Pirineo aragonés: descubriendo el paraíso del ciclismo de montaña

Jara Gavín

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Tanto si se están dando los primeros pedaleos con la bicicleta de montaña como si ya se tiene una buena trayectoria surcando paisajes montañosos a lomos de una bicicleta, el Pirineo Aragonés esconde un territorio de ensueño para la práctica de la BTT que ha situado el norte de Aragón en el mapa internacional de la MTB.

Esta especie de shangri-la para los amantes del ciclismo de montaña constituye, además, el territorio MTB más extenso de Europa, lo que hace que dentro de sus límites puedan encontrarse rutas de todos los niveles y modalidades, entre las que, por cuestiones orográficas, destaca especialmente la de enduro-MTB.

Un paraíso montañoso ciclable al que, además, acompañan una oferta turística cada vez más consciente de las necesidades de este tipo de turismo y un enorme patrimonio histórico, cultural y natural, lo que convierte al Pirineo Aragonés en el destino perfecto para pedalear durante todo el año y dejarse seducir por otras actividades paralelas que también desvelamos en este artículo.

365 días en bicicleta de montaña

Lejos de concentrarse únicamente en los meses estivales, las miles de personas que acuden cada año en busca de las mejores rutas, paisajes y experiencias sobre dos ruedas, encuentran en el Pirineo y pre-Pirineo oscenses una suerte de tierra prometida en la que el factor estacional desaparece, permitiendo pedalear, sin descanso, durante los 365 días del año.

Esto es debido a la privilegiada ubicación de algunos de los territorios que, como en el caso de la sobrarbense Zona Zero Pirineos, se extiende desde la frontera con Francia, al norte, hasta su encuentro con el territorio de B-Guara, en la comarca del Somontano de Barbastro, lo cual permite disfrutar de las mejores rutas ciclo-alpinas en los meses más cálidos y de soleados días de mountain bike durante el invierno.

Y, entre ambas estaciones, un abanico infinito de posibilidades que se concentra, sobre todo, en los cinco reinos que forman MTB Kingdoms-Pyrenees.

MTB Kingdoms-Pyreenees, el mejor territorio MTB de Europa

Zona Zero Pirineos y Bguara son dos de los reinos que conforman este macro-territorio BTT que ocupa la mayor parte del Pirineo y pre-Pirineo de la provincia de Huesca.

Una alianza que vio la luz en la primavera de 2022, con el surgimiento de la marca MTB Kingdoms-Pyrenees, el paraguas bajo el que hoy se agrupan estos cinco destinos del ciclismo de montaña, gracias al cual una representación de los cinco territorios trabaja, de forma conjunta, para seguir mejorando infraestructuras, servicios y experiencias para el ciclista.

Todo esto lo hace bajo dos premisas básicas que son el leitmotiv de MTB Kingdoms-Pyrenees; la de no apartar nunca la mirada del desarrollo sostenible del territorio y el fomentar el uso compartido de los senderos, la convivencia entre las distintas actividades que se pueden realizar en ellos y sus alrededores, y el respeto absoluto de los usuarios hacia el entorno natural y las personas que lo habitan.

Al norte de MTB Kingdoms-Pyrenees se sitúan, además de la mencionada Zona Zero Pirineos, los vecinos Puro Pirineo, en el Valle de Benasque, y el Espacio BTT Pirineos-Alto Gállego, en la comarca del mismo nombre.

Más hacia el sur, haciendo las delicias de los ciclistas que llegan fuera de la temporada de verano, se ubican el mencionado B-Guara, -uno de los pocos territorios en los que se ha conseguido que la bicicleta de montaña conviva junto a la figura de un espacio natural protegido, el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara-, y Reino de los Mallos Bike, el último territorio MTB en surgir en la provincia de Huesca, que alberga verdaderas y fotogénicas joyas en forma de cuidadísimas rutas en el entorno de los Mallos de Riglos, en la comarca de la Hoya de Huesca.

Este crisol de posibilidades, modalidades, tipos de terreno y paisajes es el reclamo que, muy acertadamente, se pone de manifiesto en el lema que, desde su surgimiento, acompaña a la marca MTB Kingdoms-Pyrenees: “Todo el año, todos los terrenos, todos los paisajes, todas las montañas, toda la magia”.

Y para encontrar el que más se adapte a las preferencias de cada uno, basta con dar un paseo virtual por lo mejor de cada uno de los reinos.

1.- Zona Zero Pirineos, los pioneros

Hace ya doce años que Zona Zero Pirineos recuperó los primeros senderos históricos en desuso que, hoy en día, conviven con alrededor de otras 200 rutas MTB, en lo que muchos consideran la Meca de la modalidad MTB-enduro de la península.

En un territorio con un bagaje histórico tan importante como el Sobrarbe, la idea de recuperar antiguos senderos y caminos de herradura —prácticamente perdidos en su totalidad— surgió de manera casi natural, con el fin de devolver al territorio un esplendor paradójicamente perdido con la mejora de las comunicaciones por carretera y, a la vez, ofrecer al ciclista un modelo de ciclo-montañismo, hasta entonces, insólito.

Y es que si hay una seña de identidad en el territorio sobrarbense es, más allá de la gran calidad deportiva de sus rutas —algunas de las cuales formaron parte de las Enduro World Series de 2015 y 2018—, es precisamente la posibilidad de llegar a pueblos, fortalezas y núcleos deshabitados de un valor histórico importantísimo, que enriquecen la experiencia ciclista, llevándola a otro nivel.

Organizado en siete sectores diferentes que se diferencian en ubicación, tipo de terreno y paisaje, el mayor de los territorios MTB de la provincia de Huesca destaca, sobre todo, por sus rutas de MTB-enduro, entre las que pueden encontrarse desde múltiples opciones para iniciarse en esta modalidad como algunas de las rutas más exigentes y técnicas de España.

El amplio territorio en el que se extienden sus rutas permite al visitante disfrutar de grandes rutas de ciclo-alpinismo en los valles de Bielsa y Chistau, durante el verano, y de agradables —aunque duras— jornadas del mejor enduro serrano en el sector más meridional, como La Fueva, el sector Centro o Sierra de Arbe, el último en incorporarse a la familia zonazerista, donde varias de sus 21 rutas se están convirtiendo ya en clásicos de la casa.

Además, Zona Zero Pirineos acoge al ciclista con una extensa cantidad de servicios totalmente adaptados a las necesidades de los visitantes, ya que esta asociación empresarial exige a sus socios del sector hotelero un equipamiento y adaptación concretas de sus establecimientos para que la experiencia en el territorio vaya, nunca mejor dicho, sobre ruedas.

Con dos accesos directos al Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido —los de Escuaín y Pineta—, el Parque Natural Posets-Maladeta en el norteño Valle de Chistau, los imponentes cascos antiguos de Aínsa y Boltaña o los pequeños y encantadores pueblos del Valle de La Fueva, Sierra de Arbe o el Sobremonte, el territorio sobrarbense es un destino turístico ideal para los amantes de la BTT que quieran complementar su visita con cualquier otro tipo de actividad en la montaña.

Más información en este enlace.

2.- Espacio BTT Pirineos Alto Gállego, adrenalina en las faldas del Pirineo

Con 42 rutas abiertas que suman más de 1000 kilómetros de recorrido y que, en su mayoría, están catalogadas como de alta dificultad, el centro de la Comarca Alto Gállego, que ha cumplido sus 10 años en activo hace unos meses, ofrece un par de peculiaridades que lo diferencian del resto de territorios BTT de la región.

La primera se centra en la existencia de rutas específicas de descenso en las localidades de Biescas y Panticosa, en las que se han incorporado estructuras artificiales, peraltes y saltos que, sumadas a la abundancia de rutas difíciles o muy difíciles, hacen de este territorio un auténtico parque de atracciones en el que la adrenalina es una compañera de aventuras indisociable.

Además, Sabiñánigo inauguró, en 2021, un circuito permanente de cross-country, el de Santa Lucía, que ese mismo año albergó una prueba del campeonato de España de esta modalidad de BTT en auge.

El último gran aliciente del reino más occidental de los que conforman MTB Kingdoms-Pyreenees es la existencia del bike park de uso libre de Gavín, en el que, hasta la fecha, se puede disfrutar de tres descensos catalogados como fácil, difícil y muy difícil.

Pero, además, el Espacio BTT Pirineos Alto Gállego es parte de otra alianza de centros BTT; la formada con Los Valles On Bike, el centro que ofrece seis rutas MTB en la zona de los bonitos Valles Occidentales, y Jaca Pirineos Bikeland, en el que la oferta de rutas de nivel medio espera ampliarse de 8 a 12 en los próximos meses.

Los tres territorios se agrupan, en este caso, dentro de Infinity Pyrenees, para dividirse en dos modalidades diferenciadas, las de all-mountain y road, que se pueden disfrutar en dos aventuras por etapas, de 524 y 800 kilómetros, respectivamente.

La comarca del Alto Gállego tampoco carece de actividades alternativas a la BTT, incluyendo el Centro Faunístico de Lacuniacha, la visita a los típicos pueblos de montaña de Sallent de Gállego y Lanuza —donde se celebra, cada mes de julio, el Festival Pirineos Sur— o la ruta de las Iglesias de Serrablo, en la que pueden visitarse 14 iglesias de estilo mozárabe.

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3.- Puro Pirineo, 'enduro' de alta montaña

Puro Pirineo, en el Valle de Benasque, cuenta hoy con 31 rutas de MTB-enduro que, por discurrir a través de las elevadas cotas del valle, garantizan diversión a raudales para los más aguerridos 'endureros', en los meses que transcurren entre el deshielo primaveral y el regreso de la nieve, al final del otoño.

Pero no es esta la única modalidad que puede encontrarse en el 'reino' más oriental que, últimamente, está apostando fuerte por la apertura de nuevas rutas en las modalidades 'cross-country' y 'gravel'.

Ubicado a los pies del rey de los Pirineos, el Aneto, muchas de las rutas de Puro Pirineo rebasan la cota de los 2000 metros de altitud, regalando al ciclista algunas de las bajadas más largas de la península, como es el caso de la Integral del Gallinero, una ruta cuyo técnico descenso es considerado uno de los mejores del país.

El modelo de recuperación de senderos de Puro Pirineo es similar al de Zona Zero Pirineos, ya que se prioriza la limpieza, adecuación y marcaje de senderos en desuso sobre la creación de nuevos senderos, garantizando así un respeto máximo por el entorno natural que se repite en los cinco territorios que forman MTB Kingdoms-Pyreenees.

El animado Valle de Benasque ofrece al visitante multitud de actividades de montaña que, más allá del esquí alpino, se desarrollan en el territorio de manera paralela, como son el senderismo, el alpinismo estival en el macizo del Aneto y el entorno del macizo de la Maladeta, o la escalada clásica y deportiva.

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4.- B-Guara, pedaleando en un entorno único

El caso de B-Guara Cycling Rocks —el nombre completo por el que se conoce al territorio BTT que se encuentra dentro de los límites del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara— es, cuando menos, especial.

Sus 41 rutas, entre las que, además de las de enduro-MTB, destacan una buena selección de rutas de rally, carretera y cicloturismo, discurren entre las lindes de un Parque Natural de una increíble belleza.

Es por ello que sus rutas no se encuentran balizadas al uso, como en el resto de los territorios, sino que sus recorridos deben seguirse a través de un sistema GPS, lo que permite minimizar al máximo el leve impacto que tiene el turismo de bicicleta en los espacios naturales.

En su zona más septentrional, comparte algunas de las rutas de enduro-MTB con Zona Zero Pirineos, en una demostración más de la unión de los diferentes territorios BTT del norte de Aragón.

El visitante que llega a B-Guara con la intención de recorrerlo en bicicleta, lo hace, sobre todo, en los meses de invierno, primavera y otoño, y encuentra una imperiosa necesidad de recorrerlo sin prisa, dejándose deleitar por la belleza del entorno que le rodea.

Si se quiere completar la visita a este salvaje paraje protegido, las posibilidades de turismo de aventura son casi incontables; desde la práctica de la escalada deportiva en la zona de Rodellar, uno de los epicentros de la escalada en la península, hasta la práctica del barranquismo en sus imponentes y profundes cañones, referentes mundiales en el descenso de cañones.

Para los días de descanso, además de pasear lentamente por sus pequeños y pueblos de piedra, entre los que destacan Alquézar y su Ruta de las Pasarelas, resulta imprescindible una visita al Parque Cultural del Río Vero, donde varios abrigos de pinturas rupestres, declarados Patrimonio de la Unesco, aguardan a ser descubiertos.

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5.- Reino de los Mallos, aventura entre gigantes de piedra

Cualquiera que haya tenido la suerte de situarse a los pies de los Mallos de Riglos, Agüero o Peña Rueba, conocerá la sensación de sentirse casi intimidado por esos gigantes de conglomerado que se alzan, imperturbables y mágicos sobre la Hoya de Huesca.

Pedalear entre estos tres lugares únicos en el mundo, es una experiencia de las que dejan huella, no solo por el paisaje peculiar que envuelve al ciclista durante el recorrido, sino por estar este salpicado de pequeños e históricos pueblos, castillos —como el de Loarre— y vestigios de origen medieval.

El Reino de los Mallos fue el último de los cinco en constituirse como territorio BTT y, tal vez por ello, cualquiera de sus 15 rutas nos permitirá adentrarnos en parajes solitarios, remotos y cargados de una energía única. Estas quince rutas ofrecen un buen equilibrio entre rutas de 'enduro' de calidad excepcional, en su mayoría de terreno duro y pedregoso, y otras de modalidades como el 'gravel' y el 'rally'.

La amabilidad de los habitantes de los pueblos de la zona y la estupenda oferta gastronómica de pueblos como Ayerbe o Murillo de Gállego, son dos alicientes más para un visitante que ahora comienza a llegar atraído por las rutas BTT de Reino de los Mallos Bike y, más históricamente, por tratarse este territorio de uno de los templos mundiales de la escalada, que alcanza su máxima expresión durante el otoño y la primavera, cuando decenas de experimentados escaladores se encaraman a las verticales paredes de los Mallos de Riglos.

En los Mallos de Agüero y Peña Rueba también puede practicarse esta danza vertical a un nivel menos exigente y muy cerca de allí, el Río Gállego es perfecto para escapar del calor en los meses de verano, disfrutando de un día de 'rafting' en familia o entre amigos.

La provincia de Huesca sigue siendo ese gran paraíso para los amantes del turismo activo al que, ahora, la práctica de BTT se ha sumado con una fuerza arrolladora, con una rueda puesta en ofrecer al visitante la mejor experiencia posible y, la otra, en saber conservar y preservar toda su riqueza humana, natural e histórica.

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