19 elementos del patrimonio histórico en Euskadi se encuentran en grave situación de abandono

Construida en el siglo XVI, esta casa perteneció a la familia de Juan de Zubileta, marinero que regreso con vida de la expedición Magallanes-Elcano, primera circunnavegación de la historia iniciada en el año 1519 y finalizada en el 1522. Varios elementos de la casa ya han desaparecido y a pesar de ser nombrado ‘Bien Cultural Inventariado’ en 2001, la vegetación invade el caserío al mismo tiempo que techos y paredes se hunden.

La construcción de este palacio comenzó en el año 1709, cuando el primer Marqués de Riscal, don Baltasar Hurtado de Ametzaga, ordenó construirlo para recibir al Rey Felipe V. En 1920, el Marqués murió, por lo que la reunión jamás se celebró y la construcción se detuvo. Desde entonces está abandonado, y hoy en día se usa para albergar ganado y al ser una construcción inacabada, su riesgo de pérdida es mayor.

Esta reserva de 220 kilómetros cuadrados fue declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1984. Sin embargo, Urdaibai está sufriendo una actividad urbanística invasiva. Además de ello, otros problemas cómo la presencia de carreteras o la contaminación del agua también han de ser atendidos.

Conformado por el torreón, el fuerte y el polvorín de El Mazo, la presencia de este complejo militar consta desde la guerra de sucesión española entre 1701 y 1714. Actualmente, a pesar de estar dentro del inventario general del Patrimonio Cultural vasco, se encuentra abandonada y expuesta al vandalismo. Techos y paredes caen al mismo tiempo que grafitis y basura crecen en la zona.

Construidos en 1742 y 1782 respectivamente, son las ruinas consideradas mejor conservadas en la provincia de Bizkaia. A pesar de no tener un uso frecuente, pertenecieron al Ministerio de Defensa hasta el año 1947, lo que hace que ya no tengan ninguna función militar. Aunque su estado actual sea bueno, no cuenta con ninguna protección, lo que hace que esté en estado de abandono, deteriorándose continuamente con pintadas o vegetación que invade la edificación.

El centro de este pueblo fundado en el 1356 tiene una estructura singular que ha perdurado a lo largo de la historia. Su trazado viario y la organización de sus manzanas sigue siendo el mismo que en su creación, además de la multitud de palacios. Fue designado Conjunto Histórico-Artístico y Bien cultural calificado. Existe un plan para la conservación del del Casco Histórico, pero este prevé modificar el uso de las traseras de los palacios, actualmente jardines y espacios libres limitantes con el Casco Histórico, con el fin de construir viviendas.

En el siglo XVI ya se tenía noticia de este astillero. Durante el siglo XVII, la Corona le otorga la condición de real debido a su plan para impulsar la construcción naval nacional. En el 1974 el astillero se convierte en un lugar de construcción de navíos propios para el servicio de correo naval hasta la invasión francesa en 1975. Se trata de un Bien Cultural Calificado, pero está abandonado degradándose y desapareciendo conforme pasan los años.

Entre los años 1923 y 1924 se edificó esta factoría, que comenzó a funcionar en 1925 y poco después, debido a las malas cosechas y al precio del trigo, acabo sirviendo únicamente como almacén, y más tarde fue abandonada. En 1999 el Gobierno vasco le otorgó el estado de Bien Cultural Calificado, protegiéndola cómo monumento. Sin embargo, se encuentra desatendida y en mal estado de conservación con un deterioro rápido y continuo.

Originalmente fue un caserío, pero en a lo largo de siglo XVIII fue reformado convirtiéndose en palacio debido al poder comarcal de sus dueños. Tras la Guerra Civil española, fue abandonado y olvidado. Hoy en día se trata de una ruina, invadida por vegetación y maleza de todo tipo además de tener un acceso muy difícil debido a la creación de la autopista, que pasa a su lado.

El edificio data de 1914, preparado a la ciudad para la llegada del cine. Sin embargo, funcionó también como teatro y cómo sede para el Orfeón Donostiarra. La última película que se proyectó fue en el año 1982. Desde entonces, ha cumplido alguna otra función, actualmente de almacén. Se trata de un edificio en unas condiciones favorables y que podría ser recuperado para darle un uso mejor. Sin embargo, su demolición ha sido solicitada por los propietarios para la construcción de pisos.

Esta estación fue inaugurada en 1864 y entre 1905 y 1922 se realizaron obras que añadieron aun más valor a sus prestaciones. En su parte exterior tiene una marquesina diseñada por el emblemático arquitecto Gustave Eiffel, siendo la única construcción de su empresa persistente en España. Hoy en día continúa cómo principal estación de la ciudad de Donostia, conservándose en muy buenas condiciones. En el año 2010 el Catálogo Municipal bajó su protección de primer a segundo grado, pero su abandono no peligra debido a las recientes obras para la incorporación del tren de alta velocidad.

Se trata de un caserío del siglo XVI, identificado como el más antiguo de la comarca del Alto Deba y uno de los más antiguos de Gipuzkoa. La Diputación Foral de Gipuzkoa declaró este caserío Zona arqueológica, debido a que, a diferencia del resto de caseríos, que han sido modificados o reacondicionados, este conserva sus características originales. Lleva deshabitado desde los años 60 del siglo XX y actualmente, la maleza invade el caserío haciendo que su entrada sea muy difícil, además de poniendo en riesgo un gran ejemplo de la típica vivienda rural vasca.

Este edificio fue construido en 1940. Se trataba de un edificio cuya función residía en servir como colonia de verano para los hijos de los trabajadores de la empresa “Ebro Compañía de Azúcares y Alcoholes”. Actualmente esta construcción tiene uso, en 1922 el Ayuntamiento decidió hacer obras en el edificio y hoy en día sirve cómo n el año 1992 el edificio fue remodelado por el Ayuntamiento para usarlo como equipamiento público. Desde entonces se han llevado a cabo pequeñas obras de rehabilitación. Hoy en día cumple la función de albergue de peregrinos. Fue incluido en el Catálogo de Patrimonio Histórico-Arquitectónico de Zarautz en 1995, sin embargo, en 2020 se comenzó un proceso para retirar su protección legal.

En la vía entre Bilbao y Donostia, se encuentra esta estación del año 1985. Debido al uso frecuente y al paso del tiempo, la estación fue añadiendo diversas ampliaciones. En 1984 se construyó un pabellón mejor acondicionado para la actividad del momento, sin embargo, en 1998 su actividad fue retomada. En 2018 se anunció un proyecto de creación de una nueva estación, lo que hace que a pesar de que este en buen estado, corra peligro de derribo.

En 2009, debido a un incendio en el caserío, se descubrieron pinturas murales alavesas. Según algunos expertos, Juan de Armona, especialista de la zona en pincelar iglesias en el siglo XVI, pudo ser el autor de dichas pinturas. Se trata de uno de los pocos caseríos particulares con este tipo de pinturas en su fachada. Se trata de un monumento que muy posiblemente sea declarado ruina a corto plazo, debido a que a pesar de ser declaradado monumento en 2011, no se protegió debidamente hasta el 2016. Entonces, el edificio fue deteriorándose rápidamente.

Este castillo amurallado tiene su origen en el siglo XII, pero fue construido en varias fases. Formó parte de las fortalezas con presencia guardiana entre los reinos de Navarra y Castilla, pero debido a la unificación de España, estas fortalezas fueron abandonadas. Se trata de un Bien de interés Cultural, aunque existen lesiones arquitectónicas de alto riesgo, lo que además es peligroso para el visitante, debido a la posibilidad de desprendimientos.

Se trata de uno de los pocos palacios que quedan en el centro de Vitoria. Es una vivienda del siglo XX y perteneció a Félix Alfaro Fournier, nieto de Heraclio Fournier, fundador de la famosa empresa de naipes. Está protegida a nivel local, por el Ayuntamiento, pero lleva 25 años deshabitada y descuidada, lo que está incitando la idea de reducir su nivel de protección, y así construir un hotel.

Situada en pleno centro de Vitoria, esta estación de servicio del siglo pasado se encuentra abandonada. Se trata de un edificio en el Inventario General del Patrimonio Vasco, denominado como Bien de Interés Cultural. Actualmente está en remodelación, con el fin de convertirse en oficina de turismo verde, electrolinera y lugar de alquiler de bicis. Este reacondicionamiento hará, muy posiblemente, que abandone la lista roja en breve.

La obra de la construcción del palacio data de 1546, Antonio Sáenz de Maturana Pérez de Oro lo fundó uniendo las casas y los jardines de las calles Zapatería hasta Santo Domingo. Hasta mediados del siglo XX, perteneció a diferentes familias. En el año 2010, se aprobó una restauración del palacio, sin embargo, y a pesar de tener un valor especial para su conservación estructural, nunca ha llegado a comenzarse. Su estado no es tan malo, pero de vez en cuando hay derrumbes debido a su descuido.