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Puesta a punto

El arte de regular medidas para evitar lesiones en la bici

Un estudio biomecánico o “bike-fitting” es un análisis de la posición del ciclista sobre su bicicleta. Hay ciertos rangos y parámetros que hay que respetar para evitar los problemas derivados de un posicionamiento incorrecto. Pero como el cuerpo humano no es una ciencia exacta y no existen dos personas iguales, un buen biomecánico debe saber adaptar los rangos y los números a las características de cada persona. En esto consiste el arte de la biomecánica, en saber aunar la teoría y la práctica a las necesidades y variabilidad de cada ciclista. Porque una posición correcta sobre la bicicleta nos permitirá rodar de forma confortable, evitar molestias y posibles lesiones, y mejorar el rendimiento deportivo. 

Es una creencia extendida que un estudio biomecánico es único y exclusivo de ciclistas profesionales, y nada más alejado de la realidad. Cualquier persona que practique el ciclismo de forma asidua o ocasional, independientemente de su edad, nivel, experiencia y modalidad puede beneficiarse de un estudio biomecánico, bien sea porque quiera mejorar su posición sobre la bicicleta, necesite ajustar una bici nueva a sus medidas, sufra algún tipo algún tipo de molestia o lesión  que crea pudiera estar relacionada con la práctica del ciclismo, o bien quiera mejorar su rendimiento encima de la bicicleta.

Sabido esto, queda definir en qué consiste un estudio biomecánico. Para empezar hay que decir que cada estudio es personal e intransferible, siendo variable la duración del mismo, dependiendo de las necesidades de cada persona. 

De forma general suele constar de una entrevista inicial para valorar los problemas del ciclista, sus inquietudes y características, sus expectativas antes el estudio y la razón para realizarlo. Sigue una exploración física completa para valorar aspectos como su rango articular, fuerza, elasticidad y posibles dismetrías que será necesario conocer e influirán directamente en el ajuste posterior. Luego llega la valoración de la persona sobre la bicicleta, rodaje y toma de varias capturas mediante el sistema 3D, a partir de las cuales se irán realizando los cambios necesarios hasta obtener la posición adecuada. Para terminar, llega el ajuste final de la bicicleta y la aportación de un informe de las acciones realizadas y de las medidas (cotas) finales de la bicicleta que se verá luego complementado por un seguimiento posterior para valorar los resultados y obtener el retorno de opinión del ciclista.

Una posición correcta sobre la bicicleta nos permitirá rodar de forma confortable, evitar molestias y posibles lesiones, y mejorar el rendimiento deportivo

Queda ahora el trámite de adquirir la bici que mejor se adopte a nuestras necesidades, valorando las distintas opciones (ruta, MTB, gravel, etc.) y la asiduidad de uso. Elegir la talla y la geometría de su cuadro no es cuestión menor, ni tampoco el ajustar la máquina a nuestras medidas, el regular las calas, elegir un sillín apropiado, situar su altura o regular su grado de inclinación, extremos todos ellos de los que trataremos en nuestra próxima entrega.