Opinión y blogs

Sobre este blog

Prohibido preguntar

El presidente que prometió “dar la cara” y “no esconderse” ha aplicado una nueva mordaza a la prensa, degradando un poco más esta democracia de tan baja calidad. Desde hoy, es La Moncloa quien decide qué periodistas tienen derecho a preguntar. La nueva fórmula se ha estrenado dejando clara su verdadera intención: Rajoy llevaba escrita en un papel la respuesta a la pregunta del siempre fiel ABC. Le ha bastado con leer, en un espectáculo inimaginable en otros países europeos. Es un fraude donde sólo faltaba ese latiguillo tan manido: “Me alegro de que me haga esa pregunta”. Era tal cual.

Escoger a los periodistas es tanto como escoger las preguntas. Convierte las ruedas de prensa en un espectáculo teatral, una ficción con apariencia de realidad. Con este método, Rajoy desactiva las únicas ruedas de prensa que hasta ahora estaba dando, aquellas obligadas por la visita de un líder internacional. En el extranjero, esos bárbaros, no conciben una reunión oficial entre dos dirigentes políticos sin que después la prensa pueda preguntar.

Desde eldiario.es nos reafirmamos en lo que ya dijimos hace unos meses a nuestros lectores: no vamos a acudir a ninguna falsa rueda de prensa donde los periodistas no puedan cumplir con su trabajo con libertad. Si el presidente del Gobierno quiere leernos algo, que nos mande la nota por correo. Si La Moncloa quiere público en la sala de prensa para aparentar normalidad, que contrate unos extras.

Como periodista, me niego a participar en esta farsa. Como director de eldiario.es, propongo a los demás medios que nos plantemos, en defensa de nuestros lectores y del derecho a la información.

El presidente que prometió “dar la cara” y “no esconderse” ha aplicado una nueva mordaza a la prensa, degradando un poco más esta democracia de tan baja calidad. Desde hoy, es La Moncloa quien decide qué periodistas tienen derecho a preguntar. La nueva fórmula se ha estrenado dejando clara su verdadera intención: Rajoy llevaba escrita en un papel la respuesta a la pregunta del siempre fiel ABC. Le ha bastado con leer, en un espectáculo inimaginable en otros países europeos. Es un fraude donde sólo faltaba ese latiguillo tan manido: “Me alegro de que me haga esa pregunta”. Era tal cual.

Escoger a los periodistas es tanto como escoger las preguntas. Convierte las ruedas de prensa en un espectáculo teatral, una ficción con apariencia de realidad. Con este método, Rajoy desactiva las únicas ruedas de prensa que hasta ahora estaba dando, aquellas obligadas por la visita de un líder internacional. En el extranjero, esos bárbaros, no conciben una reunión oficial entre dos dirigentes políticos sin que después la prensa pueda preguntar.