Thomas Pidcock es más joven que todas las estrellas actuales del panorama ciclista salvo Remco Evenepoel. Es campeón olímpico de bicicleta de montaña en los aplazados juegos de Tokio de 2021 y arcoíris en ciclocross en 2022 y, aunque solamente cuenta cuatro victorias en la carretera, su palmarés empieza a sobresalir. A sus 23 años, el británico no solamente exhibe habilidad en vídeos que se hacen virales en las redes sociales sino que en el último Tour de Francia realizó adelantamientos de automovilista camino a la gloria del Alpe d’Huez y ha iniciado 2023 con una etapa en el Algarve portugués y una exhibición en la primera gran clásica italiana del año, la Strade Bianche.
La prueba, joven pero ya consolidada, recorre la verde Toscana y sus colinas y ha puesto de moda el ‘sterrato’ que da nombre a la prueba. Esos caminos blancos que levantan polvo al paso de corredores y vehículos de apoyo reúnen ya un palmarés de campanillas. En 2022 Tadej PogaÄar campeonó tras una exhibición de 50 kilómetros -el segundo fue Alejandro Valverde- y en 2023 Pidcock ha repetido singladura. Y con mayor dificultad porque la prueba ha sido más veloz que el pasado año (184 kilómetros a 40,6 por hora por los 38,3) y porque el británico tuvo a un grupo de notables pisándole los talones casi hasta la misma puerta de Siena, una más de las ciudades italianas de postal.
Se habían caído del cartel el propio PogaÄar y Wout van Aert pero las apuestas señalaban como favorito al neerlandés Mathieu van der Poel en su estreno en ruta tras una exitosa temporada invernal en ciclocross en la que precisamente relevó como arcoíris a Pidcock. El Jumbo-Visma intentó jugar la doble baza de Tiesj Benoot y Attila Valter -que luce el maillot de campeón húngaro- pero no parecieron exhibir la mejor coordinación. Tim Wellens, en buena forma, tuvo una avería. Pero nada empaña el recorrido en solitario de Pidcock, que atrapó y fue dejando atrás a unos fugados y se plantó en solitario en la plaza que cada año acoge la fiesta del Palio.
Strade Bianche da inicio a una intensa fase del calendario italiano a la que siguen desde ya la Tirreno-Adriático, la Milano-Torino -que un año más renuncia a la Superga- y la Milano-San Remo. En paralelo, Francia acoge la París-Niza. En la primera tachuela se vivió el primer cara a cara de la temporada entre PogaÄar y Jonas Vingegaard, que será el atractivo de la semana.