Alberto Garzón, diputado por Málaga de 28 años, reflexiona sobre los resultados electorales de las elecciones europeas de este domingo, en las que su candidatura, Izquierda Plural (IU-ICV-Anova), encabezada por tercera vez por Willy Meyer, ha pasado de dos a seis diputados. Y en las que la formación comandada por Pablo Iglesias, Podemos, ha irrumpido con cinco en el Parlamento Europeo: “Los resultados son buenos, pero es cierto que no cubren nuestras expectativas y lo vemos insuficiente para nuestro proyecto de transformación social y de proceso constituyente”.
Podemos, un partido con el que comparten tanto sobre el papel, ha logrado en tres meses 1,2 millones de votos y cinco escaños en el Parlamento Europeo. ¿Cuál es la reacción de IU?
Podemos y nosotros tenemos el mismo programa, pero la estrategia, el discurso y la comunicación son diferentes. Ellos han sabido canalizar mucha frustración, que hay que leer como una suma de la que nosotros hemos captado. En total, crece el voto a la izquierda del PSOE, que es un voto contra el bipartidismo y la austeridad, de gente harta del sistema económico y político, de la forma de actuar los partidos y de la corrupción, de las redes clientelares y la vieja política.
¿Cabe la posibilidad de acuerdos entre IU y Podemos?
Hay espacios claros de confluencia entre parte de IU y el conjunto de Podemos, sin duda.
¿Y cómo se hace esa confluencia?
Es difícil definir una manera concreta. En el imaginario colectivo IU aún tiene un lastre de pertenecer a la vieja política, con casos como el de Bankia y algún otro de corrupción, aunque hayan sido limpiados.
Pero, ¿qué se puede hacer?
Hay que ser audaces, buscar fórmulas, pensando en términos políticos de programas. Pero IU ha de acometer una revisión a fondo en clave de democracia interna. Hay que buscar una nueva forma de comunicar con las clases populares. Ahora bien, también depende de Podemos, y ellos ya nos han mandado señales de confluencias de algún tipo. Pero está todo en el aire todavía, las elecciones acaban de producirse y, en todo caso, ahora vendrán las municipales, que no son como las generales.
¿IU también está a favor del acercamiento?
No es toda IU ni es todo Podemos, lógicamente. Pero el programa es el mismo, el proyecto político ya existe, sólo varían las estrategias y los instrumentos. Yo lo que veo es que la confluencia es algo querido por muchos compañeros, y se ve en cómo hemos felicitado públicamente sus resultados personas como Yolanda Díaz, Esther López Barceló, Marina Albiol y yo mismo, por ejemplo.
¿El proceso de confección de la candidatura de IU ha tenido que ver con el lanzamiento y éxito de Podemos?
En su día mantuve mis diferencias en torno al proceso interno, pero no tiene nada que ver con el nacimiento de Podemos, que tenía una estrategia independiente, configurada antes de Navidades, tres meses antes de que ni siquiera nosotros hubiéramos elegido el candidato.
Yo creo que el proceso de las elecciones generales debe ser democrático y con primarias, como prevén los estatutos, pero aún es temprano.
¿Otro candidato a las europeas habría cosechado mejor resultado para IU?
El resultado es de subida, de triplicar votos y escaños. Es bueno, aunque yo no me conformo. Nuestras expectativas eran otras, aunque ninguna encuesta ha acertado, esa es la verdad. No es sólo el candidato, sino del discurso. Podemos ocupa un espacio que IU no ha sabido ocupar y otro tipo de candidato podría haber logrado votos por un lado pero haberlos perdido por otro lado. En todo caso, yo creo que el discurso de IU ha de girar más a lo que transmitía el 15M y hacia aquellos que están hartos de la forma actual de hacer política.
En relación con las primarias, los estatutos de federaciones como Madrid no las prevén con tanta facilidad como para unas elecciones generales. ¿Cómo cree que deberían ser?
Yo creo que se tienen que aplicar mecanismos de democracia interna radical en todos los ámbitos: primarias, revocatorios y otros instrumentos. Las primarias son condición necesaria, pero no suficiente.