El AVE de nunca acabar: Euskadi vende como un “hito” la culminación del ramal guipuzcoano y promete trenes en 2027
Las obras de la 'Y vasca', iniciadas en 2006, todavía tienen pendientes los tramos de Álava y de Bizkaia, el 'nudo de Bergara', los accesos y estaciones de las capitales y las conexiones a Burgos, Pamplona y Francia
En puertas de que Euskadi entre en “período electoral”, es decir, el tiempo previo a unos comicios en el que no está permitido difundir logros o realizar inauguraciones, el consejero vasco de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, y el delegado del Gobierno de España, Denis Itxaso, que será también el candidato del PSE-EE por Gipuzkoa, han comparecido conjuntamente para anunciar que han finalizado las obras del ramal guipuzcoano de la 'Y vasca' de alta velocidad, cuya construcción empezó en 2006. Es un “hito”, en palabras de ambos responsables institucionales, pero ni mucho menos el final del camino.
En Gipuzkoa está terminada la “plataforma” y quedaría la “superestructura” -raíles, catenaria, seguridad o comunicaciones- y en Álava y en Bizkaia continúan las obras de la primera fase. Además, no está el 'nudo de Bergara' que une las tres patas de la 'Y', como tampoco las estaciones de las capitales o sus accesos. Además, están incluso sin definir como serán las conexiones hacia Madrid, hacia Navarra o hacia Francia para que Euskadi no tenga el tren de Cercanías más rápido del mundo. Arriola e Itxaso han apuntado a “finales de 2027” como un plazo razonable para ver trenes en circulación. Antes ya quedaron en papel mojado 2010, 2016, 2017, 2023 ó 2024.
“Por fin vemos la luz al final del túnel”, ha ironizado el consejero Arriola, que ya la fue entre 2009 y 2012, al dar el anuncio de que “se puede dar por finalizado” el tramo entre Hernani y Astigarraga -aunque habrá algunos “remates” en las próximas semanas- y con él “todo el ramal guipuzcoano”. Este último tramo tiene que como símbolo “el viaducto central, de 482 metros de longitud, que es el primer puente atirantado de alta velocidad en España”.
“El camino no ha sido fácil”, ha mencionado sobre una infraestructura cuya primera piedra se remonta a 2006 en las afueras de Vitoria y a 2008 en el caso de Gipuzkoa. Este tramo ha sido construido por empresas contratadas por ETS, el administrador ferroviario autonómico. En su momento se acordó una encomienda de gestión para que, aunque la factura final la abone en todo caso el Estado, en el caso guipuzcoano adelantase el trabajo el Gobierno vasco. Ello ha supuesto plazos algo más ágiles.
La obra en Gipuzkoa, por su orografía, ha sido especialmente compleja. El 80% del camino de hierro irá en túnel, el 13% sobre viaductos y solamente un 7% en tierra firme. En el histórico de la obra pesan amenazas y atentados de ETA -particularmente el asesinato del empresario contratista Inaxio Uria-, denuncias ecologistas por el impacto de las obras e incluso investigaciones por presunta corrupción. En toda España se descubrió que los sobrecostes se permitían a cambio de regalos y sobornos a cargos de Adif. Un tramo en Amorebieta-Etxano formó parte de una denuncia, pero hubo denuncias de irregularidades también en las obras del trazado Beasain Este. Aunque esa causa quedó archivada, la Fiscalía de Álava halló indicios de nuevo de sobrecostes por pagos de servicios que no se habían prestado, como el de una hormigonera que nunca existió. A la denuncia le acompañaban cinco horas de grabaciones, revisadas también por la Guardia Civil, en las que se sugería la existencia de sobornos y comisiones ilegales.
Arriola e Itxaso han aprovechado la comparecencia para hacer un repaso de los pasos pendientes en las obras del AVE. Han confiado en que el 'nudo de Bergara' esté completado en 2025, como también la “plataforma” en Bizkaia y en Álava. En el caso de las estaciones, la peculiaridad es que solamente está construido el armazón de la parada de Ezkio/Itsaso, un pequeño pueblo de Gipuzkoa que iba a ser el punto de conexión hacia Pamplona en el plan original y que ahora, sin embargo, ha quedado en el aire. La de Donostia también va más avanzada, hasta el punto de que ya en 2023 fue polémica la retirada de una estructura de Eiffel por las obras. Son dos las razones: la obra es menos compleja al no ser un acceso soterrado y también se adelantó con una encomienda al Gobierno vasco. Estará en 2025.
Si se llega a 2027 -las pruebas requerirán meses-, será con soluciones “provisionales” para Bilbao y Vitoria. En la primera ciudad, de hecho, el AVE se quedará en Basauri y habrá que terminar el trayecto en Cercanías. 2033 se apuntó como una fecha de referencia para tener listas las nuevas estaciones y entradas soterradas a las dos ciudades vascas más grandes. Más complejo es el tema de las conexiones. Al margen de la indefinición sobre si Vitoria o Ezkio/Itsaso serán el punto de unión hacia Navarra, para ir a Madrid falta la reforma del tramo de Vitoria a Burgos, ahora convencional (ancho ibérico) y no de alta velocidad (ancho internacional). De Burgos hacia el sur ya está modificada la red. Con Francia no hay un horizonte certero. De Donostia hasta la muga hay obras (tercer hilo) para llevar el ancho internacional hasta Irún y Hendaya. Allí hace años que llegan los TGV de SNCF, pero no con su velocidad punta. El lehendakari, Iñigo Urkullu, llegó a activar un 'lobby' para presionar a Europa para acelerar esta interconexión que podría retrasarse hasta 2040.
El delegado Itxaso, que dejará próximamente el cargo, ha asegurado que este Gobierno de España da “velocidad alta” a las obras de la alta velocidad y también que da confianza al autogobierno vasco por haberle cedido la encomienda de gestión de las obras de Gipuzkoa. Euskadi es “el único Gobierno regional europeo que ha ejecutado una red ferroviaria de titularidad estatal”, ha añadido Arriola en este sentido. El nuevo secretario de Estado es vasco, el exalcalde de Irún José Antonio Santano, que se peleó desde su antiguo puesto en esta materia.
Antes de las elecciones está comprometido también el cierre del traspaso al Gobierno vasco de la gestión de Cercanías, que tiene líneas en el área metropolitana de Bilbao y en Donostia. El acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez situó en marzo el final de esas negociaciones -ya muy avanzadas en el pasado- y también la transferencia de materias de migraciones y acogida y de homologación de titulaciones extranjeras.