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Si no tienes trabajo, es tu culpa
Este miércoles 17 de septiembre, el Parlamento Europeo ha aprobado por amplia mayoría la movilización de –entre otras seis– una partida de 1,6 millones de euros del Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG). Esta partida, costeada en un 40% por el Estado español, está destinada a la recolocación de 280 trabajadores despedidos hace meses en el sector de la hostelería en Aragón.
Aunque el sector sea de los que presentan condiciones más inaceptables de explotación laboral, con horarios imposibles, precariedad y estacionalidad alevosas y sueldos a ras de suelo, sigue siendo mejor tener un trabajo que no tenerlo. Así que, hasta aquí, la iniciativa de la Unión Europea suena bien.
Pero, lamentablemente y como quizás sospechaba el lector, no todo es color de rosa.
En primer lugar, la solicitud afectaba a más de 900 trabajadores despedidos; habría que preguntarse por qué sólo 280 merecen la ayuda de la Unión.
En segundo lugar, si hacemos las cuentas, sale a unos 5.700 euros por trabajador. No parece una cantidad que vaya a solucionar la vida a una persona que lleva en paro casi un año, la verdad, pero éste no es el mayor problema. El diablo, como siempre, está en los detalles.
Si entramos en la letra pequeña de la resolución, descubrimos que casi el 90% de la ayuda va a cursos de informática y “habilidades personales”, tutorías o apoyo en la búsqueda de empleo. Un 12% (como máximo) va directamente al bolsillo de esta gente que está sin duda en serios problemas económicos... y sólo reciben el dinero si tienen suerte y se portan bien. Así, tenemos, por ejemplo, un “incentivo” de 300 euros si los trabajadores siguen obedientemente todas las fases del proceso, o un sobresueldo de 400 euros durante unos meses si consiguen trabajo; lo cual, obviamente, no está garantizado.
Estas ayudas no sólo son miserables sino que, además, se equivocan de nuevo de responsable. Es de un paternalismo vergonzoso pensar que estos trabajadores no encuentran trabajo porque no saben usar el Excel, porque no son lo suficientemente extrovertidos o porque no buscan trabajo con suficiente intensidad; es clasista y repugnante pensar que, quizás, si les damos un pequeño premio, se reformen y se metan en vereda.
Pero es que, además, es mentira.
Estos trabajadores no encuentran trabajo porque los mismos que diseñan estas “ayudas” han destruido la economía aragonesa, española y europea para enriquecerse ellos y sus amigotes. Estos trabajadores no encuentran trabajo porque no lo hay. Con un 25% de paro es de malnacidos pensar lo contrario.
La delegación de Podemos ha votado en bloque a favor de la movilización de este fondo porque entendemos que, para una familia en emergencia humanitaria, es mejor una ayuda miserable que nada. Sin embargo, sabemos que este tipo de tiritas de filosofía altiva e indolente no solucionan nada. Sabemos que lo que hay que hacer es cambiar profundamente un sistema económico depredador que abandona a las personas y luego las culpabiliza de su situación y sabemos que hay que echar a la casta política que no hace nada por cambiarlo. En Aragón, en España, en Europa y cuanto antes.
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