Acusan de encubrimiento a una ikastola de Bilbao por un presunto caso de pederastia conocido desde hace décadas
Cinco alumnas actuales de la ikastola Urretxindorra de Bilbao (todas ellas menores de edad) y un grupo de una decena de exalumnas de entre 20 y 40 años han coincidido en denunciar en los últimos días acoso y violencia sexual por parte de un profesor. Existe un hondo malestar entre las víctimas al entender que solamente se ha actuado después de que el caso haya saltado a las redes sociales y a los medios de comunicación porque se venían acumulando quejas desde hace muchos años, más de un cuarto de siglo. Las fuentes consultadas indican que se ha formalizado una denuncia ante Educación (es un centro concertado) y la Administración insta a que se formule también ante la Ertzaintza, donde por el momento no consta ninguna comunicación. Cautelarmente, el profesor ha sido apartado de las clases, aunque no despedido.
Las primeras denuncias (anónimas) se iniciaron a través del perfil de Instagram @denuncias_euskalherria, que ya ha dado a conocer otros casos. Al verlas, según fuentes internas, cinco alumnas con 140 firmas de apoyo realizaron una “queja formal” ante la dirección de la ikastola. La persona señalada era la misma, un docente de larga trayectoria y que incluso tenía cierta proyección pública. Estas fuentes agregan que “se les pidió que no lo hiciesen público para que esto no se supiese fuera del centro”. El centro, por el contrario, alega que ha actuado “desde el primer momento”, indica que ha activado nuevos mecanismos de control y, en condicional, ha pedido disculpas. “Si alguien se ha sentido agredido o acosado, no sólo le trasladamos nuestra petición de perdón, sino que le expresamos nuestro firme compromiso de que no vuelva a ocurrir”, escriben.
Las antiguas alumnas han recopilado en un escrito los hechos que imputan al profesor. Hablan de un caso de “pederastia” repetido en el tiempo, ya que hay testimonios de denuncias “desde hace 30 años”. “Era algo conocido y de lo que se hablaba abiertamente y con naturalidad. Los adultos consideraban que exagerábamos o les parecía divertido que a este señor le gustasen tanto las 'chavalas'. Las alumnas lo denunciamos en innumerables ocasiones a lo largo de los años. Escribimos un par de cartas con el objetivo de recoger firmas contra este profesor, pero amenazaron con expulsarnos si seguíamos adelante con ello. [...] Se llegaron a hacer pintadas y hubo padres que realizaron quejas formales a dirección”, cuentan estos testimonios. Insisten estas antiguas alumnas que Urretxindorra es “cómplice y encubridora”. “Si se hubiesen tomado las medidas adecuadas desde el principio y no lo hubiesen protegido, se habrían evitado todos los abusos posteriores”, afirman.
Los testimonios apuntan a que el docente tenía una actitud “sexualizante” hacia las alumnas, algunas de apenas 12 años. Generaba ambiente “misógino” en el aula con comentarios 'premiando' a sus favoritas y 'castigando' a las que no lo eran o mostrando incluso vídeos eróticos. El episodio “más grave” se dio cuando, siempre según estas fuentes, “se coló con una cámara de vídeo en los vestuarios de las niñas mientras se cambiaban”. Otra niña fue advertida de que si vestía con ropa ajustada en el examen recibiría un 10. Inventaba también sesiones de cuentacuentos para “enamorarse” y “casarse” con la alumna elegida o para coger a alguna niña en el regazo. Este periódico ha recabado la denuncia directa de una alumna en 1998 y existe un grupo con casos anteriores y posteriores, algunos muy recientes.
El centro, de su lado, solicita “rigor” y “discreción” para gestionar esta crisis y no promover debates en redes sociales. Asegura que ha trasladado toda la información de que dispone a plantilla y familias y apela al “bienestar” del alumnado. El profesor denunciado no imparte ya más clases, pero no ha sido despedido. La federación de ikastolas, Ikastolen Elkartea, también se ha pronunciado sobre este caso y sobre denuncias que afectan igualmente al centro Resurección María de Azkue de Lekeitio. Recalcan que dan credibilidad a las denuncias. La patronal indica que existe el buzón salaketak@ehi.ikastola.eus para comunicar datos y respalda expresamente la gestión realizada tanto Urretxindorra como por Azkue.
Por su partes, fuentes de Educación expresan su “firme rechazo” a la violencia sexual y recuerdan a los centros “la necesidad de activar el protocolo correspondiente” con diligencia. “Educación interviene para asesorar en la correcta implementación del protocolo en los centros concertados donde se han registrado denuncias anónimas para garantizar el bienestar del alumnado”, agregan. El Gobierno “insta a todas las personas que se hayan sentido agredidas a denunciar los hechos bien ante la Inspección de Educación, ante la dirección del centro en el caso del alumnado matriculado o ante la Ertzaintza”.
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