Entrevista Médica forense y psiquiatra

Ana Hidalgo: “Cada vez vemos más agresiones sexuales dentro del entorno de la víctima, ya sea amigo o novio”

Las Unidades de Valoración Forense Integral (UVFI) son órganos dependientes de los Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMLCF) formados por profesionales de la medicina, psicología y trabajo social forense que asesoran a la Administración de Justicia en casos de violencia de género. Para ello, realizan una evaluación a la víctima, al agresor y a su entorno con el objetivo de facilitar la máxima información al juez para su labor de resolver los aspectos penales y civiles derivados de los hechos enjuiciados.

En la UVFI de Bizkaia trabajan actualmente dos médicos, dos trabajadoras sociales y dos psicólogas, entre ellas, la médico forense y psiquiatra Ana Hidalgo, quien ha realizado la ponencia 'Todos podemos colaborar en la protección de las víctimas de violencia de género: aportaciones desde la valoración forense del Riesgo de Repetición de Futuras Conductas Violentas contra la Pareja' este viernes en las jornadas sobre Medicina Legal que han tenido lugar en Bilbao. Durante su intervención, ha explicado la misión de su equipo, así como las conductas que analizan y pueden llegar a suponer un riesgo para que la violencia de género se repita dentro de los casos que ya cuentan con una denuncia previa.

¿En qué se ha basado su participación en el congreso?

En dar a conocer el funcionamiento de la Unidad de Valoración Forense Integral de Bizkaia, explicar cómo hacemos la valoración del riesgo de repetición de violencia de género y en presentar un estudio que hemos realizado en el que salen unas variables que están asociadas a esos factores de riesgo. Son informaciones que pueden resultar útiles tanto en el ámbito profesional como en el personal.

¿Qué es la valoración del riesgo?

Valorar el riesgo es una estimación técnica que hacemos teniendo en cuenta qué factores concurren en la pareja. Nosotros estudiamos tanto a la víctima como al investigado, y a partir de ahí, vemos qué riesgo existe -si es bajo, medio o alto- de que se repita esa conducta violenta. Esa información se la aportamos al juez en un informe de cara a que pueda tomar la medida de protección adecuada o modificar la que estaba teniendo la víctima si se considera que el riesgo que sufre es mayor.

Los factores que hacen que un agresor repita conductas de violencia machista pueden ser que tenga una enfermedad mental, que consuma de forma abusiva alcohol o drogas o que tenga creencias machistas en la pareja como dinámicas tóxicas, celos y dependencia

¿Qué factores de riesgo hay en la repetición de la violencia de género?

Hay muchos. Hay factores dependientes del agresor, de la víctima y de la relación. La metodología que utilizamos para valorar el riesgo incluye una serie de herramientas para que los datos que aportemos sean validados científicamente. Rellenamos una estructura y, después, nosotros con nuestra experiencia, añadimos información sobre los factores que consideremos que inciden más en el riesgo. Los factores en el investigado pueden ser que tenga una enfermedad mental, que consuma de forma abusiva alcohol o drogas, que tenga creencias machistas en la pareja como dinámicas tóxicas, celos y dependencia, que le falte apoyo familiar o social o que tenga problemas económicos. Los factores de riesgo en la víctima son la vulnerabilidad, la falta de apoyo familiar y social, la dependencia afectiva, económica o cultural hacia su agresor, que esté aislada o que tenga un problema de adicción y consuma con él. Por último, están los factores de la propia relación. Hay momentos de la relación que facilitan la violencia de género, como por ejemplo, las rupturas.

¿Ese tipo de factores de riesgo no chocan con la idea de que todas las mujeres pueden sufrir violencia de género?

Todas las mujeres pueden sufrir violencia de género, pero estos factores son los que nos van a facilitar que se repita esa violencia de género. Cuando una mujer se somete a una situación de violencia de género de forma repetida aparecen estos factores. No estamos hablando de una mujer que sufre violencia física o verbal y rompe con su agresor. Estamos hablando de una dinámica de repetición en la que ya entran a relacionarse entre ellos con maltrato, ya sea físico, psicológico o económico y hay una o varias denuncias.

¿Se pueden corregir las conductas violentas?

Claro. Nosotros proponemos tratamientos. Hay factores de riesgo que se pueden modificar, como las creencias machistas, que son patrones que con cursos de igualdad se pueden modificar, aunque es algo difícil y los agresores tienen que querer hacerlo. En el caso en el que las adicciones o las enfermedades mentales son factores de riesgo, también se pueden tratar.

¿Qué papel juega la sociedad en evitar que los casos de violencia de género se repitan?

Hay papeles diferentes. Desde los padres, que tienen la obligación de educar a sus hijos en la igualdad, hasta los colegios, los médicos, los medios de comunicación... Cada uno tiene su parte que aportar, pero es cierto que es cuestión de mucho tiempo y trabajo.

A menudo nos encontramos con discursos negacionistas de la violencia de género, los agresores dicen que su pareja ha denunciado para conseguir ayudas o por algún interés

¿Cómo afectan los discursos negacionistas de la violencia de género a este tipo de conductas?

Esos discursos negacionistas son los que nos encontramos cuando hablamos con ellos. Suele ser muy habitual que los agresores te digan que su pareja ha denunciado para conseguir ayudas o por algún interés. Son discursos defensivos de personas que no tienen formación en igualdad y que hay que ir poco a poco modificando. Hay aún mucha gente que no cree en la violencia de género, incluso partidos políticos que van en esa dirección.

¿Considera que se hace suficiente desde las instituciones para evitar que sigan ocurriendo casos de violencia machista?

Cada vez hay más concienciación por parte de las instituciones. Como ejemplo te diría que en Justicia se está elaborando el II Plan de Igualdad del funcionariado, para que el trato entre el hombre y la mujer funcionario de Justicia sea igualitario.

¿Qué falta por hacer en ese sentido?

Falta formación en igualdad en todos los ámbitos. No hacemos nada con formar únicamente al funcionario de turno de Justicia si no formamos al juez que va a dictar la sentencia. Si el juez no tiene una idea clara de lo que es la violencia de género, va a partir de sus creencias y estereotipos y no va a poner una adecuada sentencia ni una orden de alejamiento correcta.

Si el juez no tiene una idea clara de lo que es la violencia de género, va a partir de sus creencias y estereotipos y no va a poner una adecuada sentencia ni una orden de alejamiento correcta

¿Aún hay jueces que no están formados en igualdad y violencia de género?

Sí, todavía hay jueces que no están formados en igualdad y eso se nota en los casos de agresiones sexuales. Las agresiones sexuales son una manifestación más de la violencia de género y no tienen por qué ser producidas por un desconocido. En las guardias cada vez estamos viendo más agresiones sexuales dentro del entorno de la víctima: el amigo, el conocido o el novio. Eso es violencia de género y, como tal, hay que saber qué se está jugando ahí.

¿Existe la figura del agresor arrepentido?

Yo creo que sí. Hay algunos que vienen y aceptan ir a un psicólogo, son conscientes de que tienen un problema, que tienen una ira que no pueden controlar, una impulsividad que tienen que tratar, un problema de drogas que los cambia...Sí, yo creo que sí que existe esa figura.

¿Dónde empieza la conducta violenta en los casos de violencia de género?

La violencia de género es todo. No es solamente el puñetazo o el empujón, también es el maltrato psicológico, el infravalorar a la mujer, dominarla, tomar las decisiones por ella, mandarla callar, maltratarla económicamente, la utilización de los hijos, las agresiones sexuales...Todo eso es violencia de género.

¿Cómo describiría esa utilización de los hijos de la que habla?

En las separaciones hay ocasiones en la que se utilizan a los hijos para conseguir cosas. La instrumentalización es hacer cosas que no tengan en cuenta el bienestar del menor y que se hagan para conseguir lo que tú quieres en la separación. La violencia vicaria es ya el máximo grado de violencia en este sentido, porque es llegar a matar a un hijo para hacerle daño a la mujer.

En Bizkaia, concretamente, no recuerdo que haya habido ningún homicidio niño por su padre, pero sí que vemos formas más leves de violencia vicaria como la instrumentalización de los niños

¿Han detectado casos de este tipo desde su equipo?

En Bizkaia, concretamente, no recuerdo que haya habido ningún homicidio niño por su padre, pero sí que vemos formas más leves de violencia vicaria como la instrumentalización de los niños, que lo vemos a menudo y lo incluimos en nuestras valoraciones de riesgo, porque muchas veces vemos a los hijos como víctimas directas o indirectas de la violencia.

¿Como médico forense y psiquiatra qué le diría a una mujer que está sufriendo violencia de género?

Le diría que tiene que salir fuera de ese círculo, pedir ayuda y, cuando considere que puede, porque cada una tiene su tiempo para ello, denunciar. Muchas veces esas mujeres necesitan que alguien de fuera les diga lo que está pasando, porque no son conscientes de que están sufriendo violencia de género, llevan tantos años en esas situaciones que ya las normalizan. Tienen que hablar con alguna amiga, psicóloga, trabajadora social, médico y pedir ayuda para romper ese círculo.

¿Y a un agresor?

Le diría que tiene un problema. Nosotros vemos cómo los agresores que son denunciados vuelven a agredir a sus siguientes parejas. Los agresores siempre van a buscar a personas que les digan que son geniales y estupendos. Tienen un patrón de conducta y, a la hora de buscar una nueva pareja, escogen a otra que también sea vulnerable para repetir la dinámica de la relación. Ocurre mucho. Ahora me viene a la mente un caso de un agresor que tiró a su pareja de un coche porque no quería tener relaciones sexuales con él y a la segunda le hizo exactamente lo mismo, también la tiró del coche.

¿Qué se puede hacer para romper esos patrones?

Es difícil romper esos patrones, se necesita mucho tiempo y trabajo de concienciación. Dentro de muchos años veremos las consecuencias de la educación y formación que estamos teniendo ahora a distintos niveles, pero es muy difícil pensar en una solución para estas dinámicas a corto plazo.

El teléfono del Servicio de Información y Atención a Mujeres Víctimas de Violencia Doméstica o Por Razón de Sexo (SATEVI) es el 900 840 111.

elDiario.es/Euskadi

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