SDA Factory, la planta de la antigua Ufesa de Vitoria, pende de hilo. La empresa ha entrado en concurso voluntario por no poder hacer frente a las deudas y los trabajadores temen que sea la puntilla definitiva para la empresa alavesa y la materialización de que lo que llevan años temiendo: la deslocalización. “Habrá planchas con la marca Ufesa, pero no se harán en Vitoria”, dicen. La compañía pertenece a la catalana B&B Trends, que tiene la propiedad de las marcas y patentes. “Lo que no se haga en Vitoria se hará en Barcelona” dice el portavoz del comité de empresa, Fernando Mendiola, del sindicato LAB.
Aunque desde la empresa se señala que el concurso es la única salida para solventar el desequilibrio patrimonial pese a los “esfuerzos de los accionistas” y tras varios ejercicios de pérdidas que le llevan a estar con unos recursos que “no le permite hacer frente a sus obligaciones”, los trabajadores ven un “desmantelamiento programado”. Aunque mantienen que la empresa “era y es viable”. De entrada, la histórica Ufesa, con casi 50 años de andadura, ha pasado de tener 240 personas en 2020 a una plantilla reducida a 55 trabajadores. “Se han llevado el talento, la I+D , todo parece planificado para que se hagan los productos, pero en otros sitios”.
La antigua Ufesa pasó a manos de la empresa catalana en 2019 cuando BSH Home Aplicaciones Group, filial del grupo Bosh decidió su venta. Se da la casualidad de que esta empresa, BSH, su antigua propietaria, ha anunciado esta semana el cierre de su planta en Navarra que emplea a más de 600 trabajadores. La venta de la planta alavesa por parte de BSH incluyó un acuerdo por el que siguió comprando los productos hechos en Vitoria, básicamente planchas y centros de planchado, hasta 2021. A partir de ese momento, una vez perdido el comprador fundamental la empresa entró en declive. Entre los años 2023 y 2024 acumula dos millones en pérdidas. “No han llevado a la ruina. La razón por la cual la empresa está en la situación que está es porque así lo han decidido, desvalijándola de su plantilla, su conocimiento, de todo su potencial. Productos que se debían de haber desarrollado aquí se trasladan a Barcelona, se despiden ingenieros e ingenieras mientras se contratan en Cataluña, se incumplen acuerdos para atraer carga de trabajo”, lamenta.
La situación de la plantilla es crítica porque llevan años encadenando ERTE que “nos han dejado prácticamente sin prestaciones de desempleo”, señala Mendiola. De hecho, en estos momentos está vigente un Expediente de Regulación Temporal de Empleo hasta finales de año. El comité estaba negociando con la dirección alargar el ERTE “y nos hemos encontrado con la declaración de concurso de acreedores de la que nos hemos enterado por mail”, denuncia. “Han actuado con mala fe. Nos llegó un mail el 17 de diciembre horas antes de la tercera reunión del periodo de consultas en marcha de la prórroga del quinto ERTE. Según hemos podido comprobar con la primera documentación trasladada desde el juzgado, aunque el auto de declaración de concurso fue emitido por el juzgado el día 16, dicha solicitud tuvo entrada el día 11. Justo el día que comenzó el periodo de consultas. Nos han engañado, y desde el principio, y hasta el final, han estado jugando con nosotros”, denuncia. “Hemos hecho sacrificios, gastado nuestro paro y ahora igual nos vamos a la calle sin nada, mientras la empresa se va de rositas, y los trabajadores, igual al Fogasa”. “La incertidumbre es total”.
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