está muy cualificado para el puesto”, argumentó en su momento Esperanza Aguirre.
Unos años después, en un triple salto mortal, Aguirre aseguró que ella “había destapado el caso Gürtel” poniendo esta actuación en Majadahonda como ejemplo de su hacer implacable contra la corrupción. Como siempre, sin rubor.
La brillante cazatalentos que preside el PP de Madrid concedió este jueves una entrevista a Pepa Bueno en la SER donde dio dos mensajes contradictorios. Por un lado, asumir su responsabilidad “in eligendo e in vigilando” por este nuevo caso de corrupción que ha llevado a la cárcel a quien fue su número dos. Por el otro, negarse a dimitir, justificando su error en que ella ha nombrado “a centenares de personas” de las que “sólo” le “han salido rana dos”: López Viejo y Francisco Granados. ¿Sólo dos? Me temo que no. Además de este par de talentos con cuenta en Suiza, y de un buen montón de alcaldes corruptos más, Aguirre fue madrina política de muchos otros “errores” que hoy prefiere no recordar.
Benjamín Martín Vasco, imputado en la Gürtel. Exdiputado del PP en la Asamblea de Madrid. La 'lideresa' amnésica debería recordar que no sólo nombró a Martín Vasco en su lista electoral, sino que también fue testigo de su boda, un convite y una luna de miel que después descubrimos que había pagado la trama Gürtel. En 2004, Aguirre excusó su presencia en un concierto de homenaje a las víctimas del 11M porque tenía que estar en esta celebración. “Tenía comprometida desde hace tiempo mi asistencia a la boda de Benjamín, que es un buen amigo, y no quería variar mi agenda personal”, aseguró hace diez años a El País.