El jueves 13 de mayo había 295 personas ingresadas en las plantas de los hospitales vascos y otras 149 en la UCI con COVID-19. De esos 444 pacientes, 128 tenían al menos una dosis de la vacuna, alrededor del 28%, y 33 de ellos habían completado la vacunación, el 7,4%. Son datos que ha enviado al Parlamento Vasco la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, en respuesta a una pregunta a la representante de EH Bildu, Rebeka Ubera. El informe no desglosa el posible efecto de otras variantes del Sars-Cov-2 ni los datos de letalidad asociados a vacunados y a no vacunados.
En planta, los 108 ingresados se desglosan en 76 a los que le faltaba media vacuna y 32 que sí habían completado el proceso. Estos casos eran 16 en hospitales de Bizkaia, 10 en Gipuzkoa y 6 en Álava. Por edades, 15 de esas personas con doble dosis eran mayores de 84 años, 16 tenían de 60 a 84 años y solamente una era más joven. Entre las personas con una dosis ingresadas hay un veinteañero, aunque el resto, 75 personas, tenían más de 40 años.
Hay otros datos objetivos también que muestran que la vacunación ha reducido la positividad, los ingresos y la letalidad. El mejor ejemplo es el de las residencias de ancianos. Desde que se generalizó la inmunización solamente ha fallecido esa mujer de San Prudencio frente a más de 1.000 decesos notificados en meses anteriores. Entre mayores de 85 años, las hospitalizaciones han caído más del 50% desde enero hasta mayo. En enero las personas de 60 a 84 años representaban la mitad o más de los ingresos semanales y el último dato lo rebaja al 27%. También en las campañas de la gripe se han producido casos entre personas inmunizadas.
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