La actividad de una cantera agujereó en 2016 una cueva sobre el acuífero más importante de Álava y Euskadi
La cantera de la localidad alavesa de Nanclares de la Oca agujereó en 2016 una cueva situada junto al acuífero de Subijana, la reserva de agua más importante de Euskadi. Los hechos, que han trascendido ahora y que ha publicado la Cadena Ser, se interceptaron entonces, hace ocho años, aunque tanto la empresa propietaria de la cantera, Heidelberg Materials, como el Gobierno vasco y la Agencia Vasca del Agua (URA) sostienen que la calidad del agua no se ha visto afectada.
La cantera, conocida como 'Pequeña Navarra', se encuentra en una zona de calizas de Subijana. “En episodios de lluvias, el nivel freático del acuífero asciende y alcanza la actual zona de la explotación de la cantera, [y] esta situación ha podido dar lugar a episodios de turbidez”, explican desde URA. La calidad del agua, recalcan, no se ha visto afectada “a día de hoy”. En el marco del Plan Hidrológico del Ebro —que aúna los objetivos de gestión eficiente y sostenible del agua de las nueve comunidades autónomas que se asientan en la cuenca del río—, se prevé que la zona del acuífero de Subijana se tome como zona estratégica reservada para abastecer de agua a la población. En ese sentido, un 30% de los recursos han de reservarse de forma exclusiva para el abastecimiento y se ha de velar en todo momento por que estén en buen estado.
Otro episodio en 2018
El de 2016 no ha sido el único episodio de estas características. URA apunta, “al menos”, a otro acaecido dos años después. “En una cantera, cuando el terreno es kárstico, se puede abrir una cavidad. [...] Cuando hay lluvias intensas, también se produce agua y también el nivel freático sube y se puede inundar esa cueva”, ha explicado este martes la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente en funciones, Arantxa Tapia, preguntada por los medios de comunicación. “Es lo que se produjo y constató”, subrayó.
Ha llegado a proponerse la ampliación de la cantera 'Pequeña Navarra'. URA, en 2012 primero y en 2017 después, ha plasmado en sendos informes que no debería ampliarse la actividad extractiva de la cantera por el riesgo que ello implicaría. El primero se confeccionó a petición de la Diputación de Álava, mientras que el segundo se esbozó después de que lo solicitase la viceconsejería de Medio Ambiente, ambos en el marco de la tramitación ambiental. URA, además, reiteró tres solicitudes: “estudiar la interacción de la cantera con los manantiales y pozos de abastecimiento existentes”, “estudiar, incorporar y garantizar mediante nuevas perforaciones la reposición de los caudales disponibles susceptibles de verse afectados” y “garantizar la impermeabilización del hueco de la cantera para minimizar las posibles afecciones a la calidad de las aguas del acuífero”.
El grupo juntero Elkarrekin (Podemos, IU, Equo y Alianza Verde) ha solicitado la comparecencia ante las Juntas Generales de Álava de Antonio Aiz, director general de URA. Además de para informar sobre lo sucedido con la cantera de Nanclares, se le requiere también información sobre la situación que dio lugar a que hubiera de abastecerse a un centenar largo de residentes de cuatro pueblos de Álava con garrafas de agua. Según indicó el Ayuntamiento de Vitoria entonces, los cuatro concejos se surten de las aguas de un pozo que se encuentra en Mandojana y un análisis rutinario arrojó niveles de nitrato superiores al límite establecido. Se llegó a barajar la opción de conectar a estos pueblos a la red de Amvisa, la empresa municipal de aguas.
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