En el PNV, irónicamente, algunos han comenzado a denominar a su compañero Rubén Martínez, alcalde de la pequeña localidad de Bernedo, “el Boris Johnson de la Montaña Alavesa”. Este fin de semana, coincidiendo con las supuestas no fiestas de San Tirso, el regidor participó con otro centenar de personas en una cena festiva organizada en el antiguo Ayuntamiento, con catering contratado y con invitados de todo el valle, según las fuentes consultadas. Esos locales están en la plaza principal y ahora, tras el traslado de las dependencias municipales, son utilizados como consultorio de Osakidetza en una parte, aunque disponen de una sala amplia, que es donde se celebró el encuentro, que fue descubierto por la Ertzaintza. El munícipe ha pedido disculpas pero, por el momento, no dimitirá.
La Policía intervino ante la evidencia de que no se estaban cumpliendo las normativas sanitarias contra la COVID-19, entre ellas el fin de cualquier actividad a la una de la madrugada. Los asistentes equivaldrían a casi el 20% de la población de Bernedo, poco más de 500 personas. Algunas de ellas se encararon con los agentes. Hubo insultos y el lanzamiento de algunos objetos, según el parte oficial de la Ertzaintza. Inicialmente se aludió erróneamente a que lo ocurrido en Bernedo fue un botellón.
Este miércoles, Martínez ha celebrado un pleno municipal extraordinario en medio de una gran expectación en el que ha pedido disculpas y ha puesto su cargo a disposición del pleno. Pero, como el primer ministro británico, continúa en el cargo. “Cometimos un error humano, del que asumo la responsabilidad que como alcalde me corresponde. Es por ello que pongo mi cargo a disposición de la corporación municipal. Si consideran que debo abandonar mis responsabilidades, lo haré de manera inmediata”, ha lanzado.
Pero su partido, el PNV, tiene mayoría absoluta (cinco de siete ediles) y, según indican fuentes de la formación nacionalista, dan por buenas estas explicaciones y disculpas, que se asuma el error cometido. Por lo tanto, no relevarán al primer edil, que es ganadero de uno de los concejos del municipio, Quintana. En la sesión, tras esta lectura, un corporativo ha señalado textualmente: “Hemos dicho todos que estamos de acuerdo en que no dimita. Por un error no tiene por qué dimitir”. EH Bildu tiene allí un edil y el PP otro.
“Un grave error”
Sin levantar la mirada del papel que llevaba escrito, Martínez ha señalado: “Soy todavía joven y me gusta disfrutar de los momentos de ocio pero he cometido un grave error”. Ha dicho también que no está exento de “fatiga” pandémica después de 24 meses de contagios de coronavirus. “El pasado sábado celebrábamos la fiesta de San Tirso. Yo estuve en la cena que se había organizado por un grupo de jóvenes, y como ya es conocido se alargó mucho más de lo previsto y agrupó a más personas de las debidas. Deberíamos haber cumplido las medidas sanitarias como teníamos previsto pero el encuentro se nos fue de las manos. Pido sinceras disculpas por este acto irreflexivo, por el daño que hubiera podido ocasionar al buen nombre de la institución que represento y por comprometer su credibilidad ante los vecinos y vecinas de Bernedo. Fue un error que lamento profundamente”, ha añadido.
El alcalde, en su alocución, se ha referido también a que la “ejemplaridad” debe guiar a los servidores públicos y ha asegurado que tiene un “firme compromiso como alcalde del Ayuntamiento de Bernedo para cumplir y hacer cumplir cualquier actuación que vaya contra la expansión de la pandemia”. Se ha permitido pedir también a los periodistas que “no criminalicen a la juventud y a otras decenas de vecinos y vecinas de Bernedo que participaron” en la cena. No ha mencionado cómo se gestionó la organización de una fiesta en unas instalaciones públicas.
En Euskadi, en lo que va de pandemia, son varios los cargos públicos que han tenido que dimitir por incumplir las normativas sanitarias. Ibon Etxeberria, un alto cargo de Salud y miembro del comité asesor de la mesa de crisis de la emergencia sanitaria (el órgano conocido como Labi) se saltó los cierres perimetrales para ir a jugar al golf. Una edil de EH Bildu en Beasain, Maddi Imaz, dimitió por participar en unas celebraciones cuando las fiestas estaban suspendidas. Otro edil de la coalición en Anoeta fue destituido por saltarse las normas de manera reiterada. Y, también en EH Bildu, un concejal de Galdakao –en este caso el responsable de Fiestas– dejó su puesto por motivos similares.
elDiario.es/Euskadi
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