Ampliar el Bellas Artes de Bilbao se encarece en 15,5 millones y costará un 83% más de lo estimado hace tres años
Cuando Norman Foster presentó en Bilbao su proyecto para ampliar el Museo de Bellas Artes dijo que su propuesta trataba de “hacer más con menos”. Se refería el arquitecto a acometer una transformación del edificio sin destruir la esencia del original, a veces más complicado que empezar de cero, con un coste que se presupuestó de salida en 18,65 millones. Pero el camino de ese “reinventar” el museo se ha encontrado con muchas piedras hasta convertirse, tres años después de su presentación, en un agujero negro desde el punto de vista presupuestario. De momento, las obras de ampliación costarán el doble de lo calculado por el arquitecto en su proyecto inicial. El contrato que está en estos momentos en licitación es nada menos que un 83,27% más caro de lo que se esperaba y ha pasado de 18,65 millones de euros a los 34,18 millones por los que se está licitado en estos momentos, 15,53 millones más caro en el plazo de tres años.
La modificación de la licitación se ha publicado este lunes después de que el museo se haya visto obligado por segunda vez a aumentar el presupuesto del contrato con el argumento de la subida de los precios de las materias primas. La propuesta anterior ya había incrementado el precio inicial hasta los 29,9 millones de euros, pero se agotó el plazo de presentación de propuestas sin que ninguna constructora se presentara al concurso, ya que, al parecer, con el alza de los precios de los materiales, esencialmente el acero, a las empresas no les resultaba rentable quedarse con la obra.
Con este incremento en el precio de las obras el coste total del museo se elevará hasta 44,5 millones mínimo, si es que no hay nuevas contingencias. A los 34,18 millones hay que añadir alrededor de 10 millones más que se corresponden con el gasto en equipamientos, saneamientos, honorarios de arquitectos y asistencias técnicas (6,7 millones), la adquisición de un local en la calle Máximo Aguirre y su acondicionamiento para trasladar las oficinas mientras duren las obras (2,2 millones de euros), más 1,4 millones de gastos financieros derivados del crédito de 25 millones suscrito en el inicio para afrontar las obras y que será amortizado con las aportaciones de las tres entidades fundadoras del museo: el Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno vasco, que contribuyen a partes iguales a la financiación del museo.
El proyecto denominado 'Agravitas’ presentado por la UTE Foster+Partners LTD.+ LM Uriarte Arkitektura SLP fue el elegido para la ampliación y reforma del Museo de Bellas Artes de Bilbao en 2019 entre todos los presentados al concurso internacional que contó con un presupuesto de 1,7 millones de euros. Unos meses después de adjudicarse el concurso este sufrió un primer encarecimiento al añadirse una planta más, una especie de terraza acristalada que se ha dado en denominar 'la txapela', y que añadía 2.000 metros cuadrados más al proyecto que ganó el concurso, con lo que el museo contará con 4.000 metros cuadrados adicionales.
El edificio original -de 1945, 1970 y 2001, en sucesivas ampliaciones- se mantiene. Sobre él se edificarán dos plantas: Una de ellas, la ganada al proyecto original, con 2.000 metros cuadrados, sobre la que se levantará la 'txapela', una galería de aspecto flotante con otros 2.000 metros cuadrados para la exposición de obras. La galería intermedia permitirá trasladar las oficinas instaladas ahora en el sótano, por lo que ese espacio podrá usarse para almacenamiento haciendo innecesaria la búsqueda de otro edificio en Bilbao para almacenar obras.
La remodelación supondrá también que la entrada volverá a sus orígenes, a la entrada principal sobre la que se extenderá un parque que sumará espacio verde a la ciudad y también modificar el tráfico en la zona de la Plaza Euskadi, ya que parte quedará integrada del museo.
La licitación para la construcción se publicó a finales de marzo por 29,9%, ya con un incremento de un 9,5% por el traslado al contrato del incremento de las materias primas y la adecuación de los edificios existentes a las nuevas normas de protección contra incendios y evacuación, que añadieron más de 3 millones al coste. Al quedar el concurso desierto se ha procedido a aumenta el contrato en un 15,5% sobre el precio fijado para intentar atraer constructores.
Las obras tendrán una duración de 22 meses, y, si no hay más contratiempos podrían arrancar en octubre. Mientras tanto, lo único que anuncia un cambio en el Bellas Artes es que la puerta principal, cerrada desde hace 21 años para el acceso del público vuelve a ser el acceso a la pinacoteca ya desde este lunes, tal y como lo ha planteado Norman Foster en diseño del que será el nuevo museo.
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