Miles de personas han acudido a Bilbao a la cita organizada por la Red Ciudadana Sare para reclamar un cambio en la actual política penitenciaria que se aplica a los presos de ETA. Con pancartas y pegatinas a favor del acercamiento de los presos y también banderas y pancartas que apoyan a los presos catalanes, personas de todas las edades, algunos en ambiente familiar y otros en cuadrilla, con ambiente festivo, han esperado a marchar en la multitudinaria manifestación que ha partido desde La Casilla con algunos minutos de retraso para finalizar, una vez recorrida las calles del centro de la ciudad, en el Ayuntamiento de Bilbao.
La movilización, que ha cogido el testigo de la que dos horas antes ha recorrido las calles de la localidad francesa de Baiona, se desarrolla bajo el lema 'Orain presoak' (Ahora los presos) y a la misma se han adherido EH Bildu, Podemos y cuenta con delegaciones de todos los sindicatos vascos, incluidos CCOO y UGT.
Asimismo, entre los manifestantes se ha podido ver al coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y a los parlamentarios de la coalición Mertxe Aizpurua y Oskar Matute. También ha acudido una representación de Podemos Euskadi encabezada por su secretario de Organización, Andeka Larrea; una delegación de ERC integrada por su diputada en el Parlament Núria Picas y su vicesecretario general, Isaac Peraire; así como el diputado de JxCat en el Parlament Eduard Pujol y el diputado de la CUP en el Congreso Albert Botran.
La pancarta que ha encabezado la manifestación la han sostenido Asun Lasa, hermana de la víctima del GAL José Antonio Lasa; Rosa Rodero, viuda del ertzaina Joseba Goikoetxea, asesinado por ETA; junto al portavoz de Sare, Joseba Azkarraga; y miembros de Etxerat.
Antes de comenzar la cita Arnaldo Otegi ha asegurado que “la demanda de la libertad de los presos y la vuelta de exiliados y deportados es también agenda vasca”, la que “defiende hoy la mayoría social, sindical y popular de este país”. Ha indicado que “han pasado muchos años desde que desapareció la violencia armada de ETA en este país y todo el mundo vino a decir que cuando esto sucediera se arreglarían determinados problemas”. En ese sentido, ha señalado que “no hay ningún conflicto en el mundo en el que, desaparecido el conflicto, los presos han seguido alejados y encarcelados”.
La presencia policial ha sido muy numerosa, ha habido un gran despliegue de la Ertzaintza con numerosos furgones que han cortado la circulación en las calles colindantes por las que ha circulado la manifestación. Además, numerosos agentes tanto de la Ertzaintza como de la Policía Municipal de Bilbao han vigilado en todo momento el recorrido de la marcha.
Y es que la manifestación este año ha sido especialmente vigilada a petición de la Audiencia Nacional. José Luis Calama, magistrado del juzgado de Instrucción Central número 4, ha dictado un auto para instar al Departamento de Interior del Gobierno vasco y a las fuerzas de seguridad a “controlar” y “seguir” la manifestación por si, durante su desarrollo, se “realizan actos que pudieran ser constitutivos de delitos de enaltecimiento o justificación de delitos terroristas; o de descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o sus familiares”. El juez, por su parte, rechazó prohibir la protesta de forma preventiva, como había solicitado una asociación de víctimas del terrorismo.
Las críticas a la manifestación han sido numerosas por parte de la derecha. El líder del PP, Pablo Casado, ha calificado a través de Twitter de “lamentable” que Podemos acuda a la manifestación. Vox, por su parte, interpuso este viernes una denuncia contra los organizadores de la manifestación porque, según ellos, “constituye sendos delitos de Enaltecimiento del Terrorismo y Odio, así como Humillación a las Víctimas, contemplados en el Código Penal y en la Ley de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo”. También pidieron la cancelación de la manifestación, que finalmente se ha celebrado.
En el último año y medio, desde que Pedro Sánchez asumió la presidencia del Gobierno, se ha acercado a cárceles próximas a Euskadi a un total de 31 presos de ETA y otros 28 han pasado al segundo grado. El colectivo de presos de ETA (EPPK en sus siglas en euskera) considera que el número de acercamientos realizados sigue lejos de las expectativas generadas tras la disolución de ETA en 2018.