Amaia Mayor: “Hay sanitarios que se van a la privada o al extranjero por sentirse poco valorados en Osakidetza”
Este lunes, los sindicatos Satse, ELA, LAB, UGT y CCOO, han convocado dos huelgas para el 25 y el 28 de febrero, además de una manifestación el sábado 26 en las tres capitales vascas. Lo hacen por el “hartazgo” de una plantilla que ya salió a la calle para denunciar “los graves problemas” que tiene Osakidetza el pasado 23 de enero. A pesar de ello, no han tenido ningún tipo de respuesta este último mes “ni ha habido mejoras” en el Servicio Vasco de Salud. Por eso han decidido volver a las protestas con las que buscan que Osakidetza aumente el presupuesto para el ejercicio 2023, hasta llegar a la media de la Unión Europea -7% del PIB- destinando un 25% a la Atención Primaria, que se creen más puestos de trabajo que permitan “racionalizar las cargas de trabajo y dar una atención de calidad a la ciudadanía” y que se acabe con la temporalidad que sufren más de 24.600 trabajadores hasta rebajarla al 8%, además de otras cuestiones.
“Ya llevamos años con el problema de que no hay personal de Medicina en la Atención Primaria ni pediatras. Nosotras, además, llevamos denunciando desde 2018 que faltan enfermeras para hacer las sustituciones de verano. Esto es un problema que va a ir a más, porque una gran parte de la plantilla supera los 55 años y Osakidetza no está siendo ágil a la hora de reponer los efectivos. Y no solo eso, las condiciones de trabajo en las que mantiene a la plantilla por esa falta de personal son de una sobrecarga muy importante. El personal ante este tipo de maltrato se harta y decide irse, con lo cual ni retenemos talento ni atraemos talento”, denuncia Amaia Mayor, portavoz del sindicato de enfermería Satse en Euskadi.
El pasado 23 de enero tuvo lugar una multitudinaria manifestación para denunciar “los graves problemas” de Osakidetza. Este 25 y 28 de febrero se denunciará lo mismo con dos huelgas y otra manifestación más para el 26. ¿Qué es lo que falla en la Sanidad pública vasca?
Principalmente, que hay una falta de personal que es estructural y que denunciamos antes de la pandemia con tres jornadas de huelga en 2019. Además de eso, la temporalidad es muy alta, supera el 40%, y principalmente se fundamenta en dos pilares. Por un lado, en que los procesos para cubrir las vacantes que se generan dentro del sistema -porque las personas se jubilan o se van a otros sistemas de salud- tardan mucho tiempo en cubrirse porque las OPE llevan un decalaje de dos años. Ahora mismo Osakidetza está poniendo en marcha la OPE 2018-2019 y estamos en el año 2022. Pasa mucho tiempo desde que se pone en marcha hasta que el proceso finaliza, con lo cual no somos capaces de cubrir las 1.000 personas que aproximadamente se van del sistema todos los años. Por otro lado, en Osakidetza tenemos una gran cantidad de personas que están cubriendo puestos que supuestamente Osakidetza envuelve en el paraguas de coyuntural, cuando son puestos de trabajo estructurales y deberían formar parte de la plantilla.
Osakidetza está gestionando con un criterio economicista y la ciudadanía entiende que eso es un problema
¿Creen que los pacientes entenderán el hecho de convocar una huelga en medio de una pandemia?
Yo creo que sí. La ciudadanía nos está mostrando su apoyo y en la manifestación del 23 de enero quedó patente. Puede que los problemas que veníamos denunciando antes de la pandemia fueran cuestiones que por aquel entonces la ciudadanía no vivía en primera persona, pero la pandemia las ha puesto encima de la mesa y ha aflorado lo que llevamos denunciando durante mucho tiempo. Nos ha dado la razón en el sentido de que nuestras quejas no son una cuestión solamente sindical, son algo estructural y que como consecuencia de la pandemia la ciudadanía está sufriendo en sus propias carnes. También es importante destacar que ha habido acciones que van en contra de la calidad en la atención sanitaria de la ciudadanía, como pueden ser los cierres de los PAC o los recortes de los horarios en los centros de Atención Primaria. Osakidetza está gestionando con un criterio economicista y la ciudadanía lo está viendo y entiende que realmente eso es un problema que existe dentro de la Sanidad.
El Sindicato Médico de Euskadi se descolgó de las movilizaciones. ¿Tampoco apoyará la huelga?
Eso se lo tendrías que preguntar a ellos. De momento no se han puesto en contacto con los sindicatos convocantes y no sé si han cambiado de idea o no.
Denuncian la falta de personal y el hecho de que para lograr acabar con la precariedad se necesitan 5.000 trabajadores más, 1.000 de ellos en Atención Primaria. Sin embargo, Osakidetza insiste en que tiene problemas de contratación y que no hay personal para Primaria ni para Pediatría. ¿Qué opinión tiene al respecto?
Lo que está claro es que las soluciones no vienen a corto plazo, no hay soluciones mágicas. La falta de personal que tenemos en Osakidetza es consecuencia de años de inacción y de mala gestión. Ahora que el mal ya está hecho, hay que ir poniendo los mimbres, primero para intentar revertir esta situación y, sobre todo, para que no vayamos a más. Ya llevamos años con el problema de que no hay personal de Medicina en la Atención Primaria ni pediatras. Nosotras, además, llevamos denunciando desde 2018 que faltan enfermeras para hacer las sustituciones de verano. Esto es un problema que va a ir a más porque una gran parte de la plantilla supera los 55 años y Osakidetza no está siendo ágil a la hora de reponer los efectivos. Y no solo eso, las condiciones de trabajo en las que mantiene a la plantilla por esa falta de personal son de una sobrecarga muy importante. El personal ante este tipo de maltrato se harta y decide irse, con lo cual ni retenemos talento ni atraemos talento.
La inversión dentro del sistema sanitario público debería ir encaminada a que haya una dotación de plantilla suficiente que trabaje en unas buenas condiciones para que no haya esta frustración
¿Qué consecuencias puede acarrear el hecho de que no haya un cambio generacional?
Que nos vamos a encontrar con un sistema cada vez más escaso en cuanto a recursos humanos. Por mucho que se invierta en recursos materiales, el pilar fundamental de Osakidetza es su personal y lo ha demostrado ampliamente durante la pandemia con una actitud extraordinaria. Yo jamás me cansaré de decir que el personal de Osakidetza es una inversión, no es un gasto. La inversión dentro del sistema sanitario público debería ir encaminada a que haya una dotación de plantilla suficiente que trabaje en unas buenas condiciones para que no haya esta insatisfacción, este cansancio y esta frustración tan grande que tiene el personal. La plantilla nos traslada una situación de desesperanza y de no creer que su situación tenga solución y eso es muy triste, porque al final lo que se consigue es que las personas vayan a trabajar en unas condiciones psicológicas muy duras. Lo que tendría que hacer Osakidetza es mantener al personal motivado y optimista con respecto a su situación laboral. Nos falta negociación colectiva para mejorar la situación y buscar solución para los problemas que existen y que están encima de la mesa.
Usted ha señalado que Osakidetza no encuentra personal porque “nadie quiere hacer Atención Primaria de guerra”. ¿Es más atractiva la sanidad privada o irse a trabajar a otro sitio?
En muchas ocasiones estamos viendo que hay sanitarios que prefieren irse a la Atención Especializada, al ámbito privado e incluso al extranjero porque se sienten poco valorados en Osakidetza. La ciudadanía valora a los trabajadores, pero por parte del Departamento de Salud sienten que no se les trata como debería porque hay poco personal, siempre tienen que cubrir las cargas de trabajo de otras personas y no se les tiene en cuenta. Por eso siempre tratamos de hacer ver que la Atención Primaria es un ámbito primordial para la ciudadanía y que no se está poniendo en valor por parte de los gestores.
Durante la rueda de prensa celebrada este lunes han exigido “acabar con la temporalidad que sufren más de 24.600 trabajadores” en Osakidetza. ¿Las OPE convocadas son suficientes?
Claramente no. Por un lado, porque vamos con mucho retraso, estamos convocando ahora la tasa de reposición del 2018-2019 y la propia Osakidetza reconoce que tiene un porcentaje de plazas que existen y que no las tienen cubiertas por su personal fijo. Tampoco convoca la totalidad de plazas. Por otro lado, a raíz de la ley del ministro Iceta que reduce la temporalidad en las administraciones públicas, Osakidetza nos ha reconocido que debería tener 3.000 plazas que no tiene. Nosotras pensamos que hay muchísimas más.
¿Ven un recorte el cierre de las Urgencias del Hospital de Santiago en Vitoria? ¿Prevén más medidas similares?
Sí. Osakidetza ha ido cerrando el PAC de Deusto, el de Zumarraga y el de San Martín. Nos tememos que la incapacidad de Osakidetza de dar relevo generacional a sus profesionales y de hacer una atracción y retención del talento, se está traduciendo en una incapacidad de mantener dichos servicios y quien paga los platos rotos de todo eso es la ciudadanía. Esperemos que no haya más medidas similares porque entendemos que la Sanidad pública es un pilar fundamental del estado de bienestar y es una cuestión que además es ampliamente valorada por la ciudadanía.
Hay sanitarios que prefieren irse a la Atención Especializada, al ámbito privado e incluso al extranjero porque se sienten poco valorados en Osakidetza
No participarán en la Mesa Sectorial “hasta que se plantee una negociación real y con contenido”. Sin embargo, denuncian que desde el Departamento de Salud “no obtienen respuesta” pese a las protestas realizadas. ¿Creen que con el anuncio de que ya no participarán en la Mesa Sectorial el diálogo con el Departamento puede mejorar?
Esperemos que sí. Lo que está claro es que no podemos seguir permitiendo que un pilar tan fundamental como es la negociación colectiva, que es algo fundamental en un estado democrático, se vaya vaciando de contenido paulatinamente de contenido no solamente en el fondo, sino en la forma. No se nos hace partícipes a la hora de poner los puntos del orden del día y no se nos permite que haya una relación de iguales basada en la buena fe y en el reconocimiento de ambas partes. Si no se nos deja interlocutar eso no es negociación, es información y no entendemos que debamos estar para eso. Esperemos que la otra parte reflexione y reconduzca.
Parece que el pico de la ola ha quedado atrás. ¿Cómo es la situación en los hospitales y ambulatorios vascos en este punto de la pandemia? ¿Se ha recuperado la normalidad?
La normalidad absoluta no, aunque es verdad que poco a poco van mejorando las cifras de hospitalización y de las UCI. En ese sentido estamos mejorando. La situación que había en navidades que ha sido francamente difícil. El colapso ha pasado de la Atención Primaria hasta los hospitales, donde han estado soportando una presión importante. Poco a poco están bajando las cifras de ingresado y esperemos que esta ola haya sido la última. No podemos olvidar que el personal de Osakidetza ha soportado dos años de pandemia. No podemos tomar como normal algo que no lo es. Si toda la sociedad está ya cansada, os podéis imaginar lo que está siendo esto para el personal sanitario que está trabajando. Es una desesperación total porque no ves la luz al final del túnel. Tanto la plantilla como la sociedad en general nos merecemos una bocanada de aire, y espero que ojalá estemos en ese escenario.
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