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Alquiler turístico y vivienda, un debate que no puede esperar

Eurodiputada —
22 de noviembre de 2024 06:00 h

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Estamos ante un fenómeno ineludible que afecta a las ciudades de toda Europa: una crisis de la vivienda y el auge de los alquileres turísticos facilitados por plataformas en línea. Aunque beneficioso en ciertos aspectos, este fenómeno ha planteado grandes desafíos para ciudades de alta demanda como París, Ámsterdam, Barcelona o Florencia, donde participé esta semana en un seminario en los márgenes del G7 sobre Turismo y Vivienda.

En estas ciudades el acceso a viviendas asequibles es, hoy en día, una pesadilla para muchos ciudadanos, afectando no solo a las familias con bajos ingresos, sino también a la clase media trabajadora y a los más jóvenes. Nos encontramos en un punto crítico, y necesitamos determinar cómo deberían operar las grandes plataformas de alquiler turístico en nuestras ciudades para apoyar un desarrollo más equilibrado y garantizar oportunidades de vivienda asequible para los ciudadanos.

Las ciudades experimentan una escasez de viviendas debido a que muchos apartamentos se destinan cada vez más a estancias de corto plazo en lugar de arrendamientos residenciales a largo plazo. Esta tendencia incrementa el precio de los alquileres para los ciudadanos, reduce la disponibilidad de viviendas asequibles y puede desplazar a los residentes locales, especialmente en los centros urbanos populares y los barrios con ubicaciones emblemáticas donde la demanda es muy alta. Por ejemplo, en la última década, los precios de alquiler en Barcelona han aumentado un 68 %.

En la legislatura pasada, desde la UE aprobamos regulaciones comunes para los alquileres de corta duración, con el objetivo de abordar cuestiones de transparencia, responsabilidad y compartición de datos entre las autoridades locales y las plataformas en línea.

¿Qué más podemos hacer a nivel europeo para asegurar que los alquileres de corta duración contribuyan positivamente a nuestras ciudades sin comprometer nuestras comunidades? Primero, es esencial implementar la regulación aprobada por la UE de manera rápida y efectiva.

Pero debemos ir más allá. La UE debería ayudar a las autoridades locales y regionales a trabajar activamente con las plataformas para desarrollar soluciones personalizadas que se alineen con las necesidades de cada ciudad. El diálogo regular entre los gobiernos municipales y las plataformas de alquiler ha demostrado que puede ayudar a fomentar la comprensión y la cooperación, mitigando potencialmente los conflictos, compartiendo mejores prácticas para aprender juntos y asegurando que las preocupaciones locales se reflejen en el marco legislativo común.

Y en tercer lugar, necesitamos analizar en profundidad el marco legal que regula el alquiler turístico (vivienda, servicios, turismo) y proporcionar una legislación de la UE que pueda ayudar a las autoridades locales y regionales a abordar el problema a nivel europeo. La realidad es diferente de Zagreb a Lisboa, pero desde las instituciones europeas sabemos que necesitamos proporcionar un marco legal armonizado que proteja el mercado interior, a la vez que logre un correcto equilibrio entre turismo sostenible y una vivienda asequible.

Este debate no puede esperar.

Estamos ante un fenómeno ineludible que afecta a las ciudades de toda Europa: una crisis de la vivienda y el auge de los alquileres turísticos facilitados por plataformas en línea. Aunque beneficioso en ciertos aspectos, este fenómeno ha planteado grandes desafíos para ciudades de alta demanda como París, Ámsterdam, Barcelona o Florencia, donde participé esta semana en un seminario en los márgenes del G7 sobre Turismo y Vivienda.

En estas ciudades el acceso a viviendas asequibles es, hoy en día, una pesadilla para muchos ciudadanos, afectando no solo a las familias con bajos ingresos, sino también a la clase media trabajadora y a los más jóvenes. Nos encontramos en un punto crítico, y necesitamos determinar cómo deberían operar las grandes plataformas de alquiler turístico en nuestras ciudades para apoyar un desarrollo más equilibrado y garantizar oportunidades de vivienda asequible para los ciudadanos.