Arrancan otros tres días de huelga en las ambulancias privatizadas de Osakidetza con el conflicto cada vez más enquistado

Los trabajadores de las ambulancias subcontratadas de Osakidetza han arrancado este miércoles una nueva tanda de tres días paro para exigir un convenio que les garantice el poder adquisitivo y, sobre todo, que se equiparen sus condiciones con las que tienen los trabajadores que están contratados directamente por el Servicio Vasco de Salud. “A mismo trabajo, mismas condiciones”, dicen. Con estos tres días los trabajadores sumarán nueve jornadas de paros que arrancaron en el mes de octubre, pero el conflicto está cada vez más enquistado y con pocos visos de solución. Las partes se cruzan acusaciones de bloquear la negociación, y en cada paro es continuo el goteo de denuncias de ambulancias saboteadas, de las que las patronales culpan a los sindicatos, pero de las que las centrales se desmarcan. Según ha informado el Grupo La Pau, este miércoles “se han saboteado un total de 21 ambulancias, y van 195 unidades desde del mes de septiembre”, aseguran,.

En medio de denuncias de unos servicios mínimos que consideran “abusivos”, -en el transporte urgente son del 100%- los trabajadores han realizado manifestaciones a lo largo de la mañana desde la base de ambulancias en el barrio bilbaíno de Zorroza hasta el hospital de Cruces, en Barakaldo, y desde la sede del PNV en Vitoria hasta la delegación de Sanidad, frente al hospital de Santiago. Aseguran que el seguimiento del paro “ha sido un éxito”, masivo, pese a los servicios mínimos. Desde las patronales prefieren esperar a que finalicen los tres días de paro para hacer balance, aunque en huelgas anteriores han asegurado que sólo ha parado uno de cada cuatro trabajadores. Este jueves volverán a repetirse las movilizaciones, entre ellas una concentración en la plaza del Arriaga en Bilbao, una manifestación en el Hospital de Donostia y una concentración frente a la sede de EITB en Vitoria.

Los sindicatos, ELA, USO, LAB, UGT, CCOO y ESK, aseguran que han perdido un 17% de poder adquisitivo en los últimos años que las patronales se niegan a reponer, “pese a que el presupuesto para las empresas ha aumentado en el último concurso un 30%”. “Es decir, se aumenta el dinero que les da la administración, pero luego eso no se repercute en los trabajadores”, dicen.

Reivindican la homologación de las condiciones (en lo relativo a la jornada, salarios, licencias, días de libre disposición, entre otras) del personal subcontratado, al personal contratado directamente por Osakidetza que realiza las mismas funciones. La patronal se queda en su oferta muy lejos de esa reivindicaciones. Ofrece un convenio con vigencia 2024-2028, con una subida del 2,5% para cada año durante los cinco años para el salario base, pluses de nocturnidad, dietas y festividad y asistencia, además de una subida bruta de 275 euros para el plus de asistencia para cada año de los próximos cinco años. Como ofrecen una reducción de la jornada de 8 horas en 2024, y 4 horas en cada uno de los siguientes cuatro años señalan desde la patronal que “el incremento por hora de trabajo es del 4% para cada uno de los años (dependiendo de la categoría), lo que supondrá un incremento salarial superior al 20% acumulado para los cinco años”. Pero es una oferta que los sindicatos rechazan de plano.

Por otra parte, la patronal ha vuelto a pedir a los sindicatos “que condenen las acciones vandálicas” contra las ambulancias, que “únicamente perjudican a las personas pacientes y ponen en peligro su salud e incluso su vida”. Los sindicatos siempre se han desmarcado de estas acciones. Según han señalado desde La Pau, entre ayer martes y hoy miércoles se han “pinchado las ruedas de varias unidades en Lekeitio, Ondarroa (donde se pintaron las lunas de otra unidad), Galdakao, Rekalde, Amorebieta, Gernika, Basauri (donde se ha incendiado una unidad del servicio urgente), Miribilla y Vitoria (donde se rompieron los espejos de varias de ellas), en un claro intento de dejar sin el servicio urgente a la población de la comarca interior de Bizkaia, con el perjuicio que eso comporta para la sociedad”. Unos sabotajes que ha denunciado ante la Ertzaintza a la que piden que “reclaman que intervenga de manera preventiva y decidida”. Hasta ahora no hay ningún investigado por los sabotajes.