Ya es oficial. Salvo sorpresa de última hora, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sacará hoy a concurso la plaza que ahora ocupa Pablo Ruz en la Audiencia Nacional, el incómodo juez de la Gürtel. Lo que anunció el CGPJ este viernes –por la tarde y en víspera de puente, como todas las noticias que quieren esconderse– no es una nueva prórroga, por mucho que lo hayan vendido así. Es la confirmación de que Ruz tiene los días contados.
Ruz seguirá al frente de este juzgado, pero solo por un máximo de tres meses, mientras se resuelve el concurso de la plaza. Para marzo, como tarde, habrá un nuevo juez en el Central número 5 de la Audiencia Nacional: un nuevo sustituto que llegará a la plaza por antigüedad en una convocatoria a la que Ruz no puede optar porque no lleva los suficientes años en la carrera judicial.
El Poder Judicial, presionado por la opinión pública, ha abierto una gatera que podría permitir que Ruz siguiese en el juzgado hasta terminar su trabajo y cerrar el caso Gürtel, pero como juez de apoyo. Es una puerta muy pequeña que traslada la decisión a dentro de tres meses y pasa por tres condicionales.
Primero, que Ruz lo pida. Y ya le están presionando para que no lo haga.
Segundo, que la Comisión Permanente del Poder Judicial se lo permita. Es el mismo órgano que hoy saca esta plaza a concurso y donde los vocales nombrados por el PP tienen la mayoría.
Tercero, que al nuevo juez del 5 le parezca bien y permita que su juez de apoyo lleve esos casos sin injerencias.
La excusa del juez de apoyo es un trampantojo para camuflar el verdadero abuso: que la plaza del Central número 5 salga a concurso, cuando ya hay un juez titular en este juzgado. No es Ruz, que es el sustituto que cubre la vacante en comisión de servicios desde hace varios años. Es Miguel Carmona.
Otro juez para la Gürtel-Bárcenas
“Hacemos lo que podemos”, le decía Mariano Rajoy a Luis Bárcenas por SMS sobre su proceso judicial. En eso siguen. Las injerencias políticas del PP sobre el caso Gürtel han sido constantes y han provocado que hasta seis jueces hayan pasado por esta investigación.
Primero fue Baltasar Garzón, inhabilitado de por vida por meterse donde no debía. Después Antonio Pedreira, del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que soportó enormes presiones hasta el punto de retirar la imputación contra Luis Bárcenas a pesar de que no habían terminado las investigaciones sobre sus cuentas en Suiza. Con Bárcenas de senador, el caso también pasó por el Supremo, con el juez Francisco Monterde.
De nuevo en la Audiencia, la Gürtel llegó a Pablo Ruz. En aquella época el PP arropaba a Ruz y tanto los vocales conservadores como el fiscal, dependiente del Gobierno, hicieron lo imposible para que siguiese al frente de la instrucción. Así ocurrió cuando se conocieron 'los papeles de Bárcenas'. En un primer momento, Ruz no quiso incorporar esa documentación al caso Gürtel. Pero cuando IU presentó una querella que le tocó a Gómez Bermúdez en reparto, la Fiscalía y el propio Mariano Rajoy maniobraron para que la Audiencia Nacional, en una decisión más que cuestionable, sacara a Gómez Bermúdez de la investigación.
El siguiente en ser apartado de la Gürtel fue Miguel Carmona. Este juez, que estaba en el CGPJ a propuesta del PSOE, ganó la plaza del Central 5 cuando Garzón fue condenado. En septiembre del año pasado, al terminar su mandato en el CGPJ, estaba previsto que se incorporase a la Audiencia Nacional, pero comenzó a recibir todo tipo de presiones para que se fuese a otra plaza. El PP, en aquel momento, prefería a Pablo Ruz y desconfiaba de Carmona, uno de los fundadores de Jueces para la Democracia.
Carmona acabó aceptando un puente de plata para que se fuese sin irse, y así se pudiese quedar Pablo Ruz en comisión de servicio. Primero intentaron colocar a Carmona en el Tribunal Internacional de La Haya, pero el Gobierno fue tan torpe que presentó su candidatura fuera de plazo. Después, el Consejo de Ministros le nombró en un puesto de nueva creación como magistrado de enlace en la embajada española en Londres, al ladito de Federico Trillo.
Carmona sigue siendo, hoy por hoy, el titular de la plaza del Central de Instrucción número 5. No se jubila hasta 2016 y en cualquier momento podría solicitar su vuelta. ¿Por qué sale entonces a concurso su plaza? Ahí está el escándalo.
Cuando un juez se va a un destino como el que ahora ocupa Carmona, no pierde su plaza, y su puesto de trabajo se puede cubrir temporalmente de dos formas: o por un concurso, o por una comisión de servicios, con prórrogas cada seis meses. Lo irregular es que la misma vacante primero se cubra con Ruz en comisión de servicios y después se saque esa misma plaza a concurso porque Ruz ha salido rana.
Cuando al PP le va mal un juicio, no cambia de abogado. Cambia de juez.
Garzón, Pedreira, Monterde, Gómez Bermúdez, Carmona, Ruz. A por el séptimo.