El importe de capital rescatado de Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) antes de llegar a la prestación fue de 117 millones de euros el año pasado, un 2%, más sobre el ejercicio anterior, en un año caracterizado por la alta inflación y la baja rentabilidad de estos planes de previsión social por la caída de los mercados. En total, la rentabilidad de las EPSV cayó en 2022 un 10,63%. La mayor caída fue en los planes de rentabilidad fija, con un -14,26%, mientras que los planes de renta fija mixta descendieron un 10,98%. El descenso fue menor en los planes de previsión de empleo, con un 5,28% de descenso.
Además de caer la rentabilidad, también disminuyeron las aportaciones anuales de los socios, un 1,56%, y bajó el patrimonio de las EPSV en 2.194 millones de euros, hasta situarse en 26.887 millones, una cantidad equivalente al 31,64% de PIB vasco. Un porcentaje “todavía pequeño”, si se compara con otros países del entorno, según han señalado los máximos responsables de la Federación de EPSV de Euskadi que han presentado el balance de de este año acompañados del viceconsejero de Finanzas y Presupuestos, Hernando Lacalle. Precisamente, potenciar las EPSV será el objetivo del decreto que ultima el Gobierno y que prevé tramitar antes de verano.
Según ha señalado Lacalle, el decreto incluirá la actualización de los activos aptos para las inversiones de estos instrumentos de previsión social “adaptándolas a las necesidades actuales de los merados en momentos complejos y volátiles para la búsqueda de inversiones rentables y seguras”, entre las que se quieren potenciar las inversiones sostenibles. Actualmente, el 69 % de las personas socias, con independencia de la edad que tengan, se decantan por planes de renta fija mixta donde lo invertido en activos de renta variable no llega al 30%. Ese porcentaje alcanza el 92% en los planes de empleo. El 38% de los fondos de las EPSV de empleo e individuales está invertido en el mercado doméstico, el 49% en países de la zona euro y el 13% restante en países de la zona no euro.
El viceconsejero no ha querido dar muchas pistas sobre los cambios que puedan introducirse en la fiscalidad de estas modalidades de ahorro, aunque podrían tener una fiscalidad más favorable las de empleo preferentes, ya que es la modalidad que se quiere potenciar. El objetivo es conseguir que se cubra al 70% de la población ocupada, frente al 27% que actualmente tiene esta modalidad.
Tanto Lacalle como el presidente de la Federación, han minimizado la importancia de la baja rentabilidad de este año porque se trata de inversiones que deben calibrarse a “largo plazo” y han destacado que el número de socios se mantiene más o menos estable. No obstante, eñ presidente de la Federación Vasca de EPSV, Ignacio Javier Etxebarria, ha destacado que el importe medio que tienen los ahorradores en este sistema es muy reducido “para lo que nos gustaría”, ya que oscila entre los 20.000 y los 22.000 euros por cada socio.
Por otra parte, las prestaciones satisfechas durante el año pasado superaron los 785 millones de euros.