A menos de 48 horas para el cierre de la campaña de las elecciones europeas, los dos grandes partidos hacen todo tipo de cábalas sobre lo que puede ocurrir el domingo, especialmente porque, ante la baja participación, apenas 200.000 votos moverán un punto de los porcentajes que obtengan cada uno de ellos.
PP y PSOE asumen que la gran vencedora de los comicios será la abstención y barajan porcentajes de entre el 54% y el 60%. Miguel Arias Cañete ha dicho el miércoles que ve “muy difícil” que la participación llegue al 45%. Más allá de ese discurso, ambos quieren ganar las elecciones por el significado político que en España puedan tener y, sobre todo, por lo que puede marcar en el futuro próximo de los dos partidos.
Todo apunta a que el PP se la juega en Madrid y la Comunidad Valenciana, sus dos grandes feudos tradicionales. En ambos, sufrirá caídas significativas, pero la duda es saber en qué porcentaje.
En el PP se dice que si Valencia y Madrid aguantan, las elecciones las tienen ganadas con una holgada mayoría que cifran entre tres y cuatro puntos por encima del PSOE.
En el PSOE, se confía en compensar su más que probable desplome en Cataluña con la caída del PP en las dos comunidades autónomas citadas.
De ser así, los socialistas lo apuestan todo a que Andalucía les dé la victoria, donde el PSOE cree que está muy fuerte desde la llegada de Susana Díaz a la presidencia de la Junta, y que no sólo mantendrán la diferencia con el PP que hubo en las últimas europeas, sino que es posible que logren incrementarla.
Fuentes de ambas formaciones ven todo muy ajustado. Hasta hace una semana, en el PP se daban como ganadores, pero las declaraciones machistas de Cañete pueden haber dado un vuelco a la situación, lo que ha causado preocupación en Génova.
En círculos políticos se da por segura la existencia de una reciente encuesta encargada por el PP que situaba a los de Rajoy dos puntos por debajo de los socialistas, y ya con muy poco tiempo para poder remontar. En Ferraz creen que ese temor es lo que ha llevado a Rajoy a intensificar su tono en campaña y sus ataques a los socialistas.
El PSOE no tiene sondeos, pero sí estudios sociológicos sobre las encuestas que publican los medios de comunicación y mantienen que obtendrán una victoria por la mínima, que a buen seguro venderán como un gran éxito tras el fracaso electoral de 2011.
Lo que no es casual es que el gran acto de los socialistas en esta campaña se celebrara este miércoles en Barcelona, o que el PP se volcara el mismo día en Valencia.